Capítulo 5 EL CUMPLEAÑOS DE LSO TRILLIZOS

La noche de la fiesta llegó. Todos estaban muy emocionados. La decoración de la mansión era lujosa, pero todo en tonos de azul. Una combinación de azul en todas las tonalidades. Había muchos invitados, entre famosos y los modelos de las agencias de Stenfano. La mansión estaba llena de gente.

Todo afuera, muchas personas tenían la fuerte curiosidad de saber qué estaba detrás de esa gran tela. Pero nadie pudo acercarse, ya que había un mensaje en la tela que prohibía la entrada o el toque a esa tela. Todos estaban conmocionados por saber lo que había detrás de esta tela. Muchos hablaban de que sería un jet privado o una mansión. Nadie tenía la idea concreta porque no se podía ver a través de la tela.

La mansión estaba muy animada. La música y las conversaciones llenaban el lugar. Actualmente, una limusina negra se paró en la puerta principal, frente a una alfombra roja que deleitaba los ojos de todos. La lujosa decoración dejaba en claro que estos tres pequeños no solo eran el tesoro de la familia Dematceni. Estaban las abuelas y los demás de la familia; esos tres eran muy queridos.

De la limusina bajó una niña de pelo rubio con un hermoso vestido azul, cola de pez, una cara redondita, unos hoyuelos y unos ojos azules que dejaban a cualquiera embobado por su ternura. Después bajó un chico con un traje azul cielo, unos mocasines negros brillosos, su camisa negra hacía juego con su traje; su cabello rubio con mechones castaños dejaba mucho de qué hablar, sus ojos grises cristalinos y labios rosados.

Con hoyuelos, su sonrisa era muy encantadora. Luego bajó el mayor, con un traje azul apagado, como su temperamento. Acentuaba en él unos zapatos charol a juego con su camisa negra. Ojos azules penetrantes; había un aura dominante allí. Nadie se acercaba a él por ser tan distante. Caminó por la alfombra roja, y una mujer con un vestido negro con cola de pez, que acentuaba su figura y su esbelta cintura tan pequeña y un trasero que dejaba a los hombres en deleite, se acercó a los niños. Los tres se acercaron y ella los besó y los abrazó; luego caminaron y apareció el famoso diseñador y pintor Stenfano, quien los abrazó a ambos y caminaron por la alfombra roja.

Todos entraron en la mansión, y la fiesta dio comienzo oficialmente. Todos reían y todo estaba en la hora de la emoción. Fotos y aplausos llegaban por toda la casa. Llegó el momento de los regalos, donde se llenó una habitación completa, desde cheques millonarios hasta collares de diamantes. Sus abuelos les entregaron la llave de un yate y también de una isla privada. Además, hombres. Para finalizar, Stenfano entregó la llave de una corporación fundada bajo sus nombres, que ahora tenía mucho éxito y estaba expandiéndose. Y luego miraron todo a su madre.

Que sostenía una sonrisa que no se podía borrar de su cara. Subió al escenario y llevó todo hacia afuera; había un regalo que entregar aún.

La curiosidad de todos volvió a la gran tela. Especulaban toda idea, pues muchos descartaban casi todo; esos niños tenían de todo. ¿Pero qué es lo que estaba detrás de esta gran tela? Esperaban con toda atención que esa tela fuera removida.

Shasha habló con un breve discurso y se acercó a sus hijos, se sentó en el medio y miraba a sus pequeños. Mientras las lágrimas desbordaban el rabillo de sus ojos, la pequeña Dory estaba tan alterada que sus gritos de alegría mostraban lo contenta que estaba.

_ ¡Este es mi regalo para mis tesoros, mis vidas, mis herencias de vida! _ Mientras miraba a sus pequeños, dijo: _ Dejen ver lo que está detrás.

