Capítulo 7 6

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"CERVEZAS, CIGARILLOS Y GOLPES"

Mi corazón late con demasiada fuerza dentro de mi cuerpo y siendo honesta la última vez que me sentí de esta manera fue por Hugo y bueno, él ya no está. Samuel levanta la mano para que lo vea pero antes de ir a su encuentro observo con detenimiento a la futura esposa de papá y la abrazo con tantas fuerzas hasta que entienda que estoy tan agradecida por haber aparecido en nuestras vidas.

Cada paso que doy por el extenso camino de pétalos de rosas que da hacia el altar se siente doloroso, Aarón no está por ningún lado, así que me siento un poco más relajada al saber que ese pedazo de troglodita no empezará una pelea en medio de la boda de nuestros padres.

-¿Qué haces aquí?-Pregunto con una enorme sonrisa en la cara que me es imposible de ocultar. El traje que lleva puesto el médico lo hace lucir jodidamente sexy; su cabello rubio está perfectamente peinado entre tanto un aroma a cítricos dulces se desprende de su cuerpo.

Samuel toca con cuidado mi cabeza para acto seguido entregarme el ramo de rosas rosadas que ha traído para mí-Anoche te llamé y...-Bajó la cabeza cuando ambos nos percatamos de sus mejillas rojizas, ¡Dios! ¿Cómo un hombre como él puede verse tan adorable con algo tan simple como esto?-Creí que me habías dado tu número mal, me sentí triste, ¿Sabes?

Sonreí nerviosa y sin saber que decir-¿Puedo saber porque?

Asintió dando un paso más hacia mi encuentro, mis piernas se sentían inestables así que debía aguantar la respiración para no desmayarme delante de cientos y cientos de invitados.

-¿Alguna vez haz sentido el amor a primera vista?-Mis ojos se abrieron-Yo sentí eso contigo y es por eso que estoy aquí luego de la llamada de tu madrastra, estaba tan desesperado que fui al restaurante en donde te conocí, pero nadie me pudo dar información sobre ti y bueno, al menos ella si me acepta en tu familia...

Señaló a Bárbara y sonreí mostrando los dientes-Gracias por las flores, en un momento deberé hacer la marcha hacia el altar con mis padres, ¿Podrías aguardar un poco?

Samuel empujó mi cuerpo un tanto hacia adelante dejando nuestros rostros a escasos centímetros-Te esperé todo lo que sea necesario, ¿Qué son unos minutos ahora? ¡Nada comparados a toda mi vida sin ti!

Carajo... Tragué en seco al oír aquellas palabras que volverían loca a cualquier chica en este planeta, me giré agitando mis manos en señal de despido pero me detuve al estrellarme contra el pecho de Sullivan. Para mi suerte Samuel ya iba demasiado lejos, así que ahora lo único que podía rogarle al cielo es que mi maldito hermanastro no nos haya visto y así poder evitar una tragedia.

-Tu papá te está buscando...-Aarón miró por encima de mi hombro, así que me moví un poco para evitar que viera a Samuel alejándose de nosotros.-¿Con quien hablabas? Extrañamente mi madre está un poco rara, me hizo cortar un montón de papeles para algo que no entendí y cuando salgo te veo hablando con un tipo, ¿Qué me están ocultando ustedes dos?

-¡El mundo no gira a tu alrededor!-Lo empujé a un lado para sacarlo de mi camino, pero terminé chillando de dolor al recibir su agarre con fuerza sobre mi muñeca-¡¿Qué te pasa?!

Jalé mi mano hacia atrás para soltarme pero esto hizo que me sostuviera con mayor fuerza-¿Era el médico?-Bajé la cabeza y solo pude escucharlo bufar-¿No te dije que el teléfono que te regalé no era para que anduvieras hablando con otros? Los números que guardé son los únicos que necesitas, ¿Por qué no puedes ser obediente?

-¿Obediente?-Miré hacia un lado cuando el tío Tobías comenzó a mirarnos desde lejos junto a su esposa e hijos. Kitty llegó de repente con Paul y los demás amigos de la universidad y entendí que este no era el momento para hacer una escena delante de todos-Te diré solo una cosa, Aarón Sullivan-. La marcha nupcial empezó a sonar y ambos miramos hacia la entrada principal.

