Capítulo 4 4

Maick C.

Por primera vez en mucho tiempo veo a mi hermano mayor.

El alpha más poderoso de todos, dudar.

Se nota que no quiere hacerlo y lo comprendo perfectamente.

Cuando éramos niños nuestro padre se dio cuenta de los poderes de Scott y no tuvo mejor idea que anunciarlo. Es así como el beta de mi padre quiso adueñarse de ese gran poder secuestrando a Scott y obligándolo a pasarle todo.

Al día siguiente encontraron su cuerpo calcinado y a mi hermano muy asustado en un árbol.

Lo que supe de eso era que le intentó pasar lo que quería, pero cuando estaba por el 6% su cuerpo empezó con los efectos y al pasar al 10% ya no quedaba nada de la existencia del anterior beta.

-No tienes la seguridad de que funcione- dice Scott malhumorado.

-Estoy segura que tratándose del joven Maick, si podrá hacerlo- insiste Danna viéndolo directamente.

-Con mucha más razón para no hacerlo, por la Diosa, se trata de mi hermano -vuelve a negarse.

-Por favor, Scott- pido ya desesperado por irme- confía en mi, sé que volveré vivo si una parte de ti me acompaña.

-¿Por qué no puedo ir yo a buscarla?- pregunta de repente haciendo que lo mire estupefacto.

-Ya hemos hablado de eso, no puedes dejar a la manada en tiempos de guerra, intentarán a como de lugar apoderarse de todo y la manada no puede continuar sin el alpha- explico.

Sus facciones se decaen y lo escucho suspirar pesadamente seguramente tratando de encontrar otra solución, pero al oírlo maldecir en voz baja supe que lo iba a hacer.

-Solo el 5% y si no me detengo tienes que atacarme con todo lo que tengas, por favor- le pide a Danna con suplica en su voz.

-No dejaré que nada pasé, alpha-asegura ella mientras me extiende el cofre.

Lo agarró y lo cierro lo más delicado posible para ponerlo dentro de la maleta antes de perseguirlos.

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Narración en 3era persona

Se veía la duda en las facciones del alpha al estar frente a frente con su hermano en medio de aquel bosque.

No quería hacerlo.

Y claramente, no quería lastimar a la única persona que estaba con él desde un principio.

Los músculos de Maick se tensan al ver como su hermano cierra sus ojos después de varios segundos replanteando la idea y luego de unos minutos una pesada niebla oscura lo empieza a rodear por todo su cuerpo.

El cielo que estaba despejado se comienza a nublar en tan solo segundos y los truenos no tardan en aparecer como en aquel día.

Mientras en aquella manada el pánico es inminente, algunos jóvenes lucen confundidos por lo que presencian, pero los más antiguos de la manada saben perfectamente de que se trata y están confundidos de que su adorado alpha le esté intentando de nuevo dar su poder a alguien cuando se sabe perfectamente que fue lo que pasó.

En el bosque, Danna que está a unos metros luce inquieta y preocupada, por primera vez tiene miedo de que algo que ella predijo no sea lo correcto.

Pero ya era tarde y ella lo sabía.

Ve como Scott levanta sus brazos y los dirige hasta Maick sin dudarlo. Una sonrisa temerosa se asoma en los labios del joven Maick cuando sin esperar aquella niebla oscura se dirige a gran velocidad hasta su cuerpo y lo envuelve en tan solo un segundo.

El grito de dolor de Maick no tarda en escucharse cuando aquella niebla se adentra a su cuerpo atormentando a aquella anciana.

El cuerpo del beta empieza a levitar en su lugar mientras se escucha sus huesos romperse y trata de recomponerse lo más pronto posible.

Al pasar unos largos minutos Danna sabe que en el cuerpo de Maick ya no resistirá más que el 5% de aquel poder desbordante.

Si no lo detenía, podía pasar lo peor.

-¡Alpha! ¡Ya es suficiente!-grita cuando ve como los ojos de Maick empiezan a cambiar a un color oscuro en un instante -¡Scott! ¡Basta!- pide queriendo que pare de una vez por todas, pero el alpha no escucha.

Y no es porque no quiera detenerse, es porque no puede.

Para pasar la energía tuvo que darle todo el control a Ian y a él no le gusta que alguien más quiera utilizar aquel poder lo que lo hace querer matar al chico del frente sin que lo reconociera.

La pelea interna empieza entre ambos y escucha como Scott grita desesperado por tomar el control.

-¡Es Maick! ¡Detente!- ordena el alpha esperando que su lobo tome conciencia, pero Ian lo ignora.

-Solo es alguien que quiere más poder- dice como si se tratara de cualquier escoria.

-¡Ian, él es mi hermano! ¡Estás matando a Zet junto con él!- en el momento que Scott menciona ese nombre lo hace dudar por primera vez.

Mientras que Danna aprovecha ese descuido y lanza con un poco de fuerza un frasco con algo celeste dentro cerca del alpha, eso hace que Ian detenga el traspaso de poder por un segundo, pero no lo suelta.

El vago recuerdo de aquel lobo marrón que jugaba junto a él en un pequeño lago mientras la luna se alzaba en todo su esplendor hace que vuelva en si de golpe de aquel laberinto en el que estaba metido.

Al darse cuenta de lo que a hecho lo suelta de golpe haciendo que se escuche el impacto del cuerpo de Maick chocar con el frío suelo.

El cielo se despeja en unos segundos junto a aquella bruma que los envolvía para dar paso a la culpa al ver el cuerpo de Maick tendido en el pasto a unos metros de él que no parece ni respirar.

-Yo no quise hacerlo- susurra para si mismo con las manos temblando.

Y es cierto, no quería hacerlo, aún con todo el entrenamiento no tenía la voluntad de detenerse.

Scott aprovecha aquel momento para volver a tomar el control y ver expectante lo que hay delante de él. Sin dudarlo corre hacia Maick junto a Danna y al estar a unos centímetros se da cuenta.

El corazón de Maick está demasiado débil y casi no se pueden escuchar sus latidos.

-No- susurra deteniéndose con pesar.

No.

No.

Por favor, él no.

Piensa para si mismo cuando la culpa de sus decisiones hace acto de presencia.

-Aún sigue vivo- dice Danna sonriendo al tocar su cuello haciendo que la ira sea dirigido para ella.

-¿Qué estás diciendo? ¡¿Acaso esto es una broma para ti?! ¡Pudo morir!- grita el alpha hacia ella haciéndola cerrar los ojos aguantando aquel trato solo por saber que Maick ha resistido lo peor.

-Ahora todo será más fácil, alpha, ya lo verá- dice ella en respuesta con una media sonrisa satisfecha.