/0/16233/coverbig.jpg?v=2f8b85632a76f1c186115cf4b102c34a)
Todos los estudiantes de último año de cada carrera están reunidos en el coliseo y escuchan atentamente al Máximo regente, el cual es interrumpido por el sonido de los grandes portones que se abren mostrando a la leona que fue expulsada (del todo) hace apenas un par de días ¡y no solo eso!, por primera vez Alina está vestida pulcramente, sin embargo ninguno de los presentes está tranquilo con su presencia; de hecho, temen por su seguridad porque siempre ocurren desastres cuando ella aparece, y no sería nada raro que viniera a vengarse por la manera en la que la sacaron del planeta.
-¿Qué hace ella aquí?
-¡No tiene vergüenza ni su familia tampoco!
-Quién sabe cuánto habrán pagado sus padres para que la volvieran a aceptar.
-Eso era de esperarse, ella es de familia importante ¿acaso olvidan que ella sí tiene apellido?
-Ella es el vivo ejemplo de que los que tienen apellido hacen lo que quieren.
-¿En serio es ella? preciso no traje mis gafas.
-¡No puedo creer que por fin esté bien vestida!
De pronto todos dejan de murmurar para dedicarse a observarla; lo único que se oye es el sonido de sus tacones y cada paso que ella da pareciera aumentar el eco, lo que los pone más nerviosos.
Cuando la chica llega al frente, inclina su cabeza para saludar -Máximo regente.
Él la observa con indiferencia y le dice -Señorita Alina Ledroniamun, bienvenida nuevamente a Vacum, ¿Quiere decir algo?
-So...-aprieta sus manos en forma de puño- solo quiero dar las gracias por esta oportunidad.
Él nota el gran esfuerzo que ella hace para pronunciar esas palabras, da unos pasos y mira hacia los alumnos.
-Estudiantes de Vacum: cómo pueden ver, ha regresado Alina Ledroniamun. Ella está apenada por todos los incidentes que causó, y me ha pedido otra oportunidad en la cual se compromete a respetar las normas de Vacum. Por favor acepten sus disculpas.
La leona no puede creer que él se haya atrevido a decir eso, porque por supuesto: ¡es falso! ella jamás se disculparía y si está ahí fue solo porque su familia se encargó de que volviera.
-Señorita Alina, puede ir a su habitación. Asegúrese de ser puntual en sus clases a partir de mañana.
-Sí señor -responde ella, apretando más fuerte sus manos haciéndose daño con sus uñas. Gira sus pasos para pasar nuevamente entre los estudiantes y al tiempo hace lo posible por suprimir las ganas de acabar con todos.
Pasan cuatro meses y en Vacum están sorprendidos por el gran cambio de la leona. Ella ha pasado de causar problemas a estar entre los mejores estudiantes de su carrera; lo que nadie sabe es que ella ha estado observándolos cautelosamente para poder entender ciertas partes de un extraño libro.
Ella ha estado estudiando, pero también ha leído y releído aquel libro cuya cubierta es bastante peculiar: musgo color café que suelta un poco de polvo negro cada vez que lo toca, y en contraste: desprende un olor dulce que aún no puede descifrar; mientras lo toma en sus manos se pregunta sobre quién será su verdadero dueño y por qué estaba en ese lugar ¿acaso allí lo escondían o lo dejaron allí para deshacerse de él?
Alina recuerda esa tarde en la que le cortó la cara a una chica araña por haberle quitado el novio, y ahora de solo pensarlo se siente muy tonta por haber actuado de esa manera, después de todo fue gracias a esa chica, que se deshizo de alguien que no tenía metas y que solo aspiraba a usar ropa fina e ir a lugares ostentosos, aunque bien es cierto que Alina también lo disfruta, pero al menos ella ha tenido sus propias metas, aunque nadie la apoye en las mismas.
Y como no pudo volver por donde había llegado, decidió salir por la ventana de la habitación de la chica araña, y meterse dentro del inmenso laberinto formado por plantas para cruzar y llegar a otro lado y así mezclarse con otros estudiantes, ya que pensaba en negar cualquier acusación hacia ella, pero no contaba con que se perdería en el laberinto. Y cuando ya estaba empezando a desesperarse ¡lo vió!, vió el libro entre las plantas, lo sacó de entre las ramas, y aunque su aspecto era grotesco, quedó impactada con lo que había en su interior y justo en ese momento se escucharon voces cerca. La estaban buscando.
Alina miró lastimosamente el libro, intuía que ese libro estaba prohibido -Si te volvieras invisible te llevaría conmigo.
Y como si el libro la hubiera escuchado desapareció, pero ella aún lo podía sentir, y aunque la encontraron dejó que creyeran que se estaba escondiendo en el laberinto, pues era mejor eso, a que supieran que se había perdido y eso le avergonzaba.
Ya en el presente, Alina se limpia bien para quitarse el olor del libro, se mira en el espejo y nuevamente le da la impresión de que la estuvieran observando, quita ese pensamiento de su mente y sale a desayunar. Más tarde se dirige hacia uno de los balcones y una chica se le acerca tomándola desprevenida.
-¿Para qué lo tomó si no lo iba a usar? ¡bueno, debe ser porque no es apta para usarlo!
Alina la mira con cierta actitud de prepotencia -¿Quién es usted para dirigirme la palabra? y ¿de qué habla?
-¡Es mi libro! Tiene que regresármelo.
Alina se detiene en frente de ella y ve que la chica tiene un tatuaje distintivo en el cuello -Por su tatuaje ahora sé que usted es bruja.