Papá entró de la mano de Bárbara y no pude evitar llorar un poco al verlos tan felices, mi nuevo hermanastro me extendió la mano porque nosotros debíamos entrar después de ellos, así, agarrados como hermanitos que se amaban cuando en realidad lo único que quería ahora mismo, era matarlo con mis propias manos. ¡Dios! Es que no era posible que yo, Romina Western, pasé toda mi vida haciendo buenas obras terminara conviviendo con un idiota como ese moja bragas.

Abrí los ojos cuando después de pensarlo caí en cuenta de algo, ¿Y si Aarón era mi nueva señal divina? Quizás si lograba que él saliera enserio con alguien y se enamorara de ella, yo... Yo... ¡Sería libre! ¡Claro que sí! Si Sullivan ama en verdad a una chica no tendrá tiempo para joderme la vida.

-Lo que sea que estés pensando...-La voz de mi hermanastro me jaló hacia la realidad-Déjalo...-Sus ojos y los míos se conectaron y aparté la mirada.

-¿Alguna vez haz amado a alguien?

Mi pregunta fue sorpresiva, tanto que Aarón detuvo la marcha nupcial, nuestros padres comenzaron a caminar solos mientras que nosotros quedamos en la mitad del camino. Los ojos de Sullivan no se quitaban de mi rostro; comencé a mirar a todos a mi alrededor y es que esta escena era digna de un drama coreano.

El pelinegro me sostenía de la mano entre tanto aquel sujeto estaba inmóvil y observándome como si quisiera asesinarme. Los invitados ya comenzaba a murmurar cosas, así que di un paso hacia adelante intentando devolverlo en sí-¡Hey!-Susurré despacio buscando no llamar más la atención.

-¿Por qué me preguntas eso?

Miré al tío Tobías y negué cuando preguntó si ocurría algo.

-¿Podemos resolver eso después de la boda? Nuestros padres están a punto de llegar al altar y...-Volví a respirar al sentirlo caminar de nuevo.

-Nunca he amado a nadie...-Casi detengo mis pasos pero seguí caminando hacia adelante, Samuel me sonrió apenas me vio y levantó la mano para saludarme-Eres buena mintiendo, ¿No?-se burló-Veo que mamá está de tu lado, pero no cantes victoria rápido, ¿Sabes que sucede cuando las personas se casan?

-No.-Dije sin más pero aparté la cabeza actuando sus labios se acercaron a mi oreja izquierda.

-Se van de luna de miel... -Mi entrecejo se frunció porque no entendía a donde quería llegar con esto-Tu papá llevará a mí mamá a Europa por un mes...-Le quité la mano apenas llegamos al altar-Estaremos treinta días solos...

Harold me dio un abrazo y Bárbara imitó su acción, Aarón le entregó a nuestros padres los anillos de boda entre tanto el notario hacia la pregunta más importante para sus vidas. Mi mundo se estremeció al oír el rotundo "Acepto" por parte de los dos y entendí que mi vida sería miserable a partir de ahora.

¡Tengo que hacer que Sullivan se enamore lo mas pronto posible de alguien!

-Bienvenida a la familia...-Solté casi entre sollozos y suplicando con la mirada a mi padre que por nada del mundo se fuese y me dejase sola con este troglodita.

-Aarón...-Harold llamó a su nuevo hijo-¿Recuerdas lo que hablamos cuando te pedí la mano de tu madre?-El pelinegro me miró sonriente y asintió a la pregunta de papá-Debes cuidarla siempre, ahora son hermanos así que cuídala en todo momento, eres el hombre de la casa y debes alejar de ella todos los hombres que no le convengan...

-¡Papá!

Protesté tan fuerte que los invitados nos miraron incluyendo a el notario.

-Harold tiene razón...-Agregó Sullivan jalándome hacia él-Te prometo que haré un gran trabajo y te sentirás orgulloso de mí, cuidaré a Romina como lo que es ahora, mi pequeña y adorable hermanastra...

¡Todos están locos!

Como pude me zafé de su doloroso agarre caminando de vuelta hacia la salida y recordando las veces que Harold solía decirme que se arrepentía de no haberme dando un hermano con el cual compartir buenos momentos, pero jamás me imaginé que mi vida se convertiría en un infierno gracias a esto.

