De repente, estoy casada
img img De repente, estoy casada img Capítulo 2 Adulterio
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Capítulo 10 No era Chris img
Capítulo 11 ¿Qué vas a hacer ahora img
Capítulo 12 Yo me encargo del resto img
Capítulo 13 ¡No hables así de mi madre! img
Capítulo 14 ¡Tú ya no eres mi hija! img
Capítulo 15 ¿Quieres que me quede aquí contigo img
Capítulo 16 El alquiler, el alquiler, el alquiler img
Capítulo 17 Perdí el conocimiento img
Capítulo 18 ¡No huyas, enfréntate a ellos! img
Capítulo 19 La huida img
Capítulo 20 ¡Sana y salva! img
Capítulo 21 ¡Travesura cumplida! img
Capítulo 22 ¡Nos está siguiendo! img
Capítulo 23 Las d*m*nias se mudaron a mi casa img
Capítulo 24 Las joyas de Alicia Devins img
Capítulo 25 ¡Esa bata de baño! img
Capítulo 26 El trato img
Capítulo 27 Solo es sexo img
Capítulo 28 La grabación img
Capítulo 29 La Gala Anual de Globex img
Capítulo 30 Escándalo img
Capítulo 31 Confrontación img
Capítulo 32 Las máscaras han caído img
Capítulo 33 ¿Quién te salvó img
Capítulo 34 El salvador img
Capítulo 35 Es un placer trabajar contigo img
Capítulo 36 Muffin de arándanos img
Capítulo 37 Sé paciente con tu venganza img
Capítulo 38 Un millón de dólares img
Capítulo 39 Soy tuyo de ahora en adelante img
Capítulo 40 Sin valor no hay interés img
Capítulo 41 Comida picante img
Capítulo 42 Un beso a oscuras img
Capítulo 43 ¡Estás despedida! img
Capítulo 44 ¡Un incendio! img
Capítulo 45 ¡Lo que el viento se llevó! img
Capítulo 46 Fui a visitar a mi padre img
Capítulo 47 ¡Acabas de revelarme tu verdadero nombre! img
Capítulo 48 Megan está embarazada img
Capítulo 49 Llorando por el enemigo img
Capítulo 50 Un beso en el auto img
Capítulo 51 Primera vez, parte 1 img
Capítulo 52 Primera vez, parte 2 img
Capítulo 53 Tenía la esperanza de poder vengarse algún día img
Capítulo 54 Dudas img
Capítulo 55 Hasta el tope img
Capítulo 56 Otra cruel estratagema img
Capítulo 57 Emergencia en la clínica img
Capítulo 58 Una escena desagradable en la oficina de Austin img
Capítulo 59 La revelación de Megan img
Capítulo 60 Fuegos artificiales img
Capítulo 61 No.61 img
Capítulo 62 No.62 img
Capítulo 63 No.63 img
Capítulo 64 No.64 img
Capítulo 65 No.65 img
Capítulo 66 No.66 img
Capítulo 67 No.67 img
Capítulo 68 No.68 img
Capítulo 69 No.69 img
Capítulo 70 No.70 img
Capítulo 71 No.71 img
Capítulo 72 No.72 img
Capítulo 73 No.73 img
Capítulo 74 No.74 img
Capítulo 75 No.75 img
Capítulo 76 No.76 img
Capítulo 77 No.77 img
Capítulo 78 No.78 img
Capítulo 79 No.79 img
Capítulo 80 No.80 img
Capítulo 81 No.81 img
Capítulo 82 No.82 img
Capítulo 83 No.83 img
Capítulo 84 No.84 img
Capítulo 85 No.85 img
Capítulo 86 No.86 img
Capítulo 87 No.87 img
Capítulo 88 No.88 img
Capítulo 89 No.89 img
Capítulo 90 No.90 img
Capítulo 91 No.91 img
Capítulo 92 No.92 img
Capítulo 93 No.93 img
Capítulo 94 No.94 img
Capítulo 95 No.95 img
Capítulo 96 No.96 img
Capítulo 97 No.97 img
Capítulo 98 No.98 img
Capítulo 99 No.99 img
Capítulo 100 No.100 img
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Capítulo 2 Adulterio

Scarlett no supo cuánto tiempo estuvo llorando en esa habitación de hotel. Al final, cuando ella sintió que ya no le quedaban más lágrimas gimió pasándose un pañuelo por la cara, pero sus mejillas ya estaban secas. Le enfurecía que ya ni siquiera podría seguir desahogando su ira.

