Instituto Barve
img img Instituto Barve img Capítulo 4 Voces

Capítulo 4 Voces

Cinco minutos...diez...

tal vez veinte minutos pasaron y aún nadie entraba, pero el motor del autobús seguía prendido, al igual que el aire acondicionado bajaba la temperatura entre más tiempo pasaba, Beian luego de los cinco minutos se quedó dormida en mi hombro, tomé una bocanada de aire intentando recuperar mi valentía, no sentía que algo malo fuese a pasar pero esto era inusual y lo de inusual en nuestra vida era tan normal que ya no sabia cuando teia que preocuparme y cuando no, con delicadeza moví la cabeza adormilada de Beian hacia al otro lado, para que dejara su cabeza reposar en la ventana y eso hizo murmurando una queja, me levante, pero cómo por arte de magia en cuanto lo hice, todos los pasajeros empezaron a entrar, me volví a sentar segura, detrás de toda la fila de pasajeros que entraba con visible apuro,pude visualizar a los chicos de la parada, que tenían la vista fija en nosotras sin disimular un poco, me encogí en el asiento, y cómo estos eran altos ya no los veía y con suerte ellos tampoco a mi, pero destino tal vez... los chicos se sentaron a nuestro lado al otro lado del pasillo y los otros dos chicos delante de nosotras, apoye mi cabeza en el hombro de Beian, ya había conocido gente extraña en estos pueblos así que no me impresionaba que nos miraran cómo si fueramos una presa, cerre los ojos y deje que el sueño me llevara en lo que ahora conocía cómo "lugar seguro"

―Hei, despierta ya― escuche en lo más profundo de mi inconsciencia la voz desesperada de Bean, refunfuñe por lo bajo y me acurruque más, pero esta vez recibí un gran golpe en mi cabeza, esta vez si me espabile y dando un brinco abrí mis ojos nerviosa, con el corazon a mil pero no alerta.

―¿Que paso? ¡Aún nos quedan horas de viaje!― me queje viendo a través de la ventana parecía ser bastante tarde ¿tanto había dormido? mire ahora si un poco más consciente a Beian que estaba pálida, con sus ojos saltones rojos cómo si hubiera llorado, el autobús ya no estaba en movimiento ¿llegamos? no es posible, era un viaje bastante largo y sentía cómo si hubiera dormido muy poco.

―No sé cómo, llegamos a un pueblo― su voz se quebró y tomó aire, para intentar explicarme claramente tal vez, volví a mirar por la ventana, parecía hacer frío afuera, y detrás de mí podía sentir a las personas rozando mi espalda saliendo del autobús junto a una combinación de voces donde eran tantas que no podía distinguir que decía alguna ―No sé cómo vamos a hacer Hebrid...estamos lejos y...yo ya había tomado la plata para reservar en el pueblo― esta vez si se quebró completamente por la preocupacion, ya cayendoen el verdadero problema intente que no perder la cordura, asentí lentamente intentando convencerme a mí misma que íbamos a estar bien antes de decírselo a Beian.

-¿Y si sólo es una parada? ¿Sabes cómo se llama este pueblo?- intenta mantener la calma, ella inhaló tan fuerte que pude escuchar sus mocos volver a entrar en su sistema respiratorio.

-No, no teníamos que parar en ningún lado más que en Hurg, no se como paso Hei, solo vi un cartel de bienvenidos a holms, fui hacia el conductor y lo único que hizo fue mirarme, bufar y decir "estos turistas" como si yo no estuviera alli- hablo, podía notar su indignación y tal vez no la vi, pero por como lo estaba contando, es muy seguro de que lo insultó y se regresó al asiento.

―Vamos a estar bien, primero tomemos las maletas y luego buscamos cómo irnos de este pueblo, salimos de la rutina no rutina...vamos a estar bien, siempre estamos bien juntas― dije segura, pero sin estarlo me levante y sali hacia el pasillo, ya no había nadie, ni una sola voz, solo estaba el conductor delante de todos mirándome impacient, solo por su mirada y su cara, tal vez lo que Beian le dijo se lo merecía, Beian a paso inseguro se levantó, seco sus lagrimas y sacó el bolso, ambas sin decir nada salimos del autobús, en cuanto pasamos por el lado del conductor este solo resoplo, baje dando un brinquito, nuestras maletas ya estaban afuera asi que solo las agarramos y entramos al terminal, hacia más frío de lo que aparentaba hacer.

