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El día había sido largo, y Liliana no podía quitarse de la cabeza todo lo que había ocurrido en las últimas horas. La conversación con Andrés, la propuesta del manager, y sobre todo, la presión de sus padres. Había algo más, algo que la estaba carcomiendo por dentro: la necesidad de encontrar una salida, un lugar donde pudiera descubrir quién realmente era sin las expectativas que siempre se habían puesto sobre ella.
Cuando llegó a la casa de Valeria, la encontró más tranquila de lo usual. Quizás porque Valeria siempre estaba rodeada de lujo y glamour, pensó Liliana, nunca dejaba que sus emociones se vieran tan fácilmente. Pero hoy, algo era diferente.
-Lili, te veía perdida en tus pensamientos. ¿Todo bien? -preguntó Valeria mientras las dos se sentaban en el amplio sofá del salón.
Liliana suspiró y dejó su bolso en la mesa. Miró a su amiga, sin saber cómo explicar todo lo que pasaba por su cabeza.
-No lo sé. Estaba pensando... sobre lo que me ofrecieron en la película, sobre mis padres, sobre lo que quiero hacer. Estoy agotada. No sé si quiero volver a esa vida que todos esperan de mí.
Valeria asintió, como si entendiera perfectamente lo que su amiga estaba sintiendo. Después de un momento de silencio, la miró con una sonrisa llena de complicidad.
-Sé lo que necesitas, Lili. -Se acercó a ella con un brillo en los ojos-. Necesitas un respiro. Un cambio de aires. Alejarte de todo esto y pensar. No más películas, no más subastas. Solo tú y yo.
Liliana la miró, confundida.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero que vengas conmigo a un retiro. Un viaje para encontrar lo que realmente quieres. Nada de glamour, nada de presiones. Solo un lugar tranquilo, alejado de todo. Nos tomamos unas semanas para desconectar del mundo y reconectar con nosotras mismas. -Valeria dejó que la idea se asentara en el aire antes de continuar-. Será una experiencia de crecimiento personal. No se trata solo de desconectar de California, sino de reconectar con tu ser interior. Y creo que te vendría bien.
Liliana se quedó en silencio, pensando en la propuesta. Un retiro podría ser exactamente lo que necesitaba. Un lugar donde no tuviera que ser la hija de los Keller ni la famosa actriz que todos conocían. Solo una mujer buscando respuestas.
-Suena bien -dijo finalmente, con una leve sonrisa en el rostro-. Pero, ¿dónde exactamente?
Valeria sonrió, complacida con la respuesta de su amiga.
-Lo tenía pensado. Un pequeño resort en las montañas, en un lugar alejado. Es un lugar ideal para meditar, relajarse, y... tal vez encontrar lo que estamos buscando.
Liliana pensó en todo lo que había dejado atrás. California, sus padres, la carrera que siempre había estado en sus manos. Tal vez este viaje fuera lo que necesitaba para poner en orden su vida.
-Entonces, vamos. ¿Cuándo?
Valeria se levantó rápidamente y empezó a buscar algo en su teléfono.
-Perfecto. ¡Lo planeamos para la próxima semana! Lo que necesitamos ahora es simplemente empacar, disfrutar del viaje y... desconectar por completo.
Liliana se levantó también, dejando de lado los pensamientos que la habían estado atormentando. El retiro sería su refugio, su oportunidad de encontrarse a sí misma sin las voces de la familia, la prensa y los admiradores que siempre la rodeaban.
Justo cuando Valeria estaba a punto de confirmar la reserva en su teléfono, una llamada entró al teléfono de Liliana. Era un número desconocido.
-¿Quién será? -dijo Liliana, mirando la pantalla.
Valeria levantó una ceja, casi como si sospechara que esa llamada podría tener algo que ver con su vida profesional. Liliana respondió, y al instante, la voz familiar de Mark, un productor de cine de California, resonó al otro lado.
-Liliana, soy Mark. Quiero hablar contigo sobre un papel que tenemos en mente para ti. Es un proyecto muy interesante. Sé que has estado alejada del cine, pero creo que es la oportunidad perfecta para regresar. Estoy organizando una audición en los próximos días y me gustaría que fueras parte de ella.
Liliana sintió que su corazón daba un vuelco. El cine siempre había sido su pasión, pero la otra parte de ella, la que quería escapar de todo eso, ahora se sentía atrapada.
-Gracias, Mark, pero... ahora mismo estoy tomando un tiempo para mí. Estoy un poco alejada de todo esto. -Colgó rápidamente, sin querer hablar más al respecto. El productor, al igual que David, entendió, pero Liliana no podía evitar sentir que esa oferta representaba todo lo que había querido dejar atrás.
Valeria observó el gesto de Liliana y entendió perfectamente.
-Es lo que pensaba -dijo Valeria mientras se acercaba a ella-. Sabía que esa llamada te iba a hacer dudar. Pero ahora, con el viaje que vamos a hacer, tendrás el espacio que necesitas para pensar realmente en lo que quieres.
Liliana asintió y se dejó caer en el sofá, cerrando los ojos por un momento.
-Gracias, Valeria. Necesito esto más de lo que pensaba.
La conversación fue interrumpida por una nueva notificación en el teléfono de Valeria. Ella lo miró rápidamente, y su expresión cambió.
-¿Qué pasa? -preguntó Liliana, algo inquieta.
Valeria le mostró la pantalla, donde una noticia reciente aparecía: "Liliana Keller, la hija de los Keller, regresa a California y asiste a una subasta benéfica. Los medios se preguntan por qué tan misteriosamente estuvo alejada por tanto tiempo". La noticia estaba llena de especulaciones, comentarios y fotos de la subasta donde Liliana había aparecido.
Liliana no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. Aunque había disfrutado de su libertad en los últimos días, la prensa no la dejaría tranquila.
-Esto no va a parar -dijo Liliana, con una mezcla de frustración y cansancio.
Valeria la miró y sonrió con complicidad.
-No te preocupes. Al menos tendrás un respiro en el retiro. Y si todo sale bien, tal vez este viaje te ayude a tomar la decisión que necesitas. ¿Quién sabe? Tal vez incluso puedas encontrar algo más que respuestas.
Liliana, aunque insegura, asintió. Este viaje sería una nueva página en su vida. Y aunque no lo sabía, tal vez, lo que encontraría en ese viaje cambiaría su vida de manera irreversible.