Capítulo 5: El Millonario.
Mientras él se acercaba, la rubia de rizos se levantó de su asiento, mostrando su irritación.
-¿Pero qué...?! -dijo, con voz ronca.
-¡Vete, ya! -le dijo el hombre, con voz dura y sin miramientos.
Ella miró alrededor, confundida, antes de ponerse de pie y salir de la habitación, dejándonos a él y a mí solos.
Sentí la presión de su mano sobre mi hombro.
-Bien -dijo él, en un tono distinto. -¿Estás lista para hablar?
Me senté en la silla, sintiendo como mi corazón se estaba acelerando.
-Está bien, Isabella -dijo, en voz baja. -Puedo explicarte por qué hice todo esto.
-¿Y por qué? -le preguntó, sin querer mostrar el pánico que sentía.
-Bueno, es sencillo -me dijo. -Necesito un favor de ti. Y tú necesitas un favor de mí.
-¿Qué quieres decir con un favor? -pregunté, con cautela.
-Eso es una conversación para otra vez -me dijo, dándome la espalda. -Voy a pagar una tanda para la barra. ¿Quieres un trago?
Se marchó del cuarto, dejándome allí sola. Comencé a recoger mis ropas, tratando de pensar en cómo podía escapar de allí.
Luego, escuché su risa desde el otro lado de la puerta. ¡Tenía que irme de ahí!
Me dirigí a la puerta y la abrí tan rápido como pude. Corrí por los pasillos, buscando cualquier salida, y comencé a tomar cada vuelta que encontré.
Cada vez que tomaba una vuelta, esperaba encontrar la salida. Pero, cada vez que lo hacía, estaba perdido en un nuevo pasillo.
Luego, oí a alguien gritando en la distancia. No sabía si me estaban siguiendo o no.
La adrenalina estaba corriendo a través de mi cuerpo como nunca antes. Me sentí en peligro.
No sabía qué hacer, así que continuó corriendo, buscando una salida.
Entonces, de repente, comencé a escuchar los sonidos de alguien corriendo detrás de mí. Giré rápidamente y vi una figura con ropa oscura.
-¡Distensión! -grité, tratando de detenerlo.
Pero no se detuvo. Seguí corriendo, y me sentí como si fuera una presa.
sigue la atrapa y encierra en otra habitacion arrancandole la ropa, ella llora
Entonces, la figura me agarró por el brazo y me arrastró hasta una habitación oscura. Luego, me toqué en la cabeza con algo duro, y me quedé inconsciente.
Cuando volví en mí, me sentí muy débil. Tenía la cabeza dolorida y los ojos empañados. Sentí una mano en mi espalda y comencé a sentir que me arrancaban la ropa.
Comencé a gritar, pero mi voz era apagada y ronca.
-¡Por favor! -supliqué. -¡No hagas esto!
Sin embargo, no hubo respuesta. Mi ropa estaba siendo arrancada de mi cuerpo y mis gemidos eran ignorados.
Sigue la apertura de piernas y comenzó a besar su vagina, ella se resistía pero empezó a sentir placer enorme. Mucho s*x* explisito pero sin besos en la boca el es frio
Luego, me arrastró hasta la cama, abrió mis piernas y comenzó a besarme entre mis muslos. Me resistí, pero su lengua me estaba excitando y estaba comenzando a sentir un placer sin igual.
El hombre no me miraba a los ojos. Todo lo que quería era hacerme sentir su potencia y su dominio.
Comenzó a metro sus dedos dentro de mí, con cada uno de sus movimientos aumentando mi placer y mi vergüenza.
Pero entonces, comenzó a mover su cabeza hacia abajo, y comenzó a besarme todavía más bajo. ¡No podía creer lo que estaba haciendo!
Me acarició suavemente con su lengua, mientras me abría los muslos. Estaba intentando resistir, pero cada vez era más difícil.
Entonces, de pronto, me detuvo. Se quitó su camisa y se colocó sobre mí, de modo que yo pudiera sentir su piel caliente sobre la mía.
Entonces, comenzó a girar sobre mi cuerpo, besándome de manera suave y dulce.
Su cuerpo estaba apretado contra el mío, moviéndose lentamente, y sintiendo mi piel contra la suya. Yo estaba empezando a sentir un calor desconocido dentro de mí.
Mi cuerpo comenzó a estremecerse y gemir, pero él seguía moviéndose a su propio ritmo. Podía sentir la ansiedad creciendo dentro de mí.
Pero entonces, de repente, él empujó su cuerpo contra el mío y comenzó a deslizarse dentro de mí. No pude evitar gemir de placer.
Él continuó moviéndose hacia adelante y hacia atrás, lento al principio, y después aumentando su velocidad, hasta que nuestros cuerpos estaban en un ritmo armonioso .
Yo estaba cerrando los ojos, dejando que mis sentidos se enfocaran en la sensación de su cuerpo contra el mío.
Su miembro duro se movía adentro y afuera de mí, y mi cuerpo comenzaba a responder. Me rodeó con su cuerpo, atrapándome contra su pecho, y comenzó a moverse con más intensidad.
Pude sentir como mi pecho se oprimía contra el suyo, y mis p*z*n*s estaban tensos contra su piel.
Sus manos comenzaron a tocar mis pechos, apretando y masajeándolos con sus dedos.
Yo estaba comenzando a gemir más fuerte y a mover mi cuerpo de manera intencional para obtener más placer, mientras mi interior mojado empezaba a contraerse y empujar contra él.
Él comenzó a mover su lengua en mi cuello, haciendo que todos mis sentidos se despierten. Yo estaba empezando a sentir como me estaba acercando a mi orgasmo.
Luego, comenzó a moverse más rápido y con más intensidad, y mis gemidos se transformaron en un grito de placer y delirio.
Nuestros cuerpos se unieron en un ferviente ballet de amor, como si no hubieran límites. Pude sentir cada centímetro de él dentro de mí, y nuestros cuerpos se movían juntos, cada vez más fuerte y con más pasión.
De pronto, él comenzó a reír y se detuvo, diciendo:
-Eso no es suficiente para mí. No me ha excitado lo suficiente.
Yo estaba cerrando los ojos y respirando tan fuerte. Mi cuerpo estaba a punto de estallar, y no podía creer que me hizo parar en el momento más inesperado.
Me sentí completamente usado y confundido. Él estaba sonriendo y me miraba con una mirada cruel.
-Pensé que serías una compañía más apetitosa -me dijo, mientras se bajaba de la cama y se vestía.
Yo me quedé allí, tratando de recuperar la respiración, preguntándome qué iba a suceder ahora.
Entonces, sin decir una palabra, él se acercó a la puerta y la abrió. Justo en ese momento, la rubia de rizos estaba esperando en el otro lado, mirándolo con una mirada seductora.
-Solo estaba esperando a que terminaras con ella -dijo, con una sonrisa.