Capítulo 5 5

.Jennifer.

He pasado los mejores días de mi vida, esto es por los hermanos Alexandov. Cada día me veo con uno de ellos o con los tres. Aun no conozco a los otros tres, solo se sus nombres. Pero Anton, Adrik y Gregori han sido los mejores hombres que en mi vida he conocido. Anton siempre es atento, divertido y bromista. Adrik es hablador, siempre busca la manera de hacerme sentir mejor y es muy protector. Gregori es callado, tierno y hasta algo romántico. Soy realmente feliz a sus lados, siempre deseosa de que me den una mirada, toquen mi cabello o cualquier lugar de mi cuerpo.

No sé si esto que siento está bien, es la primera vez y aunque es abrumador, el sentimiento no me desagrada. Estar atraída por tres hombres al mismo tiempo es algo que nunca me imaginé en mi vida, además no sé qué piensen ellos sobre esto si algún día se enteran de mis sentimientos.

-¿Qué harás este fin de semana?- Me pregunta Alek mientras salimos de la universidad.

Él está muy cerca de mí y no solo el, los demás chicos o chicas que dicen ser mis amigos, pero solo lo hacen por atracción a mí y envidia o beneficio.

-No tengo idea, solo sé que no estaré en mi departamento- Respondo de manera simple y seca

A lo lejos veo como el auto de Gregori esta estacionado y él está recargado en este. Que sexy es ese hombre, mis bragas se mojan con rapidez con solo mirarlo.

-¿Entonces no estarás?-

-No, tengo planes, pero no sé qué planes sean- Volteo para mirar a todos -Bueno chicos, disfruten sus días libres. Nos vemos- Me marchó con rapidez hasta llegar a los brazos de Gregori.

-Veo que eres popular-

-No lo creo, solo soy la chica extrajera y diferente- Levanto mi cabeza para mirar sus hermosos ojos azules.

-Muchos de ellos son hombres-

-Muchos de ellos no me agradan-

Me sonríe acariciando mi mejilla.

Sus ojos brillan -Eres preciosa, toda una diosa- Mi corazón casi se sale por sus palabras -Es hora de irnos, preciosa-

Abre la puerta como el caballero que es, pero antes de entrar noto como Alek aun esta con los demás y todos me miran, Alek se ve molesto. No le doy importancia y entró, Gregori me coloca el cinturón y rodea el auto para entrar de piloto.

-¿Y qué haremos este fin de semana?-

-Bueno, hoy nos quedaremos en el departamento, podremos hacer lo que tú quieras y mañana vamos al club-

-¿Al club?-

-Así es, mañana es el cumpleaños de una prima, tenemos tiempo sin verla y al parecer se reconcilió con mis primos y regreso a la ciudad-

-¿Está bien que vaya? Debe ser algo privado de familia-

-No te preocupes, mi prima no tiene amigas y quizás ambas se puedan agradar-

-¿Lo crees?-

-Eso creo, las dos tienen muchas cosas en común-

-Bueno, tratare de ser amable. No soy muy buena haciéndome amiga de mí mismo sexo-

-Sí, ya me di cuenta- Coloca su mano en mi muslo aparentándolo un poco.

-¿Tus demás hermanos no estarán incomodos o molestos con mi presencia en su hogar?-

-Están informado de tu visita, además debes acostumbrarte a ellos y conocerlos. Ellos y tú se verán muy seguido desde ahora-

Levanto una ceja sin comprender sus palabras ¿Qué quiere decir que debo acostumbrarme? No es que vaya a quedarme a vivir con ellos o algo por el estilo. Aunque creo saber la razón de esas palabras, si Gregori dice eso es porque ellos me harán algo más que una amiga. Se bien sobre su familia, toda la generación han sido polígamas y mis chicos cuentan con un padre y dos madres.

Me da esperanza de estar con los tres.

Llegamos al edificio, subimos al ascensor y este llega directamente al penthouse.

-Linda- Adrik no duda en alzarme con sus fuertes brazos y elevarme por los aires -Que gusto tenerte en casa- Besa la comisura de mis labios dejándome algo aturdida.

-Hola guapo- Enrollo mis piernas en su cintura -Creo que se me vieron todas las bragas-

-Eso es cierto, son blancas, hermosa- Anton llega a nosotros, besa mi mejilla.

Escucho como alguien carraspea, me congelo al momento porque eso quiere decir que otra persona que no son mis chicos vio mis bragas.

Joder.

-Oh Lukyan, pensé que no estabas en casa- Habla Gregori.