Las tacones de mi zapatillas se enterraban en el césped de nuestro jardín con cada paso que daba. Me sentía mareada, herida y demasiado tonta para mirar a la cara a Samuel ahora mismo pero no tuve tiempo de esconderme al percatarme como el rubio se aproximaba hacia mí rápidamente con el rostro lleno de preocupación.

-¿Te pasa algo?

Samuel intentó tomar mi mano pero la aparté bruscamente.

-¿Podemos hablar después?-Volví a caminar pero el médico bloqueó mi camino. Bufé-¿Estás seguro que quieres esto?

Mis manos cayeron a cada lado de mis caderas. Le sentía agotada con todo esto.

-¿De qué hablas? ¿Por qué estás temblando?

-Dime, ¿Qué ganas si sales conmigo? ¡Aarón siempre estará detrás de ti por salir conmigo!

Sus manos tomaron mi rostro para que lo observara-Le puedo demostrar que puedo cuidarte. ¿Por qué no vamos y hablamos con él?

-¡Noooooo!

Grité agarrándolo de la americana; mi respiración se sentía caliente, había solo pasado cuatro días desde que conozco a Sullivan y ahora gracias a él mi vida era un caos.

-¿No te gusto?

Levanté la cabeza ante su pregunta.

-¿Perdona?

-Estoy aquí porque me gustas, me gusta desde la primera vez que te vi, pero si no sientes lo mismo yo... Yo no puedo seguir avanzando con esto. ¿Te intereso como hombre?

Sus ojos estaban fijos sobre los míos, todos los invitados de la fiesta de papá y Bárbara se encontraban departiendo felices entre ellos. Harold bailaba sonriente con su nueva esposa mientras que aún costado podía notar a Aarón besando a Maribel quien ni siquiera me había percatado de que estaba aquí.

La morena se hallaba sentada sobre sus piernas entre tanto mi hermanastro la movía algo excitado.

-Te veo de esa forma.

Solté ahora mirándolo a él.

-¿Puedo...-Cerré los ojos al sentir sus dedos tocar mis labios-Realmente puedo besarte...?-Caminé hacia un enorme arbusto para cubrirnos. Samuel sonrió besando mi frente, su cuerpo se sentía caliente al igual que el mío. Sus manos trazaron líneas imaginarias por mis mejillas hasta llegar a las comisuras de mi vida.

-Hazlo.

Declaré mordiendo entre mis dientes mi labio inferior; me sentía ansiosa porque había pasado demasiado tiempo desde que estuve así con un hombre.

Pasé meses llorando por Hugo que me decía a mí misma que jamás me gustaría alguien como me gustaba él y creo que la maldición del novio anterior se comenzó a romper para mí porque estas mariposas imaginarias que revolotean dentro de mi estómago es la señal que necesitaba para dar el siguiente paso.

Samuel sonrió antes de acercar su boca hacia mis labios, cerré los ojos anhelando con toda mi alma ese tacto que me haga sentir una vez las viva, mis piernas se removieron de un lado hacia otro, esperé, esperé pero jamás sucedió.

Abrí los ojos de golpe al sentirme vacía cuando las manos del médico abandonaron mi cuerpo mientras que lo último que pude oír fue un golpe en seco. Grité desde lo más profundo de mi alma al ver a Aarón vuelto una furia encima del hombre que me ayudaría a olvidar todos mis problemas.

Samuel intentaba bloquear los guantazos de su oponente, pero pareciera que Sullivan era algún tipo de boxeador profesional porque siempre le daba en los puntos más doloroso de su cuerpo.

Corrí buscando separarlos, pero papá, Bárbara, Kitty y todos los empleados detuvieron sus alegrías para intentar controlar esta maldita pelea que no sólo había arruinado mi cita, sino que también la boda de nuestros padres. Harold tomó a Aarón por los hombros para quitarlo del cuerpo casi agonizante del hombre que sería mi futuro novio; pero estaba más que segura que después de esto él no querría volver a verme.

Di un paso hacia atrás desilusionada, la sangre de Samuel estaba sobre los nudillos de Sullivan. Su aspecto se veía como un bestia salvaje que sólo se saciaría si asesina a su presa. Mis manos cubrieron mi boca al ver el estado de aquel tipo que lo único que hizo fue querer salir conmigo, ¿Será así de ahora en adelante? ¿Aarón intentará alejar y amedrantar a todos los tipos que quieran salir conmigo?

-¡¿Qué sucedió?!