―¿si no podemos salir de aquí hoy? ¿Cuál es el plan? ¡No tenemos plan Hei!― se alteró a mi lado, era cierto, no teníamos un plan, ni mucho dinero en efectivo, no teníamos más que las maletas en un pueblo totalmente desconocido y remoto al cual acabamos de llegar.

―Podemos considerar esto cómo una aventura, digo ya nos acostumbramos a las que usualmente tenemos, solo hay que enseñarle los boletos y que ellos solucionen el problema...y si no, vamos a tener que tomar dinero de emergencia para una noche aquí...ya que esto ya sabes― divague un poco intentando mantener un plan en voz alta, pero Beian me conocía y sabia que estaba tan confundida y alterada cómo ella, algo que habíamos aprendido a la malas, es que no es bueno dos chicas solas en un pueblo solas y estar en un pueblo desconocido no era que sumaba mucho a nuestra seguridad, no éramos indefensas, pero tampoco era que ganabamos una lucha ¿cómo había pasado? era la única pregunta que rondaba en mi cabeza, nunca nos habia pasado, nunca había errores en un viaje con una única parada, no era tan complicado solo era entrar en un autobús y salir cuando estuviéramos en nuestro destino. El terminal estaba vacío tal y como un pueblo fantasma, no había rastros de ningún pasajero entrando o saliendo de aquí, solo estábamos nosotras y tiendas alrededor cerradas, y al frente hacia donde íbamos con tanta seguridad un tipo de mesa de recepción o algo asi. Beian tenía los pasajes en su mano vacía, lo miraba tan concentrada que tal vez si hubieran personas ya hubiera chocado con algunas, su entrecejo arrugado.

-Dice claramente Hugs, no fue nuestra culpa- defendió quitando la vista del papel, la brisa fria choco con mi cuerpo provocando que mi piel se erizara, escuchaba una voz de una mujer dentro del cuarto detrás del escritorio, no dije nada, ambas llegamos a este y Beian muy decidida toco la campana más de tres veces, esta hizo un eco en todo el terminal, la voz se dejó de escuchar, de nuevo mi piel se erizo,pero esta vez fue por un escalofrío, mire hacia atrás rapido porque tenia la sensación de que me observaban, pero solo estaba el pasillo vacío, revise cada esquina que podía ver, pero no habia nadie. La mujer salió de la habitación con el eco de los tacones chocando contra el suelo, me giré hacia ella, Beian estaba tensa y la mujer con una gran sonrisa «alguien tiene una buena noche» tenia una camisa de botón vlanco, su pelo amarilllo amarrado en una coleta alta, era su piel trigueña resaltaba con ese color, sus dientes blancos, y los lentes le daban color a su rostro ya que eran rojos, le calculaba unos treinta años ..

-¿En que les puedo ayudar? ya estoy a punto de cerrar, si quieren consultar por algun viaje, creo que tendrá que ser mañana, tenemos un horario estricto...ya saben por las...- se callo en cuanto se fijo en las maletas, Beian puso el boleto en la mesa.

-Hubo un error, y créame señora que desde hace tiempo, ya no estamos para estos errores- habló duramente Bean, su voz ronca me indicaba que había dormido tanto como yo, la mujer me miró, luego miró a Beian y tomó el boleto entre sus manos.

-Lo siento tanto de verdad, entiendo que nadie está para errores...-unos pasos detrás de nosotras, la señora miró fijamente al boleto como lo había hecho Beian, no me moleste en girarme, tal vez eran unos pasajeros como nosotra -pero aquí no hubo un error, el autobús que llevaba a Hugs era el 66- nos informo, y dejó el boleto de nuevo en la mesa, fruncí el ceño.

-Este boleto dice que era el autobus 33, asi que o hubo una falta de comunicación..- contraataco Beian, tome el boleto en mis manos, lo leí de nuevo como el el autobus y quede perpleja. Sacudí la mano de Bdei con disimulo,callando antes de que insultara a la pobre mujer que estaba delante de nosotras, ella se tenso más de los que estaba pero se callo.