Unos hombres presionaron unos botones y la gran tela desapareció. Todo el mundo quedó sorprendido. Sus ideas eran ciertas. Una mansión al lado de la gran mansión. El diseño era único en su totalidad. Cuando la pequeña Dory vio su propio trabajo, comenzó a llorar de alegría. El pequeño Dilan mantuvo su mano en su boca. Dawyon tenía los ojos bien abiertos de la sorpresa. Ese era el diseño que hicieron juntos. Su madre hizo una casa igual. Les entregó un juego de llaves iguales, cada una con un color y tonalidad de sus habitaciones y una de la puerta principal.

Luego entregó una gran tijera y ellos caminaron y cortaron el gran lazo que tenía la puerta. Todos saltaban de alegría. Cuando la puerta se abrió, no todos pudieron entrar, pero la entrada estaba demasiado bella para ser creída. Solo se escuchaban halagos en toda la mansión.

Los niños terminaron agotados y se quedaron en su nueva mansión. Shasha dejó a su pequeña hija en su cama, a la medida que ella había diseñado. Su dormitorio estaba como ella lo describió. Después fue donde el pequeño Dilan y él ya estaba dormido. Le dejó un beso en la frente y caminó hacia la habitación del pequeño Dawyon. Ella tocó y él habló con dulzura, sabiendo que era su madre.

Cuando ella entró, él leía un libro con unos pequeños anteojos puestos a su medida. Dejó el libro de lado, bajó de su sofá de cuero negro y caminó y abrazó a su madre; luego se sentó al lado de ella en el sofá. Sus ojos azules tenían un toque de ternura cuando estaba con su madre.

_ Madre, gracias, me gusta cómo lo decoraste. Esos libros me gustan mucho; me conoces en totalidad.

Esas palabras dejaron a su madre con los ojos hechos un nudillo de lágrimas. Él la abrazó.

_ ¡Eres mi pequeño príncipe! ¡Mamá sabe lo que te gusta! Y mamá te agradece por cuidar de tus hermanos.

Se abrazaron un momento hasta que Dawyon no batalló más con el sueño y se durmió. Shasha dejó a su hijo en su habitación y bajó. En la sala principal, solo para los pequeños, Stenfano estaba sentado bebiendo café y con unos libros en la mano.

_ ¿Addormentato? _ dijo Stenfano en italiano.

_ Sí, ellos se durmieron. Gracias, papá.

_ ¿Perché, bella mia?

_ ¡Has cuidado de mí y mis hijos! Nos has tomado como tu familia desde que me encontraste hecha un desastre sin futuro.

_ Bella mia, vieni a sederti qui. Eres la luz de mis ojos. Desde que te tuve, me han llegado lluvias de bendiciones. Mira, ahora somos una cadena de la industria del diseño y del modelaje. Eres mi bella. La ragazza dei miei occhi.

Luego le dio un beso en la frente y ella se apoyó en su pecho. Él le masajeaba la cabeza, hasta que ella también no luchó y perdió contra el cansancio. Stenfano no la levantó; se levantó y le dejó una manta encima y salió. Ella estaba en un gran sillón, pues su cuerpo no estaría cansado.

Pero Alex entró en ese momento y la vio dormir en el enorme sillón. La acomodó mejor y le dejó una almohada debajo para sostenerla mejor. Y salió a hablar con Stenfano, que miraba la luna desde el balcón de los niños.

_ ¿Padrino, ella volverá a su ciudad natal en la próxima semana? ¿Crees que podrá enfrentar todo de nuevo?

_ ¡È una donna forte! Ahora es una leona que puede enfrentarse a lo que sea. Además, estarás con ella; no estará sola. Después de asegurar todo, ella volverá o, si quiere quedarse, no importa; donde ella esté mejor es lo mejor.

_ Padrino, lei può. Es una mujer ahora. Sus hijos son sus fuentes de energía de cada día y ella ha llevado toda la industria mucho más lejos. Un tesoro con mucho cerebro que contrasta con aquel entonces.

_ Ja, ja, ja, ja, il mio tesoro.

Los dos rieron con alegría después de conversar. La mañana cayó, donde todo tenía que despedirse. No pasaron mucho tiempo en la casa, pero tenían que viajar ahora. Los pequeños estaban un poco reacios...