una diosa para un beta
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Capítulo 4 capitulo 4

Habían pasado los años, los que fueron pequeños hijos de abril y Deimon ya iban a cumplir 16 y en honor a ellos iban a celebrar una gran fiesta con toda la manada invitada a la celebración, ya que sería el día en que Arturo podrá comunicarse con su lado salvaje llámese la bestia que llevaba dentro y con ansias esperaban que Akira también mostrará su loba aunque para Naím no era emocionante, algo dentro de él decía que ella no era una loba, pero hoy iban a confirmarlos todos.

Arturo estaba emocionado a las doce de la noche, exactamente empezaría la fiesta y él conocería ese lado de él que anhelaba conocer, aunque Arturo se convertía en lobo desde pequeño nunca había podido hablar con su bestia, solo sabía que su subconsciente le decía que su lobo se llamaba Gabriel.

-Arturo estás muy emocionado-

Le dijo una señora que tomaba medidas para su ropa especial por el día de su cumpleaños, Arturo se miraba en el espejo y arreglaba su pelo mientras le terminaban de tomar medidas

-sí, lo estoy algún día, seré el alfa de esta manada-

Decía Arturo muy orgulloso de sus palabras y con rostro neutro no era como Akira que sonreía por todo, él era serio, solo lo hacía cuando veía a Leila aquella loba que era su devoción y que en dos semanas sería su cumpleaños también.

-¿han visto a la señorita Akira?-

Entro una de las chicas costureras alarmada necesitaba las medidas para diseñar el atuendo de esta pero había desaparecido.

-dile a Naím que la busque porque aquí no está, él sabrá donde se esconde, siempre sabe donde está Akira cuando se escapa, cuando no quiere algo como ahora que no se quiere tomar las medidas-

Dijo Arturo sin mirar tan siquiera a la chica mientras que la costurera lo miraba y reía

-eres un lobo muy serio- A lo que este respondió

-para ser alfa debes hacer que te respeten desde que naces y yo seré un gran alfa-

La costurera sonrió y asintió con la cabeza, era una señora de algunos siglos ya un poco mayor.

***

-Hey preciosa, ¿por qué no estás en tu habitación para que te tomen las medidas?-

Akira se hallaba en su lugar favorito del bosque, una cueva con un lago azulado con algunos rayos del sol que penetraban el lugar dándole un toque mágico y mariposas de colores rondaban el espacio haciéndolo más espectacular, había un hermoso césped que daban ganas de dormirte en él. Este sitio lo descubrió escondiéndose porque no se quería bañar a sus 9 años

Ella volteó hacia Naím quien la miraba tirada en el césped con un vestido un poco translúcido mostrando un poco de los atributos se Akira Naím se concentró solo en mirar sus ojos aunque a veces a su cabeza llegaban imágenes del cuerpo de su amada Akira él rápidamente los borraba no quería verla con lujuria

-simplemente, no tengo ánimos, a veces creo que no soy tan siquiera una loba-

Naím se sentó en el césped y le invitó a sentarse a ella también

-no me importa si eres una loba, una Ninfa o lo que seas, te amaré de igual manera y lo sabes-

Naím y Akira no se mostraban afecto delante de sus padres aunque abril sospechaba un poco ellos, solo se decían todas sus palabras de amor cuando estaban solos sin que nadie los viera para que Deimon no armara más discusiones, ya que decía que Akira era su bebé y que tenía que esperar a ser un poco más mayor para luego poder estar con Naím, pero era obvio que él no se podía aguantar y Akira con el paso de los años, fue enamorándose de Naím profundamente o todo eso pasó el día que Akira destruyó la feria por celos desde ese día algo en ella cambio empezó a tratar diferente a Naím, ya no quería ser tan niña quería ser más mujer para que Naím no mirara a otras chicas. Naím la tuvo que consolar en muchas ocasiones, donde ella lloraba de rabia porque aún seguía siendo una niña plana y decía que quería verse como su madre.

El tiempo la premio y a sus quince años Akira ya tenía su cuerpo desarrollado aunque le faltaba mucho, pero tenía un cuerpo sexy y una piel blanca impecable, su cabello blanco intensamente que bajaba a su pequeña cintura

-lo sé Naím, pero a veces veo Arturo y es tan diferente a mí, él es tan fuerte y decidido, admirado por todos, mi padre se siente tan orgulloso de Arturo que yo... quisiera ser como él-

Dijo tímida bajando la cabeza mientras que Naím levantó su mentón

-¿acaso te tratamos diferente a cómo tratamos a Arturo? ¿O Deimon te demuestra menos amor que a tu hermano? ¿O tan siquiera abril?-

-no-

-¿no te ama Arturo?-

-si me ama y protege hasta de ti-Naím la miró fijamente a los ojos

-nunca te sientas menos que nadie, mi princesa con o sin loba todos te amaremos igual, y que si no tienes loba tienes poderes grandiosos que pronto volverán y tienes un beta que te hará Luna de una manada y serás grandiosa mi pequeña Akira y serás...-

Naím no pudo seguir articulando palabras, sus ojos estaban dorados, su lobo deseaba a Akira y la deseaba mucho, nunca la había besado tan siquiera, pero se quedó fijo mirando esos labios rosas que no se podía contener, así que con rapidez se paró y miró hacia arriba respirando pesado

Akira frunció el ceño ella sabía cuánto la deseaba Naím, pero este no le decía nada sufría en silencio él nunca la miraba directamente por miedo a descontrolarse, pero esta vez Akira tomaría la iniciativa también deseaba a Naím solo que su deseo no era aún tan fuerte como el de él un lobo que le lleva demasiados años.

-Naím mírame-

Este no hacía caso y ella se acercó más a él

-por favor Akira no te acerques-

Dijo este sin mirarla tratando de controlarse

-Naím, por favor mírame ahora-

Naím resopló y miró lentamente a Akira esta vio aquellos ojos dorados y Naím la escaneo de arriba abajo y se lanzó contra ella derribándola y respirando pesando cuando volvió en sí se iba a levantar no la iba a tocar, pero esta lo sostuvo por el cuello y pegó sus labios a los de Naím sin saber qué hacía, pero esperaba que Naím la guiara, este se quedó quieto, pero luego poco a poco fue besando a Akira y chupando su labio inferior probando el mejor manjar de su vida, la empezó a besar con hambre las piernas de ella se enrollaban en la cintura de él mientras que él ponía los brazos de esta por encima de su cabeza y la besaba con hambre.

Deseaba a su Akira la deseaba demasiado y ese beso demostraba lo mucho que se amaban.

Continuará...

            
            

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