Mis primos Volkov tuvieron suerte, ellos no tuvieron que buscar a una mujer ya que sus mismos padres le prometieron una. Nuestra prima adoptiva Irisha fue prometida a mis primos cuando ella solo tenía siete años. Pero tampoco la tienen fácil porque Irisha se marchó de Moscú ya hace tres años y no se sabe nada de ella desde entonces, solo sus padres tienen información de ella.
-No me molesta el hecho que nuestros padres quiera que sigamos unidos- Empieza hablar nuestro hermano mayor -Lo que me molesta es que nos den un tiempo limitado para buscar una mujer -
-Sin decir que no tenemos los mismos gustos- Lukyan deja ver el punto importante.
-Es lo que nos jode- Sascha rueda sus ojos y suelta un bufido.
Sascha no es muy amante de tratar con delicadeza a las mujeres. A sus veintitrés años es un hombre demasiado peligroso, maltrata y humilla a cualquier mujer que se le acerque, lo peor es que aún necesita de ellas y busca a quien follar, pero estas huyen al ver lo despiadado y agresivo en el sexo.
Lukyan es igual, solo que él está obsesionado con una puta que soporta todos sus tratos, creo que hasta la golpea. Sufre de ataques de ira y cuando algo no es como él lo desea quiere golpear a quien sea.
Nikolay es otro tema, es muy conservador y controlador. Le gusta el orden, las reglas y que le sean fiel, no soportaría ver a su mujer con otros hombres o por lo menos con nosotros.
Gregori es posesivo, no le gusta que sus mujeres estén con otro hombre y si eso sucede dejan de existir para él. Además, es muy cuidadoso con las mujeres, sabe que algunas solo buscar perjudicar y otras no saben cuidar de su cuerpo y salud. Quien este con él debe estar sana.
Adrik y yo somos unos mujeriegos sin remedios, de todos solo nosotros hemos compartido nuestras conquistas. Lo bueno es que sabemos tratan bien a las mujeres.
-Debemos conseguir a alguna chica que pueda con los seis-
Miro rápidamente a Adrik -No es fácil, ninguna chica soportara seis personalidades y además de diferentes tratos-
-Yo tengo una chica en mente- Gregori se roba la atención haciendo que lo miremos -Hace unos días vi una chica en el hotel principal, es diferente a nuestros gustos, pero creo que sería una buena opción. Después de todo si nos casaremos con una sola mujer, entonces ella debe complacernos-
-También vi una chica muy llamativa, pero no creo que a todos le guste su aspecto-
Nikolay -Bueno, confiamos en ustedes. Igual todos debemos tener una candidata, así que busquen una buena opción-
Se marcha del lugar.
Cada quien fue a su lado, yo me voy a mi habitación al ver que mi asistente me mando un correo con toda la información sobre esta chica de cabellos rosa.
Nombre Jennifer Collins. Edad diecisiete años. Nacionalidad americana. Sus padres están vivos y tiene dos hermanos mayores. Llegó a Moscú hace una semana, ahora vive en un departamento totalmente sola. Su fecha de nacimiento es el doce de diciembre. Además de eso estudiará pronto en la universidad.
Es muy joven, eso no le quita puntos, además me da mucha curiosidad conocerla y saber si llega a nuestras expectativas.
Para mis gustos en las mujeres, esta mujer es muy diferente. Por lo poco que pude ver de ella sé que no es alguien fácil, su vestimenta y mirada hacen que lo sospeche. Nunca en mi vida había visto a una mujer tan bella, se ve como una hermosa hada del bosque o mucho mejor una ninfa muy seductora.
No me quejaría si ella termina siendo nuestra mujer.
Tocan la puerta y entra mi gemelo con una sonrisa radiante -Y bien, cuéntame sobre esa chica que viste-
Es costumbre para nosotros hablar sobre nuestras mujeres, la compartimos, disfrutamos un buen rato y luego adiós.
-La vi en el centro comercial, entraba en una tienda-
-¿No te acercaste a ella?-
-No, me quede estático-
-¿El gran Anton Alexendov estático por una mujer? Eso no me lo creo ni en broma- Se burla de mí.
-Debes verla y me entenderás, esa mujer hasta tiene piercing-
-Oh vaya, las chicas que estamos acostumbrados no se lastimarían su cuerpo-
-Exacto, esta mujer es diferente. Hasta pienso que debe traer un tatuaje por algún lado de su perfecto cuerpo y me asegurare de averiguarlo-
-Oye, déjame algo, también quiero comprobarlo-
-Oh no hermanito, primero la tengo que conquistar y luego todos ustedes se pueden unir- Palmeo su hombro -En unos días volveré a verla y me asegurare que esta vez sí me vea-
-Sabes que odio esperar-
-Bueno con esto veremos si esa chica es difícil o solo quiere engañar con esa apariencia-
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Hace unos días pude lograr un pequeño avance, ya esa hermosa chica vio mi rostro. Aunque me sentí un poco intimidado por su mirada tan fría y desinteresada, nunca nadie me ha mirado de esa manera y eso hace que me guste mucho más.
Hoy daré otro avance, al parecer ella pasa todas las mañanas a esa cafetería antes de ir a la universidad en donde estudia.
Veo como entra a dicha cafetería, salgo rápido de mi auto y voy tras de ella como mucho sigilo. La idea es tropezarme con ella para causar un accidente.
Escucho como ordena su bebida y las galletas, pasa unos minutos y estos le son entregados. Al voltearse pensé que me mojaría con su café, pero me doy cuenta que es rápida y solo cae un poco en mi zapato.
-Disculpa- Levanta su mirada encontrándose con mis ojos -Pero debiste estar más alejado de mí, es peligroso-
Qué carácter.
-Sí, una disculpa por eso-
-Tu zapato se mojó-
-No te preocupes, lo bueno es que no te paso nada- Saco la mejor sonrisa -Por cierto, Soy Anton Alexandov-
-Jennifer- Trata de pasar a mi lado, pero me coloco en su camino rápidamente -¿Qué quieres?-
-Tu número telefónico, me gustaría invitarte un café por las molestias que te cause-
-¿Un café? Si ves que estoy tomando uno ahora ¿Cierto?-
Muerdo mi labio, esta chica es una fiera -Bueno, puede ser otra cosa. Un postre, una comida, lo que sea que tú quieras-
-No quiero nada, así que adiós-
Antes de que se marchara tomo con cuidado su brazo.
-Por favor, me interesaste desde que te vi la primera vez ¿No te acuerdas de mi?-
-Sí, el hombre que no me quitaba la mirada-
-Es genial que me recuerdes, yo no he dejado de pensar en tus bellos ojos-
Levanta una ceja, su mirada es muy juzgadora y fría. Esto será un reto.
-Que te recuerde no quiere decir que te daré mi número, así que suéltame que no quiero llegar tarde- Quita mi agarre y se marcha.
Joder, quiero a esta mujer entre mis sabanas y darle como los dioses exigen.