Finalmente la veo salir con una compañera de trabajo, riendo y conversando, luego su compañera me nota y le hace señas para que me mire. Hannah me mira y yo le sonrío sosteniendo un ramo de flores en mi mano.
Ella no corre hacia como de costumbre hace cuando me pongo romántico, y creo suponer que quiere mantener compostura ante su compañera, solo se despide de ella con un beso en la mejilla y camina directamente hacia mi.
-Qué lindas flores -dice con una sonrisa.
-Tus favoritas -se las ofrezco y ella las sostiene para oler su aroma con sus ojos cerrados.
-Así es -dice en suspiro agradable-. ¿Tenemos una ocasión especial y lo olvidé?
Ella abre sus ojos y me ve con un poco de lamentación y yo solo me reí ligeramente.
-No cariño, te he organizado una sorpresa -le informo.
-Oh -se asombra-. Entonces iremos a casa y me arreglaré.
Yo niego con la cabeza, tomo de su cintura y la halo a mi para depositarle un beso en sus labios.
-Estás perfecta como estás Hannah.
-Eso dicen todos y luego te dejan por una que se arregla mejor que uno -dice a la defensiva.
Creo que eso es lo único que me molesta de Hannah, cada vez que quiero hacerle un cumplido, me compara con otro hombre o con su ex. Aún así, para no discutir el mismo tema y arruinar lo que tengo planeado para ella, lo dejo pasar, cómo dije, mañana será el día de resolver todo lo que tenga para hoy.
-De acuerdo, iremos a casa y te arreglarás -la complazco como siempre.
Ella queda encantada, la suelto y abro la puerta del auto para que suba de copiloto, como todo un caballero, luego subo por el lado del piloto y nos fuimos a nuestra casa.
Al llegar, ella se va a arreglar, se tarda su tiempo y yo simplemente la espero en la sala, podría haberla esperado en la habitación, pero me dijo que esperarla en la habitación hará que se sienta desesperada y que todo salga mal.
Saco mi móvil del bolsillo y lo coloco en la mesa, lo veo de lejos y parece tentador quitarle el modo avión, algo me dice que lo apagué, pero sé que solo va a estallar de mensajes importantes y arruinaré mi momento con Hannah.
Miro a otro lado y agito mi pierna, siento mucha angustia, pero trato de calmarme. ¿El bebé de mi hermano estará bien? Eso espero, de igual forma, los doctores se encargarán, ¿No? Yo soy empresario y así que no se que hacer en esa situación, ellos sabrán que hacer y yo lo veré mañana, espero que si sea hijo de mi hermano.
-Estoy lista -me anuncia Hannah y la veo a mi lado.
Le sonrío y me levanto del sofá, y me acerco a ella para besarla.
-Oye, me acabo de pintar los labios -se queja.
-Pues el color que te has puesto es muy provocador -le digo.
La hago reír y se aparta un poco, evitando que la bese y lo entiendo, la respeto, no voy a forzarla, además que tiene razón, se ha esforzado tanto y voy a arruinárselo.
-¿Vamos? -me pregunta y asiento. Ella ve detrás de mí y se extraña-. ¿Dejarás tu móvil?
Volteo a ver el teléfono en la mesa y regreso mi vista hacia ella.
-Si cariño, no quiero molestias, está noche solo para nosotros, si se está quemando el mundo, que busquen a alguien más para salvar el día, hoy quiero ser egoísta y ser feliz con mi novia.
La abrazo por la cintura, beso su hombro y la meso un poco, ella solo me sonríe y saca su móvil de su cartera, en cuanto lo ve, se lo quito.
-César, ¿Qué te sucede? -se enoja un poco.
-Ninguno de los dos tendrá el teléfono -le digo-. Es nuestra noche, no quiero que nada lo arruine.
-Pero era tu madre, podría ser importante.
Me encojo de hombros y apago su móvil mientras lo meto en mi bolsillo.
-Seguramente me está llamando por algo de la empresa, ella me lo advirtió y aún así me tomaré el resto del día para nosotros.
-Tal vez deberías responderle y asegurarte César -insiste.
-Ya te dije que no, ahora vamos, todo estará bien.
Le sonrío, tomo su mano y salimos del casa para subirnos en el auto. El ambiente estaba tranquilo, pero agradable, aunque aquella angustia vuelve a mí, me siento raro, como si algo me faltara.
¿Acaso olvide algo? No, no es algo de olvido, es como un vacío, una oscuridad de repente y es extraño. Tal vez porque no acostumbro a hacer estás cosas, siempre atiendo el trabajo. Sacudo mi cabeza y trato de cambiar de pensamientos. Llegamos al restaurante de lujo al que tanto me ha costado conseguir reservación, pues como dije, es algo especial.
Moví unos cuantos contacto y logré obtener una reservación con un día de anticipación, cuando tengo entendió que se reserva semanas o meses atrás, hicieron la excepción por mi viejo amigo, tío del dueño del restaurante y que además dije que iba a hacer una propuesta de matrimonio.
Nos bajamos del vehículo y le doy las llaves a un valet para que este parquée el auto, nos adentramos al restaurante y al mencionar mi nombre en la entrada, un mesero nos acompaña hacia nuestra mesa. En nuestra mesa, ya estaba el champagne en una hielera y le hago una seña al mesero para que abra esta mientras me preparo. Hannah solo ve el lugar, no tiene expresión alguna y creo que es porque seguramente le sorprende.
El mesero sabe lo que tiene que hacer y yo me volteo para sacar mi cajita, no iba a perder el tiempo, la idea era comer después de que ella diga el sí. Vuelvo a girarme y me arrodilló, el mesero ha agitado la botella lo suficiente como había indicado antes de venir con Hannah aquí. Hace explotar la botella y está lanza su corcho y nos baña un poco de champagne, es como si ya estuviera celebrando el sí, el sonido y baño de champagne llama la atención de Hannah y me ve, ella arriba y yo abajo por arrodillarme.
-Hannah Twist, me harías el hombre más feliz si te casas conmigo -saco la caja y le muestro el anillo. El mesero deja la botella en la mesa sin interrumpirnos y espero la respuesta de ella.
-No -responde negando su cabeza y tapando sus labios con las manos. Parece horrorizada con mi propuesta, así que borro mi sonrisa...