Dimitri
Me he vuelto tolerante al wiski de tanto que he bebido, soy el mejor consumidor de mi propio producto, debería estar contento de librarme de la lacra de verónica, pero no me deja tranquilo me siento un vil payaso burlado y estúpido, nunca me había sentido tan enojado en mi vida, me dan ganas de ir a la colina más alta y gritar.
-Hola Cariño, vamos ya deja de beber así mejor brindemos, deberías estar contento.
-Dana ¿porque tú hermana no es como tú? Tú eres franca sin máscaras.
-Porque no es mi... mi igual por eso, mira lamento decírtelo pero ya se venía venir, ella no es mujer de un solo hombre nunca lo fue, tuvo un novio entes al que le hizo lo mismo solo que él pudo ver lo falsa que era antes de engatusarlo y la dejo, se fue al extranjero a estudiar la universidad es un Arquitecto de hecho él fue el creador de las instalaciones de los hospitales Darren en Londres, hijo del empresario Galo, David Galo, tú sabe "Imperio Galo", como ves es un patrón por así decirlo, conseguir hombres ricos.
Me hierve la sangre, jamás me platico de su vida antes de mí, supongo que no quería dejar pistas bueno, aunque en realidad desde que supe que la vieron en el bar del centro no quise saber nada o interesarme en ella.
-¡Vamos a bailar! Vamos Dimí eres libre y libre para ser feliz conmigo, déjate consentir.
Grita eufórica Dana, qué más da salgo a bailar, sé que la gente piensa que tengo una relación con ella, aunque para ser sinceros con ella me siento bien por qué no soy libre.
Por la mañana despierto con un dolor muy fuerte de cabeza, a primera hora tengo una reunión, así que debo darme prisa a levantarme, me percato de que estoy completamente desnudo, no recuerdo haberme liado a alguna mujer del bar al darme vuelta veo a una rubia dormida boca abajo, y no cualquier rubia es Dana, ¡oh no! lo he hecho otra vez.
Voy a la ducha y el agua fría cae sobre mi cuerpo trato de recordar que más paso anoche, sé que me embriague demasiado, tengo vagos recuerdos de llegar a casa también, observo de que aun los productos de baño de Verónica siguen aquí no se llevó nada, es verdad no se llevó nada ¿A dónde habrá ido? el champo con olor a jazmín aun medio lleno, el jabón de olor a rosa, le encantan las rosa la casa está llena de ellas, el cepillo de dientes inclusive sus artículos de belleza que compre y casi nunca la vi usándolo, se la paso en casa, en fin se irán a la basura igual que su dueña. Cierro los ojos para no recordar cuando siento las manos de Dana tocar mi abdomen y besar mi espalda, me separo de ella porque de alguna forma me incomoda esa confianza.
-Vamos Cariño déjate llevar – nos besamos y ella recorre mi cuerpo con sus manos la verdad no me siento a gusto, pero de una u otra forma mi cuerpo reacciona al final de cuentas qué más da no tiene que ver con el corazón ni sentimientos, ya no más eso ya no estará en mí. La tomo como lo hacía con mi esposa cuando éramos recién casados y yo un ingenuo.
Nos vestimos, voy al closet y vuelvo ver la ropa de verónica, me pregunto dónde guardaba la ropa que ocupaba en el club aquí solo tiene la ropa que usaba desde que la conocí y del tiempo de casados solo la primera semana la llevé de compras de ahí jamás salí con ella me lleno de vergüenza.
-Cariño que vas hacer con toda esta basura, me sorprende como se vestía esta mujer sin chiste ni gracia, siempre fue así desde que éramos pequeñas, pero a escondidas se llevaba mi ropa. Creo que en la basura está bien para que darles la mala suerte a otras personas regalando estos harapos.
-Me hare cargo deja no te ensucies las manos.
En eso suena su móvil, veo que duda al contestar sonríe –Debo irme es mi madre te veo cariño – me da un beso y sale de casa no sin antes gritar - ¡tira esa basura para que la próxima vez pueda traer mi ropa!
No le doy importancia a su comentario. Me doy a la tarea de revisar la ropa de Verónica veo dos cajas blancas una grande y una mediana las coloco en la cama revisando primero la pequeña, en ella encuentro aretes, sarcillos, pulseras, dijes, todos sin valor y me doy cuenta que solo le di el anillo de compromiso y el de bodas con valor, jamás le di algo más así que guardaba estas pequeñeces como tesoros ya que el dinero era controlado por mí, ahora que lo recuerdo no me pedía dinero. Dentro de ella encuentro dos cajas más una tiene unos aretillos de bebe y una pulsera de oro con una nota escrita por ella:
"Si Dios me concede la dicha de tener una hermosa nena le pondré estos pequeños sarcillos que me dio mi abuela cuando era una bebé, si mi dicha es tener un precioso varón le daré esta pulsera que mi abuelo me heredó, ¡oh! Mi princesa, mi príncipe los amaré con mi vida porque serás producto del inmenso amor que le tengo a mi amado esposo su padre"
La siguiente caja son unos gemelos con mis iniciales y un reloj Tommy Hilfiger con mis iniciales de igual manera con una nota.
"Mi amado esposo es la primera vez que celebro tu cumpleaños esperando que sean muchos más, doy gracias a Dios por la dicha de conocerte, de darme luz a tanta oscuridad, me enamore de ti desde el primer momento que vi, muchos pensaran que es absurdo el amor a primera vista, pero para mí no, eres genial, un hombre increíble, sé que pasaremos por baches, pero siempre estaré aquí esperándote para mimarte y darte amor. Te amo amor mío"
Viene a mi mente que hace veinte días cumplió años y no estuve con ella, salí y pase la noche con una mujer que no recuerdo su nombre obviamente, al llegar a casa encontré un pequeño pastelillo en el refrigerador, una rebanada para ser exactos con una pequeña vela, sé que Mary se lo dio ella la consentía mucho, cuando entre en la recamara la vi dormida con un vestido negro ¿me estaba esperando? no quise acércame así que mejor salí de casa.
La caja grande tenía el vestido de novia perfectamente doblado y planchado al reverso de la tapa tenía la fecha de nuestra boda y una foto de los dos viéndonos a los ojos. Debería ser una dicha, pero terminó siendo un chiste, un maldito chiste.
Mi móvil timbra es Anthony
-¿Dimitri dónde estás?
-En casa
-Tengo algo que contarte.
-Dime- se queda cayado – vamos ¿qué pasa?
-El tipo que llego a reclamarte en la oficina está muerto.
-¿Y que con eso? o ¿qué tiene que ver conmigo?
-Están acusando a Verónica de asesinato, tiene orden de aprensión.
-¡¿Qué?!
-Es un caso de asesinato Dimitri.
-Voy para allá, mientras trata de averiguar de qué se trata todo esto.