-No es así, su boleto dice el autobús 66, y ustedes vinieron en el 33, si hubo un error chicas, fue de ustedes- dijo amablemente y se giró dándonos la espalda, mi estómago daba vueltas, Beian tomó ese momento en que la chca estaba de espalda para mirarme interrogante, le tendí el boleto y ella volvió a analizarlo, quedo tan pálida como si hubiera visto un fantasma. La mujer volvió a voltearse hacia nosotras con una tarjeta en la mano. -Pueden venir mañana,lo del horario estricto es en serio, vengan mañana y tal vez pueda hacer algo por ustedes, pero por ahora solo les recomiendo que tomen sus cosas y busquen un hotel lo más rápido que puedan, este pueblo en estos días es todo menos seguro- dijo, note la advertencia en su voz y dejó en la mesa una tarjeta, sin decir nada solo la tome, y tome la mano de Beian para conducir hacia la salida no habia nadie detras cuando me voltee «los pasos» Beian también se dio cuenta, ya que apretó mi mano, rápidamente y guiada sólo por mis instintos ambas salimos casi corriendo de allí.

-Hei, te juro que ese boleto decia 33- hablo en cuanto salimos por la puerta principal, frente al terminal había una plaza bastante grande e iluminada, había solo pocas personas en esta. Asenti.

-Lo se, Beian, lo se, yo también lo vi- le dije lo más honesta que puede, transmitiendo el miedo que sentía, mire hacia ambos lados de la calle aunque esta parecía ser en un solo sentido, por precaución, Baian me soltó la mano. La ansiedad empezó a hacer acto de presencia, empecé a luchar conmigo misma para no empezar a comerme las uñas, o hacer cualquier gesto que delatara que estaba ansiosa... gracias a los nervios que tenía.

-No quiero saber... solo busquemos un hotel para quedarnos esta noche- hablo tensa, ambas cruzamos, no parecía haber ni un slo vehículo, asentí dándole la razón, desde ese día...desde el día en que ambas bajamos sin un raspón de su ventana, la verdad es que no teníamos ni un poco de curiosidad de saber el porque, solo nos alejamos tanto de lo que no podíamos explicar, estamos huyendo de algo, no nos hace falta más en nuestras vidas, no entramos a la plaza, solo rodeamos está, mirando a todos lados «debe haber un hotel» la brisa hizo que mi cabello volara hacia atrás «no va a ser fácil peinarlo».

-¿Nos están siguiendo?- susurré, mirando de reojo a los mismos chicos parados en la cuadra frente a nosotros, hablando entre ellos, Beian le dio una mirada rápida y se encogió de hombros.

-Esperemos que no- dijo al mismo volumen que yo, los chicos cómo nos hubieran escuchado se marcha hasta salir de mi campo de visión, no tuve ni el valor de voltear. Mire hacia el frente, ya habíamos llegado a la esquina de la plaza, -¿Porque hay tantos chicos en la plaza si según es "peligroso" pensé que tenían toque de queda o algo así...- mencionó, recordé lo que había dicho la chica del mostrados. Me encogi de hombros.

-Sabemos perfectamente que a las personas les gusta llevar la contraria- dije sin mucha importancia, apreté un poco más fuerte la maleta, solo porque tenía miedo de que se me fuera de las manos.

-No lo hacen, solo estamos tensa- hablo refiriéndose a los chicos, mirando a donde antes estaban. Mire la cuadra frente a nosotras que llevaba a una calle, y en medio de esta había un letrero grande con letras rojas iluminadas, "motel" suspiré era cómo si el alma me viniera de nuevo al cuerpo.

-Ahi un hotel- le avise, Beian giro rápido hacia donde yo estaba mirando.

-Es un motel, pero no me quejo- dijo con gracia, igual que yo, parecía que ver ese letrero le había tranquilizado.

-¿Las puedo ayudar?- me alarme al escuchar la voz aguda tras de nosotras, sin aviso previo, me giré junto a Brian rápidamente, estaba una chica pelinegra con una sonrisa de punta a punta, no era tétrica si no más bien...¿amable?. Vi la expresión de impresión de Beian a mi lado por el rabillo del ojo.

-No..-

-Si que nos hicieron dar un viaje- escuché una voz detrás de mí interrumpiendo a Brian, haciendo que me sobresaltó de nuevo «ni los pasos se escuchaban»mi corazón empezó a latir muy rápido «el chico» antes de poder girarme hacia él, o huir, o simplemente decir algo,, todo fue muy rápido, mi visión se volvió negra, sentí un gran golpe, y luego nada.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022