Capítulo 5 5

Scott C.

-¿Cómo que se ha ido?- interrogo enojado al médico que atendía a Maick hace tan sólo un par de horas.

-Lo siento alpha, solo me fui unos minutos a revisar a otros pacientes y cuando volví, ya se había ido- concluye bajando la mirada arrepentido.

-¿Es que acaso no se dio cuenta si estaba consciente?- interrogo malhumorado de tan solo verlo.

-Lo hice, por eso fui a hacer mi rutina, le aseguro que...

-Usted no me asegura nada - cuestiono cabreado.

Mi cabeza empieza a trabajar tratando de saber dónde pudo haber ido y cuando llegó a una conclusión la preocupación aumenta.

Se ha ido.

¿Así sin más?

¿No pensó en lo preocupados que estaríamos si se iba de esta manera?

-Alpha- esa voz apagada hace que voltee al instante para encontrarla viéndome con un pizca de arrepentimientos.

-Danna- susurro dejándola de mirar para ver de nuevo la cama vacía.

-Lo siento, alpha, yo fui quien le recomendó irse- dice de la nada haciendo que la vuelva a mirar tratando de no perder la poca paciencia que me quedaba.

-¿Por qué estás tan segura que él puede encontrarla?- pregunto mirando hacia la ventana mientras me acomoda la ropa.

-Porque él era el único que podría soportar tenernos poder en su interior- responde.

-Vuelvo a formular la pregunta al ver que no me entendiste del todo - digo cerrando los ojos con fuerza -¿Por qué tuvo que ser él?- cuestiono entre dientes.

Mi paciencia estaba llegando a su fin mientras continuaba escuchándola, pero igual quería saber la razón por la que Maick está haciendo todo esto sin que le importe su bienestar.

-Alpha, su hermano encontrará a su mate en el transcurso de estos años y no podrá tocarla a tiempo- apenas escucho tal declaración abro los ojos y la volteo a ver como si se tratara de un enemigo.

-¿Qué estás diciendo?-interrogo mientras la encaro- ¿Estás diciendo que llevaste a mi hermano a su propia muerte?.

Veo como sus músculos se tensan y su mirada se pierde en señal de culpa por lo que acabo de decir.

-¡¿Es eso?!- cuestiono desesperado.

-Alpha, no puedo decir nada más, por favor trate de confiar un poco en su hermano - me recrimina haciendo que la mire confundido.

-Yo confío en él- mi comentario suena más como una duda que como algo afirmativo y maldigo internamente por ser así.

-Usted le dio 15 años, espero que pueda ser paciente - y con eso se va sin decir nada más dejándome perplejo a su declaración.

Yo, si confiaba en Maick.

Lo he hecho todo este tiempo, le di mi vida en sus manos en cada batalla que hemos tenido.

Pero no confiaba en el hecho que se ponga siempre en peligro por mí. Si algo le llegara a pasar y estuviera con él para ayudarlo, me sentiré culpable por el resto de mi vida.

{...}

Maick C.

14 años más tarde..

Tomo el líquido de aquella tasa con pesar.

El café no es mi favorito, pero debo decir que es bastante decente y me mantiene activo más de lo que me gustaría admitir.

Aquella camarera vuelve esta vez con mi pedido y mastica lentamente tratando que la cicatriz en mi labio no me duela tanto como espero.

Hago una mueca de desagrado cuando la jalea de los wafles llega a mi herida haciendo que deje de comer de golpe.

Mierda.

~Ahora hasta para comer soy un inútil- susurro para mi mismo haciendo que sonría de medio lado.

Cuando la cuchara por segunda vez en un intento se comer lo posible para sobrevivir el exquisito olor a canela con toques aromáticos del bosque llega a mi olfato haciéndome tensar por completo.

Siento como Zet comienza a aullar de la nada haciéndome volver en si en el instante que habla.

~Mate~ susurra para si mismo como si no pudiera creerlo.

Dejo mi cuchara en el plato y miro alrededor buscando de dónde es ese aroma, pero siento como se va desvaneciendo hasta casi desaparecer por completo.

~¿Qué estás haciendo? ¡Corre a buscarla!~ordena mientras gruñe al ver que no me he movido de mi lugar.

Maldición.

Me levanto y corro hacia la salida mientras busco con la mirada por todos lados hasta encontrarla un poco lejos mientras se sube a un bus.

No.

Por favor no.

Veo como mi miedo se hace realidad cuando corro con todas mis fuerzas hacia aquel bus tratando de alcanzarlo, pero lo veo alejarse tan rápido y una punzada de dolor en el pecho se hace presente haciéndome detener por completo mis movimientos tratando de respirar pausadamente para recuperarme de lo que acaba de pasar delante de mis ojos.

Sabia que esto iba a pasar.

Lo presentía.

Llevo mi mano hacia mi pecho al sentir que el dolor no se desvanece y muy al contrario se intensifica con más fuerza haciéndome jadear.

Cuando ya no veo ni rastro de aquel bus me doy por vencido y regreso.

El recuerdo de su cabello rojizo llega a mi mente mientras camino al hotel de vuelta. Con el dolor intacto sigo hasta por fin llegar y rebuscar entre todo hasta hallar aquel cofre.

Sin dudarlo cojo uno y una jeringa para ponérmelo pausadamente.

Siento que la conexión con Zet se hace menor cuando el líquido recorre mis venas haciéndome gruñir.

-Lo siento- murmuro esperando que me escuche aunque esté molesto - lamento haberla perdido Zet - digo sinceramente y él corta la conexión entre ambos para dejarme con la palabra en la boca.

Sé que está enojado.

El dolor se va desvaneciendo hasta quedar como solo un rastro de aquel dolor.

La sensación sigue ahí, pero al menos no va a matarme hasta mañana.

Tengo 6 días más.

Sólo eso, para encontrar a mi mate o a la luna. Si la profecía de Danna se cumpliera y no pude encontrar a ninguna de las dos, Scott no tendrá que preocuparse porque vuelva sin ser el beta.

Mi decisión está tomada.

No volveré a la manada siendo el hazme reír. Tuve que salir del país para poder tener por primera vez una señal de mi mate y no regresaré sin ella.

{...}

[¡Hola!, estoy devuelta después de un par de años, espero que apoyen mi nueva creación, estaré publicando todos los días un capítulo o a veces dos, denle su amor por favor para así seguir actualizando, saludos...]

                         

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