-¡Vaya, Que lista es! -se burla.
-Si sabe que lo tengo ¿por qué no ha ido por él?
-No es tan fácil.
- Explíqueme.
-No tengo que explicarle nada.
Alina siente hormiguear su boca y no le salen las palabras. No puede hablar.
-No tengo tiempo ni quiero explicar nada. Solo encárguese de estar esta noche en su habitación -se retira.
Alina recupera su voz y con ira pronuncia algunas palabras inentendibles que vio en el libro, aunque por el momento no recuerda de qué tratan. Se pasa la mano por el cabello y continúa su camino.
De repente, escucha gritos desde el balcón; al llegar se da cuenta que la bruja se ha lanzado. Ahora está muerta.
Entonces corre a su habitación y busca las palabras que acaba de pronunciar y se da cuenta que ella fue la que provocó su muerte, pero lejos de sentirse mal, se siente feliz y orgullosa por lo que podría lograr. A su habitación llegan maestros para interrogarla por ser la última en ser vista con la víctima; a lo que ella se defiende diciendo que la chica estaba desahogándose por la reciente muerte de su madre, y en su mente agradeció los rumores que andaban sobre la chica bruja, y que afortunadamente los recordó en el último minuto.
Días más tarde, se celebra la despedida de los estudiantes que se van a graduar, y la leona va a aprovechar el evento para dar un paso adelante con lo que ha aprendido del libro.
Una vez Alina llega al lugar se da cuenta que ella es la única que está sola, pero eso no la hace sentir mal, ella ama estar sola, de hecho, le repugna la idea de tener amigos. Suficiente con tener una familia la cual le corta la libertad y ella siempre ha querido controlar su propio destino.
Ignora sus pensamientos y ve que al lugar está entrando aquel dragón que hace que el tiempo se le detenga; para ella él es el ser más hermoso que ha visto en toda su vida, pero también el único que le produce miedo ¿cómo puede ser tan perfecto?
Ya adentro, Alina toma una de las bebidas y toma la decisión de dejar su plan a un lado solo por él, porque cree con todo su corazón que él realmente lo vale.
Lo observa a lo lejos y pronuncia algunas palabras del libro seguidas de:
-Vlammen Drogferatum, en quince minutos vas a poner tu mente en blanco y me vas a buscar en la biblioteca principal, y cuando regreses: volverás a tu vida como ahora, sin recordar lo que pasó entre nosotros.
Dicho esto, se dirige a la biblioteca pronunciando y repitiendo ciertas palabras para asegurarse de eliminar todo rastro de ella: toda imagen de las cámaras de vigilancia, todo olor, incluso hasta un cabello que se pudo haber caído.
Llega a la biblioteca y espera impaciente hasta que por fin él entra.
Por unos breves instantes ella piensa en no avanzar, pero recuerda que él se graduará pronto y seguramente no lo volvería a ver, así que avanza rápidamente hacia él y lo besa...
...
Tras las vacaciones, las cuales decidió pasar en Vacum, no porque le gustara el planeta sino porque no quería ver a su familia, y porque quería mantener la mente despejada por lo sucedido. Tomó clases extras y tras dos semanas de iniciar un nuevo semestre: su mente divaga a esa noche en la que fue tan feliz, pero también fue la más desafortunada, pues esa noche también desapareció el libro y en su lugar encontró una nota que decía:
Has incumplido con los requisitos para portar este libro. No eres apta para él.
Y se fue desvaneciendo hasta que también desapareció.
Fue en ese momento que lo entendió: La bruja no podía tomar el libro porque el libro la había elegido a ella como su dueña.
Y desde esa vez se ha sentido desdichada y a la vez la más afortunada, pero...
-Ni siquiera sabía que venía con requisitos -dice en voz alta llamando la atención de todos.
-Señorita Alina ¿sucede algo? ¿no está de acuerdo con los temas a tratar este semestre? -pregunta la maestra.
A lo que ella no responde, sencillamente había olvidado que estaba en clase. Hace señas queriendo decir que lo lamenta, se acomoda para sacar a escondidas su intercomunicador y nota que tiene un mensaje de texto de parte de su hermano: -No olvides llamar a mamá para su cumpleaños, no celebraremos porque el parto de Nalia será posiblemente ese mismo día.
-¡Verdad! Había olvidado que pronto será su cumpleaños -piensa- ¿Pero para qué llamarla? de seguro le dará nauseas con solo escuchar mi voz. Por cierto, también había olvidado que mi cuñada está por tener otra cría. ¡No los entiendo!, Si ya tienen dos hijos ¿para qué quieren más? ¡Bueno! Lo importante es que nunca me pidan que los cuide porque... ¡No! Obviamente a mí jamás me pedirían algo así. ¡jamás confiarían en mí! Igual, ¡Qué pereza los críos!...
De pronto recuerda que desde aquella noche que estuvo con el dragón... -¡No! -se levanta tomando su bolso y corre al baño, verifica que no haya nadie más, se mira y se toca su vientre -No tengo nada de barriga ¿entonces porque no me ha bajado?
Los nervios la invaden y decide hacerse un examen médico o hacerse unas pruebas, pero en Vacum todo se sabe rápido y no confía en nadie, así que lo único que puede hacer es pedirle al Máximo regente que le permita ir a su planeta con la excusa de celebrar el cumpleaños de su madre, y aunque a él se le hace demasiado apresurado por el hecho de que acaban de iniciar clases, termina aceptando.