Capítulo 9 Tratando de controlarme

Estacioné y cargué a mía para llevarla al Pent-house mientras sentía como estaba a punto de estallar, a esta niña había tenido que soportarle las insolencias que nunca pensé dejarle pasar a nadie. Así que apenas se despierte lo primero que haré será tener una conversación seria y más le vale que ponga de su parte, si no conocerá mi carácter, que estoy seguro de que no le agradará para nada, creo que he tratado de ser condescendiente con ella, ya que esta situación tampoco es fácil para mí.

-desperté desorientada, en unas sábanas de seda que olía muy bien, eso me hizo abrir rápidamente los ojos y noté que estaba en una habitación desconocida para mí, lo que me hizo darme cuenta de que todo lo que he vivido en las últimas horas no es un sueño, sino una pesadilla hecha realidad. Toqué mi cuerpo y descubrí que aún llevaba mi ropa, eso me hizo suspirar, aliviada, y me levanté para ver con quién me encontraba en este lugar.

Salí y vi un pasillo que tenía varias puertas, las cuales me imagino son habitaciones, caminé y encontré las escaleras, la planta baja se veía hermosa e inmensa, pero todo tenía el sello de Iván. El lugar era sombrío, oscuro, hipnotizante y elegante y aunque no lo crean esa mezcla provocaban dos sentimientos... miedo y curiosidad, los que nacen en mí cuando veo a mi supuesto prometido.

-¡por fin despertaste! Creo que te ha gustado mi cama porque llevo esperando más de tres horas para hablar contigo.

-abrí mis ojos, asombrada, ya que no suelo dormir de día... Mucho menos tanto tiempo, disculpa por eso nunca fue mi intención que me vieras en ese estado. De hecho, eres la primera persona que me ha visto llorar, pero todo esto me supera, así que quiero pedirte con amabilidad que me dejes ir, te prometo que conseguiré la persona apropiada para desempeñar el papel de tu prometida. Estoy segura de que algunas de mis compañeras del hospital estarían más que encantadas de ser tu esposa, aunque sea por contrato, de hecho, si quieres ir más alto podría comentarlo con algunas doctoras que son de mi entera confianza. Ellas también tienen un estatus alto y por supuesto necesitan un tipo de arreglo como el tuyo, sería beneficioso porque con ambas familias de dinero no tendrían qué complicarse la vida, firmarían un acuerdo y ya, ¡porque yo no quiero ni puedo desempeñar este papel!

Primero, por la sencilla razón de que soy o era novia de tu hermano, nada más saber eso me hace sentir enferma, ¿te imaginas lo que van a pensar de mí las personas que me conocen? No podemos tapar el sol con un dedo, ya debo ser la comidilla de todos, tanto en la universidad como en el trabajo. Porque es absurdo que haya salido una noticia que me vincula con el hermano del que todos conocen como "mi novio" desde hace 6 meses, ¿no te parece? Creo que ese pequeño detalle fue algo que se les pasó por alto a ustedes. Segundo, tú esperas fidelidad, eso es algo que en otras circunstancias quizás te hubiese podido prometer, pero no ahora porque yo estoy enamorada de tu hermano. Tercero, yo no quiero tener absolutamente nada que ver contigo y esa es la razón más importante.

-lancé contra la pared el vaso lleno de whisky que tenía en la mano Mía, Mía, apreté mis puños tratando de controlarme, te voy a dejar claras un par de cosas. Primero no soy estúpido, sé que hay un millón de mujeres que se morirían por estar en tu lugar y que fácilmente aceptarían un matrimonio por contrato. Pero hay dos problemas, el primero es que mi abuelo ya te conoció a ti y estoy 100% seguro que no aceptará que coloque a otra en tu lugar, dos él está seguro de que tú serías incapaz de corromperme, eso se nota a leguas ¿tú crees que puedo conseguir eso en alguna de las doctoras que tú indicas? ¡Por supuesto que no! Crees que yo llevaba dos días buscando una mujer para casarme por contrato. No, llevo dos malditos años tratando de conseguir a alguien que cumpla con las condiciones que puso mi abuelo. Y mira lo absurda que es la vida, a ti te encontré sin siquiera buscarte, bueno, aunque para ser sinceros fue mi hermano quien te entregó a mí. Sabes no quería tocar ese tema, pero ya que tú me has restregado en la cara, lo enamorada que estás de Javier resaltaré ese hecho. Ahora me pregunto yo ¿Qué tanto te quieres tú? Esa es una pregunta que no ha dejado de rondar por mi mente, porque desde que mi hermano me dijo que tenía novia, cosa que me sorprendió porque sabía que él seguía yéndose a la cama con cuanta escoba con falda viera... Te confieso que hasta llegué a sentir lástima por ti sin siquiera haberte conocido, pero ahora que te conozco lo siento más y debo admitir que no eres de mi tipo, más, sin embargo, yo sería incapaz de hacerte semejante cochinada. Aunque parezca el peor hombre del mundo, sé bien respetar, para mayor muestra un botón, en dos oportunidades mis amantes te han enfrentado y yo te he dado tu lugar. De hecho, ni siquiera le he dirigido una mirada por respeto a ti, aun cuando no tengo intenciones de tener absolutamente nada contigo más allá del contrato.

Lo que me lleva a pensar que tienes problemas de autoestima o eres masoquista y estúpida, porque no veo otra razón por la cual una mujer tendría que arrastrarse a los pies de un tipo que claramente no la quiere ni la respeta. Otra cosa que también despierta muchas dudas en mí es que te dejes mangonear por Javier y a mí me enfrentes cada vez que tienes la maldita oportunidad de hacerlo. Yo no soy un niño y te he dejado claro que no puedes liberarte de esta situación, ¡serás mi esposa! Mientras más rápido lo aceptes será mejor para los dos, tú no eres la única obligada en esta situación, ¿o es que acaso crees que soy feliz andando de tu brazo o llevándote a hacer compras? Que es una cosa que yo jamás había hecho por nadie, te he dado mucho más de lo que estaba dispuesto a entregar y eso es porque soy consciente de que tú no decidiste esta situación. Pero nada va a cambiar, entiéndelo, ¡me perteneces! Ahora ve a mi habitación y colócate una de mis camisas para que cenemos y nos acostemos a dormir, porque le avisé al abuelo que no iríamos hoy a la casa, siéntete libre de tomar cualquiera de las habitaciones, excepto la mía.

-juro que he tratado de ser lo más paciente posible contigo Iván, pero no habrá forma en la que puedas obligarme a hacer algo que yo no desee...