Capítulo 2 Capitulo 2. Yami

Capitulo 2. Yami.

Llevamos dos días aquí y para qué negarlo me siento fuera de lugar.

En Los Ángeles nadie me miraba y aquí todo el mundo se fija en mí. Creo saber el porqué de tal atención.

Aquí casi todos son morenos de piel bronceada y ojos oscuros. En cambio yo soy pelirroja de piel blanca como la nieve y ojos verdes.

Así que supongo que les resultó extraña. Vaya y yo que quería pasar desapercibida. "Sólo unos meses más" me recuerdo a mí misma y después me iré a la universidad.

Y como para no variar mi primer día de clase llego. Si no es bastante frustrante que ya todo el mundo se te quede mirando ahora le añades al pack que eres la chica nueva.

Creí que tendría que desplazarme hasta otra localidad para poder estudiar pero me equivocaba ya que aquí hay un pequeño instituto.

Cojo mi horario de clases y voy hasta la primera de ellas, buscó la última fila y allí me quedo sentada.

Una chica se acerca hasta mí y me pregunta si el asiento de al lado está ocupado.

Yo niego con la cabeza y por primera vez en mucho tiempo le sonrió alguien. De verdad que soy estúpida, se ve que no he aprendido nada en todo este tiempo.

-¿Me llamó Yami y tú? ¿Eres nueva aquí, verdad?

-Abi, y si llegamos hace tres días. Respondo de manera cordial

-Entonces, ¡tú madre es la nueva enfermera!

Asiento con la cabeza y sonrió.

-Ya veo que no eres muy habladora, pero no importa yo hablaré por ti. Vuelve a decir Yami sin dejar de sonreír.

Ella me me explica quién son las chicas populares, los deportistas, los nerds...

Paso la mañana a su lado ya que parece que coincidimos en todas las clases.

No puedo negar que se siente agradable, es la primera vez que alguien se acerca a mí de una manera amigable.

Me he podido dar cuenta en todo lo que llevamos de mañana que Yami no es muy popular que digamos, sólo la han saludado tres personas y dos de ellas no han sido precisamente amables con ella.

No entiendo porque se meten con ella, es verdad que no es como las demás chicas, ella es un poco más bajita que yo y es un poco más redondeada. También usa lentes pero yo creo que le sientan bastante bien.

No es que yo sea la gran cosa, soy un poquito más alta que ella pero no mucho más no creo medir más de un metro sesenta. Carezco de curvas y llevo ortodoncia. Menos mal que ya solo queda un año para que me quiten los dichosos brackets.

Escucho a unas chicas hablar, parecen algo disgustadas, gesticulan demasiado y una de ellas parece estar a punto de llorar.

Dicen algo así de que un unos días se llevará a cabo la "recolecta" y ellos bajarán de las montañas.

No soy capaz de escuchar nada más ya que mi nueva amiga por no decir mi única y primera amiga. Se coge a mi brazo y me lleva rápidamente hasta el comedor.

No se a qué viene tanta prisa pero ella me dice que si llegamos las primeras podemos coger un sitio donde nadie nos moleste.

Y así sucede nos situamos al final del comedor cerca de una ventana y detrás de una columna. Bueno al menos la ubicación de la mesa me gusta ya que pasamos totalmente desapercibidas.

-¿Qué es eso de la "recolecta"?

Ella se atraganta con el sándwich y yo rápidamente abro la botella de agua y se la entrego.

-¿He dicho algo malo?

-No...dice ella tratando de recuperar el aliento.

Ella mira hacia todos lados hasta estar segura de que no hay nadie mirándonos y menos escuchándonos.

-Es complicado. Y no creo que esto te afecte a ti ya que eres nueva en el pueblo.

No me está dejando nada en claro y lo único que está consiguiendo es que aumente mi curiosidad.

-¿Y qué clase de cosas se recolectan?---

-Cosas no, personas, más bien mujeres ---

Mis ojos se abren como platos, no puedo creer las palabras que acaba de decir.

-¿Bueno si te lo cuento me prometes que no se lo contarás a nadie?---

-Si... respondo no demasiado segura, no entiendo a qué viene tanto secretismo.

-Una vez cada diez años los hombre lobo bajan de las montañas, todas las mujeres entre quince y veinticinco años deben presentarse en la plaza del pueblo. Se deben poner un vestido blanco y esperar a que ellos lleguen... lo que pasa después no lo sé, solo se que algunas mujeres se quedan y otras desaparecen para siempre.

Bueno eso de lobos no hay quien se lo crea, pero no voy a decir nada sobre ese tema.

-¿Pero entonces qué pasa con las familias de las chicas que desaparecen?

-Nada, esto ha existido aquí desde siempre. Creo que se hace de esta manera para que ellos no destrocen el pueblo. Es algo así como una ofrenda. Además las mujeres que desaparecen no están casadas, ni tienen hijos... Aquí está prohibido casarse hasta haber cumplido los veintiséis.

Dios mío, mamá me ha traído a un pueblo de locos.

-¿Y cuándo exactamente pasará eso?---

-En dos días. Responde Yami de manera tranquila.

-No te veo asustada.

--- Por qué no lo estoy, dudo que yo sea una de las elegidas. Solo tienes que mirarme y si lo soy pues igual puedo hasta conocer a mi hermana.

-¡Qué! Tú hermana.

-Si a ella se la llevaron la última vez, yo no puede asistir porque aún no había cumplido la edad. Pero mamá no se puso triste más bien se alegro, ella siempre dice que mi hermana tendrá una vida mejor que la que aquí se puede ofrecer ---

-No te ofendas, pero me parece que eso que me estás contando no es ni medio normal. Que roben a tu hija y que tú pienses que estará mejor en otro sitio que a tu lado no hay por dónde cogerlo.

-Bueno, mamá sabe más que yo sobre este tema. Nunca he preguntado, no me ha llamado la atención. Solo se que es algo totalmente obligatorio y que hay que hacerlo.

-Una última pregunta, ¿alguien se ha negado alguna vez a asistir?

-Déjame que piense... Creo que una vez una chica no bajó a la plaza y se escondió debajo de la cama, un lobo enfadado destrozó su casa y mató a toda su familia.

-¿Y qué pasó con la chica?

-Nada, desapareció junto con las otras.

Creo que es el momento de parar de preguntar, aunque Yami es muy simpática creo que no está bien de la cabeza.

            
            

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