Los Besos de Bella.
img img Los Besos de Bella. img Capítulo 4 Recuerdos.
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Capítulo 6 Vendiendome. img
Capítulo 7 ¡Era Virgen! img
Capítulo 8 ¿Su novia img
Capítulo 9 Oferta tentativa. img
Capítulo 10 Enferma de cancer. img
Capítulo 11 Nuevamente él. img
Capítulo 12 ¿Que sucede con ella img
Capítulo 13 Pasar rato juntos img
Capítulo 14 Momentos con ella. img
Capítulo 15 Impaciente. img
Capítulo 16 Ocultando mi realidad. img
Capítulo 17 Mi cumpleaños. img
Capítulo 18 Su regalo de cumpleaños. img
Capítulo 19 Quiero que seas mi novia. img
Capítulo 20 La verdad. img
Capítulo 21 Recapacitando. img
Capítulo 22 Maldita Bella. img
Capítulo 23 Nuevamente a venido por mi. img
Capítulo 24 Nuevamente juntos. img
Capítulo 25 Enamorados. img
Capítulo 26 Sere tu exclavo. img
Capítulo 27 Fiesta de cumpleaños. img
Capítulo 28 ¿Quien sera Katalina img
Capítulo 29 Debo buscar un donante. img
Capítulo 30 Él me ama. img
Capítulo 31 Descubriran mi secreto. img
Capítulo 32 Steven es el padre de Bella. img
Capítulo 33 Acoralada. img
Capítulo 34 Maldito Carlos. img
Capítulo 35 Mi padres. img
Capítulo 36 Buscando un anillo. img
Capítulo 37 Voy a matarlo. img
Capítulo 38 Acepto ser tu esposa. img
Capítulo 39 Casados. img
Capítulo 40 Secuestro. img
Capítulo 41 Rescatados. img
Capítulo 42 La cirugía, fue un exito img
Capítulo 43 Mi hija va nacer. img
Capítulo 44 Epilogo img
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Capítulo 4 Recuerdos.

Alexander.

Un año atrás.

Mi móvil suena con una llamada de la mansión. Contesto, y lo primero que oigo es el llanto de mi princesa, me pone mal escucharla de esa manera, no hay día en que ella sonría sin tener que derramar sus lágrimas pensando en el abandono de mi padre, más cuando ve a mi madre llorar por ese miserable.

-Kristel- respondo alterado- ¿Por qué lloras, cariño?

Escucho sus sollozos agudos, mi corazón se agita.

-Es mamá, Alex, ella está encerrada en el baño, y llora demasiado-grita hipeando -Por favor, ven, tengo mucho miedo.

-Tranquila cariño, en unos minutos estaré en casa.

Cuelgo y salgo de la empresa como alma que lleva al diablo. Me subo a mi coche, y arranco a toda velocidad. A los quince minutos llego, estaciono mi auto y bajo sin importarme nada, los de seguridad se me acercan al verme llegar de esa manera.

Al entrar a la habitación de madre, me quedo en shock. Mi corazón empieza a retumbar con fuerzas cuando veo la escena.

Kristel... Mi pequeña hermana está al lado de su cuerpo inerte, y llora a gritos.

No. No. No.

Me acerco cayendo de rodillas a su lado. Toco su pulso y al notar que ya no tiene vida, grito con todas mis fuerzas.

-¡¿Qué has hecho, mamá?! -Mi voz es frenética- ¡¿Cómo pudiste ser capaz?!

-Mamá... -Kristel también está llorando, esto es inaudito, como es posible que se haya quitado la vida por ese maldito.

Todo lo que hago es abrazar al cuerpo inerte de mi madre. Ella fue capaz de abandonarnos. Lo hizo por él. Todo esto lo hizo por él...solo espero que tenga su descanso eterno, aun no puedo creer que ella haya preferido ese mal amor que el amor de sus hijos.

***

Ha pasado un año desde su muerte, y aún me cuesta superarlo. Mi pequeña hermana sufrió mucho, y yo también. Nos hizo falta todos los días, pero salimos adelante a pesar de todo. Mi pequeña retomó sus clases de ballet, y yo trabajo sin parar en las empresas, a veces quisiera pasar tiempo con ella, salir al paseo y olvidarme de todo, incluso casarme y tener a esa persona que este para mi hermana y para mí, sin embargo, no estoy preparado no después de tantas cosas que sucedieron hace más de un año, ese acontecimiento que marco la vida de mi madre y de la mía. Prefiero pasar tiempo encerrado en mi despacho, leer un poco y ver todo lo referente a mis empresas. Toda la fortuna que tenemos, le pertenecía a mamá. Mi abuelo antes de morir, le heredó todo; hoteles, empresas. Mamá tenía mucho dinero. Era el cebo perfecto para muchos interesados.

Mi padre era uno, se caso con ella por puro interés, sin embargo mama estaba mas que enamorada de esa calaña, suspirando dejo mis cavilaciones para concentrarme en mi trabajo.

Es una buena forma para olvidar mis problemas.

La puerta de mi despacho se abre, y Ana entra con su coquetería habitual.

-Buenos días, señor Hall. Estos son los informes de hoy. -Ignoro su tono meloso.

- Déjalos sobre mi escritorio, quiero que anules todos mis compromisos -Replico serio -Ahora retírate.

-Cómo usted diga, señor.

Alrededor de una hora después, estoy sosteniendo la mano de Kristel, y juntos caminamos por la plaza, sin querer decir nada, mi pequeña hermana es poco para las conversaciones.

-Hoy es un año de su muerte.

Su rostro adquiere un destello de tristeza, y asiente.

-La extraño mucho. -susurra bajito como si temiera hablar.

-Yo también la extraño, Kristel -respondo amargamente mientras caminamos sin querer soltar nuestras manos

Kristel apenas es una jovencita de quince años. Es la luz de mis ojos, y pronto cumplirá los dieciséis. Sólo espero que ningún idiota se le acerque porque soy capaz de matarlo. Ella es todo lo que tengo, ella es mi vida, mi tiempo se lo dedico a ella, desde que mama se fue, mientras siga pequeña la protegeré de todos, incluso del animal de mi progenitor, sé que ella un día decidirá realizar su vida, espero que no sea lejos de mí, ya que ella es lo único que tengo en la vida, sin embargo, sé que al enamorarse me dejara.

-Alexander...-Kristel sacude mi mano -quiero correr, puedo.

La observo negando, porque quiere correr donde hay tanta gente, hasta me incomoda el bullicio, pero por ella vine a este lugar solo por unos benditos collares de colores, ellas las colecciona como si se tratara de valor, pero mi hermanita es así, prefiere lo simple que los lujos.

Mi ceño se frunce, cuando la veo correr sonriente, ella casi no sonríe ni habla mucho, desde aquella vez, me alegra verla de esta manera. Niego cuando tropieza con una chica, a lo que corro hacia ella, le pregunto si está bien, luego la ayudo a levantarse, observo en un breve segundo a la rubia y ella luce apenada, mi móvil suena con una llamada entrante a lo que respondo inmediato al ver que se trata de Javier, mientras tanto Kristel ayuda a la Rubia a levantarse, sin querer decir nada sigo mi camino pero antes le digo a Kristel que es hora de irnos.

Fue un día bueno a pesar de tener recuerdos dolorosos de mi madre, sin embargo todo debe quedar en el pasado, los únicos recuerdos que quiero y deseo son los de mi niña, verla sonreír este día estará grabado en mi cerebro como un bello momento y un nuevo inicio para ambos.

            
            

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