Un amor especial : Mi razón de ser
img img Un amor especial : Mi razón de ser img Capítulo 5 ¿COMO LLEGO AQUI
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Capítulo 6 HAY ALGO MAS img
Capítulo 7 Una propuesta laboral img
Capítulo 8 AYUDARLA img
Capítulo 9 Nuevo trabajo img
Capítulo 10 Que egoísta eres img
Capítulo 11 Guía img
Capítulo 12 Mejor guía de turista img
Capítulo 13 ¿SE PUEDE CURAR img
Capítulo 14 ¿Cómo ayudarla img
Capítulo 15 YO LO CUIDARE img
Capítulo 16 Esto no debió pasar img
Capítulo 17 NO SOMOS UN ERROR img
Capítulo 18 Préstamo aprobado img
Capítulo 19 NADA ES MAS HERMOSO QUE TU img
Capítulo 20 TE AMO img
Capítulo 21 Una trampa img
Capítulo 22 Noticia img
Capítulo 23 Traslado a Londres img
Capítulo 24 Cirugías img
Capítulo 25 Ya no se lo que debo hacer img
Capítulo 26 Un viaje rápido img
Capítulo 27 Un falso compromiso img
Capítulo 28 DOS SEMANAS img
Capítulo 29 VERDAD 1 img
Capítulo 30 NOEMÍ ÁLVAREZ img
Capítulo 31 Mentiras que se convierten en verdad img
Capítulo 32 VERDAD 2 img
Capítulo 33 Reconquistar img
Capítulo 34 Al igual que tu, estoy embarazada img
Capítulo 35 Una propuesta img
Capítulo 36 Natalie img
Capítulo 37 Buscarla img
Capítulo 38 Conocer a mis empleados img
Capítulo 39 La heredera Gothric img
Capítulo 40 Hola Natalie img
Capítulo 41 Un Trato img
Capítulo 42 Boda img
Capítulo 43 Fin img
Capítulo 44 Epílogo img
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Capítulo 5 ¿COMO LLEGO AQUI

NOEMÍ GOTRHIC

Cuando volví con mi hermano al puesto. Dulce, me preguntó dónde lo encontré, así que tuve que contar todo, incluso del chico guapo con el que estaba. Dulce quería saber más de él porque le dije lo guapo que era, pero no tenía más que contarlo, pues, se fue y no supe qué hacía ahí.

-Bueno, si estaba aquí seguramente tiene a alguien en el colegio -comenta Dulce.

-No lo creo, se veía muy elegante, no creo que alguien así tuviera un hijo o un hermano en nuestro humilde colegio -respondí. Y si la ropa que ese hombre usaba era de más cara, de seguro ya no lo volveré a ver.

Yo estaba muy segura de que no volvería a ver a ese hombre tan guapo y elegante, hasta que lo vi con el señor mayor disfrutando uno de mis postres. Sonreí porque en su rostro se podía ver lo mucho que lo disfrutaba y no sé por hace feliz que le gustaran mis postres.

Lo observé un momento en silencio hasta que la directora del colegio sube a la pequeña tarima y dice algunas palabras, para luego presentar al hombre que está de cumpleaños y a quien le hice el pastel, él agradeció y le encanto mi pastel, pero tuve que irme corriendo, pues mi abuelo tuvo una crisis y no pude quedarme.

Tomé a mi pequeño y junto a Dulce nos fuimos de regreso a la casa en donde dejé a Saúl. En el auto con Dulce y entré a la casa de donde provenía un escándalo. Mi abuelo se alteró, y comenzó a lanzarle las cosas a la vecina. Ella salió corriendo y lo dejó encerrado.

En cuanto llegué a la puerta de la casa, saqué mis llaves, abrí la puerta y, en cuanto entre un objeto que no sé qué es, se impactó sobre mi frente. El abuelo estaba fuera de sí, destruyendo la casa.

-Abuelo, cálmate, soy yo -intenté acercarme, pero parece que lo que dijo el médico es verdad: la demencia ya alcanzó al abuelo.

