Capítulo 4 Te extraño mucho

Pero realmente no puedo hacer esperar a Carter y a mamá.

-Umm, vale. Gracias. -Sonrío un poco más sinceramente ahora-. Otra vez.

Jugueteo sin parar con mis anillos mientras Jeremy me lleva de vuelta a la estación en el camión de bomberos. Nunca he estado dentro de uno antes, pero no puedo sentirme impresionado ahora.

Estoy demasiado nervioso para eso.

En lo que respecta a los elefantes en la habitación, este es enorme y no irá a ninguna parte.

Mi cerebro está dándole vueltas a cada pequeña cosa que quiero preguntar, decir, pero mantengo la boca cerrada. No voy a ser yo quien rompa el silencio.

Pero ¿qué ha estado haciendo? Cinco años es mucho tiempo. ¿Está bien? ¿Está saliendo con alguien?

No tengo idea de cómo ha sido su vida, y no es por falta de esfuerzo. Jai no era un hombre comprensivo y había hecho algo (probablemente amenazando al tipo) para lograr que Jeremy me bloqueara en las redes sociales.

No hay ningún acecho en Facebook para eso.

No ayudó que Jai también me hiciera bloquear a Jeremy . Algo que él podría comprobar para ver si alguna vez lo deshacía.

Todavía no lo he hecho.

Han pasado tres años desde que dejé a Jai, y todavía tengo a Jeremy bloqueado en las redes sociales porque soy demasiado cobarde como para ver cómo podrían ser sus fotos.

Y demasiado asustado para responder a sus preguntas.

Porque la verdad es que Jeremy tenía razón. Tomé la decisión equivocada en aquel momento y me he arrepentido de ello todos los días desde entonces.

El que se escapó. Qué estupidez decir, pero nunca nada ha sido tan preciso.

Diablos, ni siquiera le he preguntado a Carter sobre él, el mejor amigo de Jeremy , porque se lo habría contado al tipo.

Ah, y está esa pequeña parte sobre que Carter no sabía cómo nos sentíamos el uno por el otro en ese entonces. Él tenía sus propias preguntas.

Y ya no hago preguntas. Ya no. No después de Jai.

-Entonces -dice Jeremy , sacándome de mis pensamientos-, ¿qué estás haciendo en la ciudad, Francisca ? Ha pasado un tiempo.

Lo miro de reojo y me quedo con la verdad, al menos en parte. -Mamá está enferma. Carter necesita ayuda para pagar sus medicamentos y un montón de facturas. Además, alguien tiene que ayudar físicamente con mamá, y él tiene una familia a la que cuidar.

Es una situación de mierda, pero Jeremy parece más preocupado de lo que esperaba. Frunce el ceño y yo le devuelvo el ceño fruncido.

̶ ¿Qué?

̶ Tu hermano no dijo nada. Me sorprende que... no me haya hablado de ello.

Me da un vuelco el corazón y me encojo en mí misma, tras haberme metido la pata con fuerza en la boca. Jeremy se da cuenta claramente porque se ríe ligeramente por la nariz.

-No te preocupes, Francisca . No estoy molesta. Carter y yo no podemos hablar ni pasar tiempo juntos tanto como nos gustaría. Los dos estamos ocupados. ¿Lleva mucho tiempo enferma?

Niego con la cabeza. ̶ No, en realidad. Fue bastante repentino, y sí. Carter y yo hemos estado hablando de ello por teléfono durante unos días. Decidí conducir de regreso a casa hace apenas dos días. Así que ha ido avanzando bastante rápido.

Jeremy tararea un sonido de comprensión.

-Bueno, ahí lo tenemos. Estoy segura de que Carter no ha tenido tiempo de hablar conmigo sobre esto. Hace un minuto que no nos vemos.

̶ Completamente.

Pero después de eso, el silencio regresa a la cabina y no es menos incómodo.

Llegamos a la estación de bomberos en los siguientes minutos, y Jeremy me hace esperar afuera mientras lleva el camión hacia atrás y lo estaciona.

Después de un momento, Jeremy me muestra su camioneta. Me levanto y subo (maldiciendo mis piernas cortas), ocupo mi lugar en el asiento del pasajero y me abrocho el cinturón.

Jeremy aparece por el otro lado del vehículo y luego nos dirigimos a la casa de mi madre. Explicarle todo esto va a ser una tortura.

No es un viaje largo. En Red Lodge no hay nada que lo sea y, a medida que pasamos por la calle principal, me pierdo en las vistas familiares.

La calle principal todavía está bordeada por edificios de ladrillo de dos pisos a ambos lados, cuyo cálido color rojo brilla con la luz de la tarde.

Son edificios tan antiguos y pintorescos que probablemente podría trazar un mapa de toda la calle incluso después de cinco años.

Las montañas crean un hermoso fondo imponente para las calles, y las nubes dispersas salpican el cielo con bocanadas blancas.

El rojo me llama la atención y me doy vuelta para ver el cartel del Red Lodge Café, todavía de ese color brillante decorado con detalles de neón. Mi estómago se revuelve como las colinas que nos rodean mientras mi corazón se encoge.

Dejé todo esto atrás por el brillo y el glamour de Los Ángeles, y prácticamente todo en esa experiencia fue un fracaso total.

Sin carrera musical, sin un novio que me apoye, solo dolor, lágrimas y miedo.

Alejarme de Jai fue, sin duda, la primera decisión acertada que tomé en mucho tiempo, pero esa curita no se había desprendido del todo. Mi pelo era un testimonio de ello.

Y los años de cero comunicación con mi hermano y mi madre.

Ahora es la temporada alta de senderismo de verano en Red Lodge, y mientras conducimos lentamente por las calles repletas de turistas, recuerdo todos mis veranos de juventud aquí.

El Bosque Nacional Custer Gallatin estaba justo al lado de nosotros, y ser lo suficientemente valiente para nadar en los lagos era un rito de iniciación.

Carter , Jeremy y yo nos habíamos ido todos juntos, este terrible trío de niños tontos metiéndose en problemas.

Dios, extraño muchísimo esos días.

̶ Bueno, parece que te estaban esperando.

Levanto la vista al oír las palabras de Jeremy y veo a Carter de pie en el césped. Suspiro. ̶ Jesús. Genial .

-Estarás bien -añade Jeremy , y lo miro.

Pero él no me está mirando, solo tiene la mirada fija hacia adelante a través del tablero. Agarro mi billetera y tomo el asa, lista para sacar mi maleta del asiento trasero de la camioneta de Jeremy .