Capítulo 2 Primer capítulo: pasos esfumados

En un frondoso bosque que había aparecido de la nada en el patio trasero, Sal se encontraba caminando después de que la curiosidad le invadiera. Esto no debería de haber sido algo muy difícil si es que sólo caminaba un poco y regresaba. Aunque en realidad este lugar le parecía fantástico por alguna razón inexplicable, no, mejor dicho, era como si este sitio lo llamara de forma hipnotizante.

El como llego a este lugar no era nada de otro mundo, o así debería de ser en primer lugar. En realidad, todo esto había sucedido después que sus padres decidieran ir a visitar a sus abuelos. Al ser que vivían un poco lejos de ellos, no era usual que los viera, mucho menos a esta edad en la cual ya contaba con quince años. La rebeldía de la adolescencia era algo que se notaba, por supuesto que aún mantenía la raya entre no sobrepasar también los limites que le habían inculcado desde pequeño.

Antes de terminar sumergiéndose en el bosque, había escuchado a sus papás hablar con sus abuelos sobre que últimamente se había escuchado algunos reportes de personas que se habían desaparecido a los alrededores, pero una sola de ellas que reapareció, al parecer contaba con un rostro completamente pálido, no parecía estar desnutrido ni mucho menos el haber sido maltratado físicamente, pero en cuestión de la parte psicológica, parecía que estaba a un pelo de volverse completamente loca, aunque en sí ya se le podría considerar que ya estaba loca ya que hablaba sobre cosas que sólo en los mitos podrían escuchar.

No sabría si todo lo que había dicho era real o no, pero de lo que sí podían estar seguros era que sabía algo que todos querían conocer, y esto era el poder conocer el paradero del resto de personas que se encontraban desaparecidas. Lo único que recordaba era que se encontraba en un gran grupo con varias personas pero que después, en el momento en que parpadeo, ya estaba casi sólo mientras todos gritaban de miedo para luego él unirse a este como si se tratase de un coro.

La intriga de este caso inusual quizás podría haberse puesto como un caso de alguien que lo hayan drogado o que estuviera en estado de ebriedad, pero no era su caso, en su caso era obvio que le terminarían haciendo pruebas para descartar todo esto, y el resultado de todo esto fue... negativo, en realidad no contaba con ni un solo tipo de signo de haber estado en alguna de estas situaciones. Lo más loco es que si fuera que estuviera bajo el efecto de uno de estos, no podría decirse que unos días después, en el lugar donde había estado rehabilitándose con una estricta vigilancia termino encontrándose muerto. Por supuesto, no antes de dejar escrito algo en una libreta donde decía "No hay salida, si logras salir, no significa que este libre, a menos que logres salir por completo de este lugar, que parece ser el infierno, el cadejo, el Sombrerón o cualquiera de estas leyendas, pueden ser alguna pista para lograr salir, pero también pueden ser la clave de que sigas en este infierno", el motivo de la muerte no se pudo dar más que como un paro cardiaco, ya que no había nada más que pudiera ser la razón, más que un único rasgo que lo llegaron a notar, y era su cara pálida que tenía, pero en cuestiones de nutrición o cualquier otro malestar, no había.

Aunque le había llamado tanto la atención como para conocer más sobre este caso, se dirigió al patio trasero, donde vio el bosque en el cual se encontraba en este momento, lo más curioso siempre fue que nunca vio eso cuando vino de visita, pero al verlo, sólo se le pasaba en la mente que esto debería de haber sido quizás otra parte del terreno de su abuela, sólo que no lo había notado ya que era pequeño en aquel entonces y sobre ello se le tendría que agregar el que estaba totalmente cerrado. Por eso no podía dejar pasar para nada esta oportunidad única de poder explorar un poco, en sí no llevaba mucho tiempo de haberse adentrado en este lugar, sólo podría decirse que fue unos minutos, no más bien, hace ya unos cinco minutos para ser exactos. Con este tiempo y al ritmo que iba no podría haberse ido tan lejos. En su mente tenía que ya sólo un poco más iba a caminar y con eso regresaba.

Después de haber caminado unos minutos más, dándose cuenta de que era mejor no continuar, decidió regresar. Pero conforme cada paso que daba, el ambiente iba cambiando, lo que era antes un bosque verde y frondoso, ahora se convertía, pero en uno en el cual se veía en discrepancia con árboles que se encontraban quemados, con hojas secas y muy pocos que mantenían su verdor.

Sal, sintiendo que nada de esto estaba bien, empezó a correr mientras buscaba con afán el camino de regreso, el cual no debería de haber estado muy lejos. Sacando su teléfono del bolsillo, trato de ver nuevamente si con el GPS podría ser capaz de encontrar el camino de regreso, pero al momento entrar en la aplicación y estar revisando una y otra vez, no había señal o, más bien, era inestable.

Mientras jadeaba con su teléfono en mano, fue en busca de algún punto donde pudiera tener suficiente señal como para darle una guía de hacia donde ir, este debía de ser la única oportunidad que tendría, ya que de ahí estaba el que le llegaran a buscar, pero esto podría tardar, además, no se encontraba en condiciones como para poder pensar con claridad y seguir los consejos que le habían dicho que hiciera cuando se perdiera.

En el momento en que vio a lo lejos una gran piedra en lo alto, decidió subirse en ella con la intención de conseguir señal.

Viendo nuevamente su teléfono, entro nuevamente en el GPS para poder

Viendo nuevamente su teléfono, entro nuevamente en el GPS para poder ver si al fin tenía señal o no, pero la respuesta era la misma, no, más bien, era algo completamente diferente, el GPS se había puesto en modo satélite y podía ver de mejor forma le lado donde estaba, aunque fuera sólo por instante.

Con la esperanza de poder ver donde se encontraba, empezó a escribir la ubicación de la casa de sus abuelos, no, mejor dicho, alguna referencia en el que pudiera acercarle a la casa de sus abuelos, pero al poder visualizar un supermercado que se encontraba a unas 4 cuadras de distancia, sin dudarlo lo selecciono como destino pero el resultado que obtuvo fue demasiado impactante para él que no pudo articular ni una sola palabra para describirlo, pero su rostro estaba paralizado sin siquiera mostrar algún signo de expresión, como de tener miedo, de estar feliz o algo similar, más bien, este shock le había llegado de una manera en que no podía siquiera pensar en nada y lo dejó en blanco como para racionalizar algo.

            
            

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