Intente detenerlo, pero es más fuerte que yo, me empujó y caí al suelo, cuando estaba por salirse a la calle dos médicos entraron y lo sujetaron y otro entro detrás de ellos le inyecto algo para calmarlo.

Yo seguía en el suelo tratando de soportar el dolor debido al golpe que me di al caer y también por el golpe en mi frente, el cual también dolía y sangraba cuando, la persona que menos pensé entró por la puerta y se acercó a mi preocupado.

-Noemí, ¿estás bien? -El señor Moore se acerca a mí para revisar mi rostro y yo no puedo decirle ninguna palabra, . Estoy congelada, como llego el aquí.

-Ven, vamos a que te curen esa herida -Erick Moore, me sacó entre sus brazos de la casa, y me llevó afuera donde una ambulancia esperaba. Los paramédicos limpiaron mi herida y colocaron una bendita, pues no era nada grave.

-¿Cómo llego aquí? -interrogue al señor Moore, en cuanto los paramédicos me dejaron en paz.

-La maestra de su hermano le comento a la directora la razón por la que te marchaste, sentí curiosidad qué tipo de crisis había tenido tu abuelo y pues, conocí a personas con Parkinson avanzado y sé lo violentos que pueden ser, así que le pedí a la directora tu dirección y llamé a los especialistas en estos caso, por si los necesitamos -responde el señor Moore y yo me quedo pensativa, no sé qué haré con mi abuelo.

-Debes escoger un lugar para él -el señor Moore, me entrega unos folletos de lugares donde mi abuelo puede ser internado y algunas lágrimas escapando de mis ojos.

-No quiero dejarlo solo -respondí en medio de mi llanto.

-No lo harás, pero es importante que entiendas que ahora es un peligro para ti y para tu hermano. Si llega a lastimar a Saúl, en una de sus crisis las autoridades podrían quitarte a tu hermano. -Erick, me mira directamente a los ojos y entiendo que no tengo otra opción.

Con cuidado revisé los folletos que el señor Moore, me entregó y afortunadamente son lugares a los que apoyan muchas fundaciones como la de los Moore. Eso quiere decir que lo único que tendría que pagar serían cosas mínimas.

-Este se ve bien -le mostré el folleto del lugar que me gusto al señor Moore y este sonrió.

-Es un buen lugar, hay muchos espacios para él y seguro allá sabrán cómo mantenerlo tranquilo -el señor Moore, concuerda con que es el mejor.

-¿Cuándo se lo llevarán? -pregunté algo triste.

-Ahora mismo, está sedado y es lo mejor, así no se altera durante el camino -me informa Eric Moore y sé que tienen razón, pero amo a mi abuelo con todo el corazón.

-¿Puedo acompañarlo? -la verdad es que quiero ver con mis propios ojos el lugar donde lo llevarán

-Sí, irás conmigo en mi auto, seguiremos de cerca la ambulancia y al llegar te ayudaré a hacer el ingreso de tu abuelo -responde con toda tranquilidad.

-Gracias por lo que está haciendo por mi señor Moore -quise ser agradecida.

-No tienes que agradecer, todos necesitamos que nos ayuden de alguna forma, hoy te estoy ayudando yo a ti, mañana podrías ser tú la que me ayude a mí -expreso Erick Moore y la verdad yo dudo mucho que un hombre como él pueda necesitar mi ayuda en algún momento, pero si llegara a pasar, por supuesto que no dudaría en ayudarlo.

Con todo lo que paso casi olvido a Saúl, pero el señor Moore, me dijo que lo envío con su abuelo y mi amiga Dulce a comer helado, para que así no se diera cuenta de lo que pasaba, algo más que debo agradecerle.

Ya sabiendo que mi hermano está bien, subí al auto con el señor Moore, cuando mi abuelo fue subido a la ambulancia y luego la seguimos de cerca hasta el lugar que escogí para que mi abuelo pase lo que le quede de vida, lo aló mucho, pero con el Parkinson y su edad siempre supe que en algún momento lo perdería y aunque aún sigue con vida no me reconoce y en cierta forma, ya lo perdí.

                         

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