Capítulo 3 SIEMPRE HAY LUZ,EN LA OSCURIDAD

La felicidad había llegado a mi vida como un soplo inesperado del destino, trayendo consigo un nuevo comienzo. Stenfano Dematceni, aquel hombre que me acogió como su hija, se convirtió en el faro que iluminó mis días oscuros. Durante tres meses, me dio un hogar, un apellido y el calor de una familia que nunca había conocido. A pesar de la incertidumbre que rodeaba mi embarazo, con tres vidas formándose en mi vientre sin saber quién era su padre, decidí que mi propósito sería darles el amor y la estabilidad que yo nunca tuve.

Sentada en la sala, rodeada de bocetos y el bullicio de Liz y Alex, quienes siempre llegaban con alguna sorpresa para hacerme sonreír, la vida parecía más amable. Stenfano irrumpió con su energía inconfundible, haciendo que todos nos sobresaltáramos. Sus ojos carmesí, siempre tan intensos, se enfocaron en mí con una seriedad que me desarmó por completo.

__"¿Dawyon o Dayan para el primer chico?", preguntó de repente, dejando a todos boquiabiertos. La risa nerviosa llenó el ambiente mientras intentábamos procesar su inesperada pregunta. "¡Papá! ¡Pensamos que algo grave pasaba con los diseños!", exclamé entre risas, pero él no cedía en su seriedad.

__"Son tres", recordé en voz alta, sintiendo una mezcla de emoción y responsabilidad. "Sus nombres deben tener armonía", añadí, mientras Liz y Alex asentían en silencio, apoyándome desde las sombras de su complicidad.

Finalmente, después de un breve debate lleno de risas y miradas cómplices, Stenfano anunció con orgullo: __"Dawyon Stenfano, Dilan Steff y Dory Steffany. Esos serán los nombres de mis nietos". Y en ese momento, supe que aquellos tres pequeños ya tenían un lugar especial en el corazón de todos nosotros. La vida, con sus giros inesperados, me había dado una nueva familia y una razón para seguir adelante.

Todo estamos en carcajadas, los tres nombres pegaban. Y son casi de la misma manera.

Pasan los meses, mi pansa, es más grande que cualquier mujer que estuviese embarazada. En el centro para bebes, las chicas me miraban y otros cotillean. Pero a mí eso no me importa.

Entra Alex. Y todo se callan, piensan que es mi esposo. Él empieza a elegir ropas iguales. Y Liz entra con una tarta, me hace sentarme. Parece que las chicas cambian de parecer cuando ven tanta atención hacia mí. Entra mi ahora padre adorado con unas bolsas.

_ ¡Papa! ¿Será que te llevaste la tienda completa?

_ ¡No, son telas, are ropas para mis nietos, no piensas decirme que saldrán a las calles con esos!

Arquea una cejas Liz, y Alex se frenan en escoger ropa. Estallo en risas, y todo hacen lo mismo. Escogemos algunos juegos y pagamos. Con este señor no se puede.

Llevo seis meses y medio, me da pereza para hacer cualquier cosa. Y Estoy cansada con cualquier cosita. Lo más que hago es dibujar nuevos modelos de ropas, vestido.

Tengo a Alex y Liz que hacen casi todo, de llevar y traer. Eso hace que las cosas sean más simple para mí.

Trabajo cuando, mi padre no está porque él no me deja y eso me hace sentir incómoda. El cuarto de los bebes, fueron preparados por él. Una habitación extragrande está todo. Una parte para chica, una parte para chico. El dilema es que tiene tres colores. La habitación tiene tres cortinas que los divide en habitaciones separadas. Será un poco problemático para quien se mueve.

Esos tres se mueven un montón. Y la verdad que molestan bastantes patadas y otras cosas. Cada momento me dirijo al baño, y no es nada de gran cosa. Solo unas gotas de pis. Me quejo y los demás solo se ríen.

Debo soportarlo por ahora, solo por ahora. Nos fuimos a la clínica para el ultrasonido. Y ellos están hasta más sanos que yo misma. Mis siete meses llega en solo días, y la incomodidad aumenta. Caminar es un reto para mí. Pero mi papá lo toma para llamarme bola redonda. Eso me pone roja, por alguna razón odio ese apodo.

Pero en dos Días es el desfile, tengo que estar, mis trabajos saldrán a la luz. Estoy muy emocionada como nerviosa.

Trato de calmarme, pero me es imposible. Mi nueva colección «Vida eterna» es de verano y amo todo lo que hago ahora. Soy diseñadora, tengo un doctorado en administración y diseño de interior. Aprendí cosas que ami pe parecen lo mejor que puedo hacer, tengo tres pequeños que viene al mundo, debo saber hasta lo último para mantenerlo siempre con todo. Jure en mi vida, que nunca les faltara nada.

