Capítulo 10 Cliente vip

Cristopher solo había podido rescatar un 60% de los clientes, el resto parecía solo seguir órdenes de alguien más, pero nadie le quería decir quién daba la orden. Durante ese tiempo se había mantenido alejado de Damaris, ya que estaba concentrado en recuperar los negocios, pero Damaris pensaba que él había descubierto algo y por tal motivo se estaba distanciando.

La familia Alemán estaba preparando un gran banquete, celebrarían sus 50 años en la industria, estaban invitados grandes personalidades, otros ejecutivos querían conseguir la entrada a este evento, pero no todos tuvieron ese privilegio.

Cristopher era una de las personas que no figuraba en la lista, sin embargo, logró convencer a uno de sus amigos que lo ayudará a incluirlo, quería saber porque la familia Alemán estaba actuando en su contra, además que en estos eventos ayudaban a socializar con grandes elites.

Javier tenía planeado presentar a su nieta como la nueva presidenta del Grupo Alemán.

Dirigir el hotel solo era un pasatiempo para Jéssica, su verdadero trabajo era dirigir el Grupo Alemán, el cuál desde hace un año estaba comenzando a tener división interna, algunos consideraban que ella no haría un buen trabajo e irían a la quiebra, en cambio unos pocos conocían el potencial que ella tenía.

Jéssica desde una corta edad se interesó por los negocios, a pesar de que todo lo hacía en el anonimato, ella creó su propia marca de ropa, con ayuda de su tía, Emilia, la marca rápidamente abarcó un gran campo de la industria, llegando en poco tiempo a diseñar ropa exclusiva. Además ella contaba con un gran maestro en el arte de la joyería, su abuelo era un maestro en crear e identificar joyas de toda clase y esto se lo enseño a su amada nieta.

Cuando Jéssica se casó, mantuvo en secreto su trabajo a Cristopher y siempre actuaba como una ama de casa, pero cuando se encontraba sola aprovechaba en crear nuevos diseños, por lo que su marca de ropa no se vió afectada.

Debido a que Cristopher quería acaparar la atención, decidió que era oportuno que Damaris vistiera algo hermoso, por lo que se puso en contacto con la tienda de exclusividades, para que la famosa Diseñadora, Julieta, pudiera elaborar algo para Damaris.

Jéssica ese día había decidido pasar visitando a su tía, debido que desde la apertura de la tienda, solo había visitado el lugar una vez.

-Hija, mírate, estás tan bella, te pareces mucho a tu madre.

-Te agradezco tía, solo pasaba para ver cómo va todo.

-Estas son las nuevas solicitudes, si gustas puedes darle un vistazo en la oficina, les diré a todos que no te molesten.

-¿Hay algo en especial?

-La verdad es que todos son para el banquete de la familia, así que no he podido decidir a quién darle prioridad.

-No, en este banquete no quiero que usen nuestro vestuario, he preparado algo especial y no puedo darle tanto realce a alguien más.

-Tienes razón mi niña, ese día tiene que ser tu día.

Su tía la dejó en la oficina, revisando algunos detalles menores.

Damaris llega a la tienda y empieza a buscar algún vestido especial, pero ninguno le es llamativo, quiere algo que nadie más haya visto, así que se acerca a una dependienta.

-Quiero encargar un vestido, algo único, no importa el precio, quiero que sea diseñado por la gran diseñadora Julieta.

-Entiendo su solicitud, pero en estos momentos la encargada no se encuentra en la tienda, si gusta puede revisar algo más de nuestra tienda mientras ella regresa.

En la tienda nadie conocía la identidad de Jéssica.

Jéssica al salir de la oficina empieza a dar un recorrido a la tienda, hasta encontrarse con Damaris.

-Mira a quien tenemos aquí, a una pueblerina buscando ropa en una tienda de exclusividades, dime, ¿para que hombre piensas vestirte?

-Es algo que a ti no te interesa.

Jéssica continúo revisando los demás vestidos, verificando los acabados y detalles.

-¡Tú! Cómo permites que esa mujer toque estos costosos vestidos con esas manos, no ves que las anda sucia, luego nadie querrá comprarlos y te harán responsable a tí por dejar que cualquiera toque los vestidos.

La dependiente sabía que Damaris era la prometida de Cristopher, por lo tanto era un cliente VIP, en cambio a Jéssica nunca la había visto, desconocía sus orígenes.

-Señorita, voy a tener que pedirle que se retire, creo que se ha equivocado de tienda.

-¿Estás seguro de eso? Únicamente estás escuchando la palabra de ella.

-Ella es una cliente muy importante para nuestra tienda, además, su vestuario no es de marca, se puede apreciar que no cuenta con los recursos para comprar aquí.

Jéssica no podía creer que su propia empleada hiciera perjuicios, debía de darle una lección y no necesitaba a su tía para hacerlo.

-Dime algo, ¿Cuánto crees que cuesta mi ropa?

-No te hagas la inocente, todos sabemos que no tienes dinero y tú ropa debe ser una imitación, además, ningún hombre adinerado será capaz de invertir en ti tanto dinero -dijo Damaris.

-Al menos no me hago pasar por quien no soy -le respondió Jéssica.

Damaris al escuchar esas palabras se puso nerviosa, aunque no era posible que Jéssica supiera su secreto, pero al decir eso la alteró.

-Ahora comenzarás a inventar cosas de mí, tú, niña, si quieres que yo deje mi dinero aquí y te deje una propina, es mejor que saques a esta mujer de mi vista.

La dependiente miró a Damaris por un momento, estaba pasando por una situación personal difícil y cualquier dinero extra le sería de utilidad.

Se acercó a Jéssica y la tomó del brazo.

-Le pedí antes que se saliera de la tienda, sin embargo no entendió por las buenas.

Jéssica sin pensarlo le dió una cachetada.

-A mí tú no me tocas, te aseguro que te arrepentirás por esto.

-¿Que sucede aquí? -preguntó Emilia, quién recién llegó y vió como Jéssica le daba una cachetada a la dependienta .

Conocía el temperamento de su sobrina y sabía que ella no atacaba al menos que fuera la víctima.