Se puso de pie con las piernas temblorosas y esperó a que la sangre volviera a fluir por ellas, pues había permanecido en la misma posición durante mucho tiempo. No se atrevía a mirar la cama desordenada, ya que vomitaría si volviera a ver las manchas de sangre en las sábanas.

Poco a poco, se dirigió al baño tambaleándose como un borracho, por lo que tuvo que agarrarse a la pared para no caer. Luego encendió la luz que iluminó el pequeño cuarto oscuro y al reflejarse en el espejo, ella tuvo que cerrar los ojos al sentir que el intenso brillo del foco la cegaba. En ese momento, se encontró con su propio reflejo.

"Uf, no. ¡Qué horror!".

Scarlett gimió tapándose la boca mientras miraba su cabello totalmente enmarañado. Tenía el rímel corrido debajo de los ojos y un camisón transparente colgaba de sus delgados hombros apenas tapando su desnudez. Parecía una prostituta barata.

Se acercó al espejo para verse mejor, pero tuvo que aferrarse al fregadero para no perder el equilibrio. Volvió la cabeza ligeramente hacia un lado y luego hacia el otro observando su cuello lleno de repugnantes chupetones.

"No, esta no soy yo", gruñó. "¡No puedo ser yo!".

Sin embargo, lo era. A cada segundo que pasaba, Scarlett se convencía de que, efectivamente, la mujer en el espejo era ella, por vergonzoso que fuera. Se echó a llorar de nuevo y se sorprendió al ver que, después de todo, aún le quedaban algunas lágrimas. Entró en la ducha y abrió el agua caliente. Quería borrar cualquier indicio de la noche pasada. ¡Si tan solo pudiera arrancarse la piel!

Se untó con jabón y se frotó con fuerza. Ni siquiera le dolía, ya que el asco era mayor que cualquier otra cosa. Se frotó hasta que el agua que rodeaba sus pies se volvió roja. De alguna manera, se sentía sucia, así que repitió el proceso una y otra vez hasta que ya no pudo sostener sus brazos. Luego, se envolvió en una toalla y regresó al dormitorio.

Arrancó las sábanas de la cama y las puso en una gran pila con su camisón. Si pudiera, le prendería fuego en ese mismo instante.

Scarlett recogió del suelo la ropa que usó la noche anterior. Era un vestido corto que no quería volver a utilizar después de lo que pasó, pero no tenía otra opción. Ella cepilló su pelo, demasiado enfadada como para pensar siquiera en atarlo. Recogió su teléfono, las llaves y el dinero que estaba sobre la mesita de noche para arrojarlos en su bolso, antes de salir corriendo del hotel.

Una vez en la calle, le hizo la parada a un taxi y después de subirse le dio al chofer la dirección de Megan. Sus pies temblaron durante todo el viaje, ya que iba muy nerviosa, sin idea de lo que iba a hacer una vez que la viera. Sin planes y sin la capacidad de pensar en uno, todo lo que sabía era que necesitaba entender por qué alguien tan cercano a ella le haría algo así. ¿Por qué de entre toda la gente tenía que haber sido su mejor amiga? Después de todo ellas pasaron por cosas muy significativas para ambas.

Cuando llegó a su destino, Scarlett se bajó del taxi y se detuvo durante unos minutos frente al complejo de apartamentos de su amiga. Posteriormente, llamó a la puerta y esperó ansiosa a que alguien abriera. Estaba a punto de volver a oprimir el timbre, cuando la puerta se abrió y los ojos confundidos de Scarlett se encontraron con los de la madre de Megan.

Ya era mediodía, por lo que le pareció muy extraño que la mujer estuviera usando una bata de noche. Sin embargo, su mirada llena del más puro horror fue lo que llamó la atención de la chica. Era como si ella estuviera viendo a la última persona con quien quisiera encontrarse. ¿Estaba escondiendo algo?

"Oh, hola, Scar", dijo la mujer, arreglándose el cabello. "¿Qué... qué te trae por aquí?".

La madre de Megan estaba sudando como un cerdo. Scarlett la observó entrecerrando los ojos. "Vine a ver a Megan. ¿Está aquí?".

