Capítulo 2 2

Scott C.

Comienza a preocuparme el hecho que no muestre el color de esta luna, si no es un ser inmortal la única opción es que sea humana.

Una sonrisa se apodera de mis labios al saber lo tonta que es esa idea así que la desecho al instante.

-¿También estas pensando lo mismo que yo?- pregunta mi hermano devolviendo un poco de cordura al momento, me quedo viendo el libro y odio saber que tal vez mi miedo se haga realidad.

Tiro con fuerza el libro al piso, un par de hojas salen de este sueltas y veo a mi hermano cogiendo cada una de ellas con delicadeza.

-No debes hacer eso Scott, sabes que estos libros son muy sensibles después de tantos años - me reprende.

-¿Acaso no entiendes lo que significa?- pregunto refiriéndome a lo que ronda mi cabeza desde hace un rato.

-¿De qué?- pregunta mientras levanta el libro y lo devuelve a su lugar.

-Si ella es humana tiene su vida limitada - le digo y toco mi cabeza por un repentino dolor en ella.

Él parece no entender mi punto porque me sigue mirando como si nada.

- Los humanos no viven como nosotros Maick -comento con resentimiento -ellos mueren después de unos años o se enferman por cualquier cosa, son seres débiles - digo haciendo puño mi mano.

-¿Y eso qué tiene que ver?, sigue siendo tu mate y creo que estás suficientemente capacitado para cuidar de alguien- responde como si no entendiera la situación.

- ¿Acaso no entiendes lo que trato de decirte?. Ella es humana, al ponerme a una humana como su luna, en unos años ya no la tendrán más, eso sería una desgracia - le explico bajando la mirada.

- Siempre hay una solución, ve con la abuela Danna, ella podrá verla y te dirá algo - sugiere y no dudó en caminar hacia la salida de la biblioteca para dirigirme a la cocina. Encuentro a la bruja que busco rápidamente cortando algo y me mira al darse cuenta que estoy aquí.

-¿Que lo trae por aquí?- cuestiona confundida.

- ¿Sabias que hoy saldría la luna?- pregunto sabiendo que ella tenía algo en mente desde hace unos días.

- Usted sabe que no me puedo dar cuenta de todo, sólo de un resumen del futuro - me explica lo que siempre dice.

- ¿Sabias que aparecería la luna?- vuelvo a preguntar serio mientras me acerco en su dirección, ella baja la mirada y deja el cuchillo a un lado.

- Así es - susurra nerviosa.

-¿Por qué no me lo dijiste?- interrogó mientras me siento en la silla frente a ella.

- Porque tengo prohibido decir algo que altere el presente - responde alzando la mirada.

Respiro profundamente sin querer seguir en un juego de pedir explicaciones por algo que ya sucedió y enfoco mi atención en el presente.

- Quiero saber si ella es humana - digo sinceramente tratando que ella pueda darme al menos una pista a todas mis interrogantes.

Se queda en silencio por varios segundos antes de hablar, como si quisiera pensar del todo si es buena idea decírmelo.

-Así que es cierto- susurro ante su afirmativo silencio.

-Alpha, lo único que puedo decirle es que ella será alguien muy especial y puede salvar a la manada de lo que se avecina- añade un poco ida.

-¿A que te refieres con eso?- cuestiono confundido por lo que acaba de decir.

-Lo que intento decirle alpha, es que debe traer a nuestra luna pronto, después de todo, sabe que los chupa sangre cazan a los humanos y que mejor presa que alguien que puede cambiar para mal o para bien su destino- responde haciendo que abra un poco mis ojos sorprendido por su declaración.

Ellos la están buscando.

Ella en verdad va a encontrar a mi mate y si no la encuentro yo primero, la matarán.

-El tiempo es muy corto ahora para alguien que tiene una vida tan larga como usted, ¿Verdad alpha?- su pregunta hace que la vuelva a mirar tratando de concentrarme en una cosa a la vez.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?- interrogo entrecerrando mis ojos desconfiado.

-Si lo decía, la luna me castigaría y yo no podría serle útil en el futuro, alpha, pronto podrá entenderlo.

Su confesión sólo hace que me confunda más, pero que muy a mi pesar deje de preguntar.

Ella ha estado conmigo casi toda mi vida, no podría mentirme sin que yo lo sepa.

-Bien, espero que así sea, entonces continúa con lo que hacías- digo mientras salgo de la cocina.

Camino lentamente para volver a donde estaba Maick y lo veo aún recogiendo aquel libro, levanta la cabeza cuando escucha que la puerta se abre y yo bajo mirada.

-¿Fue tan malo?- interroga al ver mi cara.

-No es eso- respondo cerrando los ojos con fuerza.

-Deja de seguir pensando en eso, tu sabes que al final todo se soluciona - pide mientras se levanta con el libro en sus manos y lo pone en su lugar- Y hazme el favor de no volver a tirar ese libro.

-¿Te interesa más un libro que la salud mental de tu hermano mayor?- interrogo ofendido.

-Ese libro me libra de tener que darle muchas explicaciones al anterior alpha - dice sin mencionar la palabra papá al referirse a él.

-¿Y luego dices que yo soy el resentido?- cuestiono divertido por su niñería.

-Vamos, solo le pedí un favor, quería volver a ir de búsqueda y no quiso- recuerda enojado.

-Sabes que no sería diferente- susurro sintiéndome un poco culpable- a menos que yo encuentre a mi luna, no puedes encontrar a tu mate, Maick.

Veo como sus facciones se tensan, pero a los segundos vuelve a relajarse al mirarme.

-No es tu culpa que mi cuñada se haya tomado su tiempo en nacer, debe ser alguien excepcional para hacerte esperar por más de una década -dice divertido haciendo que lo mire con advertencia.

-Claro, imagínate que se tardó casi dos décadas en ser creada, cuantas horas me va a hacer esperar para que se aliste para una cita- digo en el mismo tono relajando el ambiente al instante.

            
            

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