Inquirió por primera Bárbara moviendo sus pasos hacia mí, sus delgados y frágiles brazos me sostuvieron rodeando así mis caderas. Sus ojos claros observaron los míos y me rompí delante de ella.

-Yo solo... Yo solo...-Volví a llorar ahora con mayor fuerza-¡Nos íbamos a besar!-Aarón me miró para luego reírse.

-¡Con un tío que conociste ayer, maldita sea!-Gritó con un perfecto acento español-¿Qué sucedería si este tipo no es quien dice ser? ¡¿Sabes quién es su familia?! ¿Sabes su apellido? ¡Dimeeeeeeeeee!-brinqué aterrada-¿Por qué eres tan tonta, Romina? ¿Tan falta de amor estas que con el primero que te diga cuán bella eres te vas a ir?

-¡Samuel no es nada de eso!

Me defendí tambaleándome un poco por las sensaciones del momento.

-¿Cómo lo sabes?

Ahora gritó él.

-¡Bárbara lo investigó!

Aarón observó a su madre furioso.-¿Usaste los recursos de nuestra compañía para esto, mamá? ¡¿Te harás responsable si Romina termina abriendo las...?!

Mi mano impactó con fuerza y violencia contra su rostro, Sullivan mantuvo los ojos bien abiertos por un par de segundos hasta que su mirada y la mía se conectaron. Papá llamó una ambulancia para llevar A Samuel a la clínica lo más pronto posible. Su estado no era muy bueno.

-¡Eres un maldito!

Vociferé buscando la forma de volver a pegarle, pero Aarón agarró mi mano antes de que lo hiciera.

-Ahora somos familia y tendrás que ver mi cara por el resto de tu perfecta y rosada vida.

Harold caminó furioso hacia nosotros y sonreí porque sabía que por primera vez papá me daría la razón a mí-¡¿Qué carajos estabas pensando?!-No pude evitar reírme-¡En mi boda, Romina!-Les juro que todas las expresiones de mi rostro se borraron inmediatamente ante la acusación de mi propio padre. Kitty negó aturdida y yo me uní a mi mejor amiga-¡Mira lo que acabas de provocar! Aarón sube a mi coche porque debemos ir a la estación de policía a declarar lo que tu hermana te obligó a hacer para defender su honor.

¡¿...Qué rayos...?!

-¿Mi honor?-Hablé con un tono de voz alto-¿Recuerdas quien me dio lo condones cuando decidí acostarme con Hugo y aún no sabias que era pobre?

Mi hermanastro observó a papá.

-¡Eran otros tiempos!

-¡Fue hace dos años! ¡Ya no soy una niña papá! ¿Por qué me dices que soy la culpable cuando Aarón tenía la lengua en la garganta de Maribel? Jamás... Jamás me habías hecho sentir de esta forma...

Las luces de la ambulancia me hicieron espabilar apenas llegaron a la mansión Western. Los empleados comenzaron a despedir a los invitados y entendí que Harold sentía que yo era la culpable de todo esto.

-Entra a la casa con Bárbara y espera que volvamos...

Samuel se quejó al entrar a la ambulancia y caminé hasta él para tomar su mano-Lo siento...-Lloré amargamente-Lo siento tanto, espero que me perdones...-Sullivan me empujó para que me alejara pero mi mano se estampó contra su rostro-¡Eres un animal de lo peor!

-¿Lo soy?

Sonrió y le volví a pegar.

-Aléjate de mí... No somos hermanos, solo eres un maldito que cree que puede hacer conmigo lo que se le antoje solo porque tiene la aprobación de mi padre y no, no, Aarón Sullivan, soy dueña de mi cuerpo y de mis actos y te juro por Dios que te lo voy a demostrar...

-¿Me estás retando?

Acerqué mi rostro al de él.

-Te va a doler cuando te enamores...

-¿De quién?

Ahora soy yo la que se burla.

-De mí-Susurré despacio para que nuestros padres no oyeran-¿y sabes que es lo mejor de todo?

Negó aturdidos mirando mis labios-Dime...

-Qué nunca me vas a tener... Y me vas a suplicar que te ame...

Esto es la guerra, maldito hermanastro...

Al día siguiente una fiesta, una playa y mucho alcohol le dieron la bienvenida a esta guerra sin fin.

¡Vamos a ver si seguirás siendo el mismo después de esto!

            
            

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