"¡No! Lo siento mucho querida, pero ella se fue muy temprano. En este momento no se encuentra. ¡T-Tal vez podrías volver más tarde!".

Scarlett empujó a la madre de Megan por el hombro, para abrirse paso. Por suerte, ella conocía la casa mejor que nadie, así que caminó por el pasillo, gritando tan fuerte como podía.

"¡Megan! ¡Sal, maldita p*rra! ¡Sal, de dónde estés!".

"¡¿Qué estás haciendo?! Ya te dije que mi hija no está aquí. ¡Tienes que irte, ahora!", dijo la mujer yendo atrás de ella apresuradamente.

Se dirigió hacia la habitación de su amiga, pero al pasar por delante del dormitorio de la madre, la puerta estaba entreabierta y por la rendija ella vio algo que la hizo detenerse abruptamente.

"¡Scar!", gritó la mujer con voz temblorosa. "Vete, yo le diré a Megan que viniste".

Pero la chica no estaba dispuesta a obedecer, así que irrumpió en la habitación de la madre donde inmediatamente un fuerte olor a licor y sexo golpeó su nariz. Ella se la tapó con la mano mientras miraba al hombre que estaba de pie medio desnudo junto a la cama. ¡No podía creer lo que veía!

"¿Papá?", preguntó con tono de incredulidad.

No había dudas. Allí estaba su padre, quien se veía totalmente fuera de lugar dentro de la habitación de esa mujer.

"¡¿Qué estás haciendo aquí?!", gritó Scarlett con enojo.

El hombre frunció el ceño y se movió de un lado a otro en silencio, mientras el rostro se le ponía tan rojo como un rábano.

"¿Por qué estás desnudo en la habitación de esta mujer? Papá, supongo que podrás explicarlo".

"No tengo nada que decir, hija".

Fue como si le hubieran sacado el corazón del pecho para arrojarlo contra la pared. Scarlett abrió la boca, pero no salió ninguna palabra de ella. ¿Habría algo que decir? Las cosas que estaba viendo se explicaban por sí mismas. De pronto, su padre la señaló con un dedo acusador.

"¡Entraste aquí como alma que lleva el diablo! ¿No sabes lo que es el respeto? Fue tu culpa encontrarme aquí".

Scarlett dejó escapar una risa irónica. Luego se volvió para mirar a la madre de Megan, quien estaba apoyada contra la puerta, mirándola con ojos fríos.

"Yo traté de detenerte, pero no me hiciste caso", sentenció como si verdaderamente fuera culpa de la chica.

Ella los miró uno a uno, todavía incapaz de creer que la escena que se desarrollaba fuera real. Nunca en su vida podría haber adivinado que su padre tenía una aventura con la madre de Meg. Vivían en mundos completamente diferentes. Le pareció bastante irónico que al ir a resolver sus problemas con su mejor amiga, se topara con esa absurda escena entre su padre y esa mujer.

"Escucha, esto no es lo que parece. Creo que estás entendiendo todo mal, pero no hay absolutamente nada entre tu padre y yo. Nosotros solo...".

"¡Cállate!", la interrumpíó Scarlett. "No quiero oír mentiras. Si no pasa nada entre ustedes, ¿cómo explicas que él esté desnudo en tu habitación? ¿Ahora qué mentira dirás? ¡Lo que está sucediendo es evidente!".

"¡Scar!", gritó su padre.

"¡Cállate tú también! Estoy harta de todo. ¡De tal madre, tal hija! ¿O no? Ambas son repugnantes. ¿Durante cuánto tiempo has tenido los ojos puestos en mi padre? ¡Contesta! ¡¿La misma cantidad de tiempo que Meg ha querido robarme a mi prometido?!", preguntó la chica temblando de ira.

"¡Son un par de z*rras y espero que se pudran en el infierno!".

En ese momento, se oyeron los pasos de alguien que se acercaba apresuradamente por el pasillo. Entonces las miradas de todos se dirigieron hacia la puerta para mirar a la recién llegada, que no era otra que la propia Megan. Estaba sin aliento, pero sus ojos ardientes se posaron sobre Scarlett.

"En primer lugar, ¿qué estás haciendo en nuestra casa y por qué le dices z*rra a mi madre?".

Scarlett empuñó las manos con impotencia. Nunca pensó que algún día sería capaz de asesinar, pero en ese instante, todo lo que quería era apretar el cuello de Megan y exprimirle la vida.

            
            

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