El desfile comienza, los modelos entran y salen, veo todo, mi papá no me permite salir más de mi lugar. En una silla supercómoda arreglo y acomodo modelos. Todo marcha bien, Llega el final, mi papá sale por mí y dice mi nombre, me apode «Dishasha». Me gusta porque mi nombre está intacto. Mi colección con mi padre aún llevaba mi nombre y él suyo. Creamos una asociación, StensSha sin fines de lucros y tenemos varios más bajos nuestro mando. Me siento mal un rato. Un dolor agudo aparece, y me sobré salto.

Un poco de calma, otro dolor me saca de mis sentidos y pego un grito. Y veo agua correr pon mis pies. Papa solo me mira y pega un grito peor que el mio. Eso me pone en alerta. Liz y Alex se quedan y se encargan de los demás, mientras que papa me lleva a la parte trasera. La ambulancia de emergencia de la agencia estaba en la parte trasera y fuimos a la clínica.

Largas horas agudas di a luz, a tres pequeños, una niña y dos varones.

Mi mente voló y sentí que la felicidad llego tanto a mí, que los rastros serán imposible de borrar.

Mis tres pequeños, una felicidad divida en tres. La casa está muy animada desde su llegada.

Papa contrato tres nanas, para los bebes, cada uno tenía su propia nana. Papa no salía de este cuarto hasta que los pequeños estén dormidos.

Yo, por otra parte, me alimentaban como si estuvieran alimentando una vaca, son mucho los platos que me hacen comer al día. Para poder amamantar esos pequeños. Fue una sensación llena de alegría.

Cada paso, de los pequeños, sus primeras palabras. En un abril y cerrar los ojos pasaron tres años. Pero estos pequeños son más de lo que esperábamos. Dory le gusta la lectura, la música. La moda y arquitectura. El más grande, Dawyon, es tranquilo, temperamento frío, ojos azules, mirada helada y distante. Un maestro de la tecnología y la microprogramación, tiene un pequeño robot construido por él. Dilan es un cargamento completo. Devora lo que sea que tenga que solucionar con números. Ya desde temprano son un trío inseparable, y su intelecto supera a de cualquier niño. Nada de juegos infantiles, y cosas que deberían de hacer unos niños de sus edades.

La sala de tres se transformó en tres habitaciones con sus propios términos. El pequeño robot te decía la puerta ante de entrar por la cortina incorrecta. O tocarla parte incorrecta. Muchas veces veo que papa sale con la mano en la cabeza por algo que toco y no debía y lo expulsaron.

La casa era un lugar divertido.

La sala donde padre llamaba su aposento único se convirtió en no privado porque allí permanecían los tres, sus cabezas estaban metidas en algún libro. Luego me llego la idea de construir un pequeño hogar dentro del hogar. Papa dijo que no era necesario, solo tenemos que ocupar las demás habitaciones. La casa era un palacio. Los retos estaban cada vez que viajábamos, siempre se quejaban del pequeño espació.

Liz y la pequeña Dory hablan más que yo con ellos. Salen y entran y siempre entran con algo. Esas dos nadie nunca descubren lo que hacen. Dilan y Alex son inseparable, como escuche los otros días. Crearon una agencia secreta.

Bueno, yo me meto en mis cosas, que a mí soy la única que más expulsan. Siempre se me olvida y toco algo que no debía.

De noche los tres viene, se colocan en línea y le coloco el beso de buenas noches. Es la regla que impuse porque casi ni los veo.

Trabajo en mi nueva compañía y mantengo todo al margen. Viajo por negocios y, los niños se quedan con papa y Liz y sus nanas. Alex, como hombre siempre está conmigo, me acompaña en todo los lugares. El octavo cumpleaños de mis hijos será la próxima semana y tengo que volver en este viaje lo más rápido que pueda. Como sorpresa, le dije a papa que los sacara de la casa durante el mes completo hasta que yo cumpliera con la construcción de la casa de ellos.

No es mucho dar a tus hijos su propia casa donde puedan hacer de todo.

Una mansión de ocho habitaciones y todo, aunque tiene la otra mansión, pero aquí podrán hacer todo lo que quieran. Lo construí basado en un boceto de construcción que contre de Dory. Laboratorio, oficina, sala de baile. Una biblioteca y una sala que equipe con tecnología. Solo seguí todo lo que encontré allí, y mis pequeños ajuste. Eran ya hombrecito y mujercita. Era momento de sus privacidades no.

            
            

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