-Insistieron tanto en que por lo menos me quedara a saludar y conocerla, que tuve que cancelar-

Adrik me baja -Bueno hermano, ella es Jennifer. Linda, él es nuestro tercer hermano, Lukyan-

-Disculpa por lo de hace un momento-

Sonríe de lado se una manera muy siniestra -Tranquila, parece que es normal para ti dejar que se te vean ¿No es así?-

¿Este tipo cree que me ofenderá? Ja, ya lo veremos.

-Imagino que has visto varios de estos, no creo que el mío sea muy relevante, pero te aseguró que no veras uno igual en tu vida- Sonrió de lado imitando su expresión.

Solo bufa tomando asiento.

Se escuchan pasos, de lo que parece ser la cocina sale un chico, como de unos veintitrés años o más, aunque se ve muy grande y musculoso aún se ve joven. Este me mira de arriba abajo, y levanta una ceja mirándome con burla.

-¿Y esta es Jennifer? No se ve tan interesante y especial como la describen-

Respiro hondo.

¿Qué les sucede a estos hombres?

-Sascha- Gregorio le advierte con voz fuerte y dándole una mirada asesina-

-¿Que? No es nada del otro mundo, solo una niña queriendo atención-

-¿Lo dice el que está ofendiendo a una mujer?- Me acerco a él con los brazos cruzados -No creas que te ves muy varonil haciéndolo, te vez patético. Además, lo único en común que parece que tenemos es que yo tampoco te veo interesante o especial-

Se le prensa una vena de su frente -Zorra-

Antes de acercarse a mí con amenaza, Gregori se coloca en su camino -Suficiente. Jennifer es una invitada nuestra y no tolerare más comentarios ofensivos de ustedes ¿Quedo claro?-

Ninguno contesta, solo se pierden en el pasillo.

Me agrada que Gregori sea tan dominante, para ser alguien tranquilo y callado, si deja ver su lugar como el segundo hermano.

-Lo siento, linda- Adrik toma mi mano -Ellos son unos cavernícolas con las mujeres te aseguro que solo no saben cómo hablarte porque nunca han visto a una mujer como tú-

-Estuviste grandiosa, ninguna mujer le ha hablado de esa manera- Anton toma mi mochila -Vamos a mi habitación, ahí podrás ponerte algo más cómodo-

Gregori camina a su habitación, mientras Anton y Adrik me llevan a la habitación del primero.

-Trajiste muchas cosas- Ambos revisan mi mochila como niños pequeños.

-La vida de una mujer no es sencilla- Quito mis botas para ir con ellos -Además no sabía que traer-

-Con esta está bien. La pijama no la necesitas, puedes utilizar nuestras camisas- Anton habla como si fuera lo más normal del mundo -Tendrás que dejar estas cosas aquí-

-¿Y por qué en tu habitación?- Se queja Adrik.

-Porque yo lo decido-

-Esa no es tu decisión, si quiero puedo llevar todas sus cosas a mi cuarto-

Como me gustaría tener unas palomitas mientras los veo discutir sin razón. Siempre pasa esto cuando estoy con ellos, discuten por mí y no paran hasta que...

-Ya basta- Entra Gregori con una vestimenta tan distinta.

Le queda muy bien la ropa cómoda de casa.

-Atormentan a mi preciosa con sus peleas estúpidas- Me sentó en sus piernas cuando toma asiento en la cama -Toma preciosa, ve y cámbiate- Me entrega una de sus camisas.

-Oye- Se quejan los gemelos.

-Yo le iba a dar la mía- Anton se cruza de brazos.

-No, yo le iba a dar la mía- Sigue Adrik.

Ruedo los ojos, aquellos dos son un caso.

Sin decir nada y dejar que ellos sigan en lo suyo, voy al baño de la habitación y cambio mi ropa. Solo me quedo en camisa y bragas, además de mis calcetines.

-Chicos- Me quedo quieta al ver como los tres están mirándome con gran intensidad.

No dejan de ver mis piernas, además que mis pezones se notan mucho.

-¿Les incomodo? Creo que debería ponerme otra cosa-

-¡No!- Dicen los tres.

-Te vez muy hermosa así- Adrik me atrae a la cama nuevamente.

Los tres se posicionan a mi alrededor. Me siento tan pequeña y débil, podía entregarme a ellos en estos momentos si me lo piden.

-¿Tienes cosas que hacer?-

Miro a Gregori -Debo hacer algunas actividades-

-Bien, preciosa. Te dejaremos hacer tus cosas y luego vemos alguna película- Besa mi mejilla.

Dios.