Te espero, mi amor
img img Te espero, mi amor img Capítulo 4 Un entendimiento tácito entre ellos
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Capítulo 7 No necesito este asqueroso trabajo img
Capítulo 8 Tú fuiste quien se me insinuó img
Capítulo 9 Ya había decidido renunciar img
Capítulo 10 ¿En verdad sientes algo por Natalie img
Capítulo 11 ¿Cómo se encuentra Phoebe img
Capítulo 12 ¿Cuál es exactamente tu objetivo img
Capítulo 13 Un trato bastante beneficioso img
Capítulo 14 Una mujer debe tener dignidad img
Capítulo 15 ¿Podría ser que tuviera sentimientos por ella img
Capítulo 16 Celos img
Capítulo 17 Embarazada img
Capítulo 18 ¿De quién era el hijo img
Capítulo 19 Un comportamiento extraño img
Capítulo 20 Cortaré lazos con él img
Capítulo 21 Y si lo saben, ¿qué img
Capítulo 22 La disculpa de Caleb img
Capítulo 23 Búsqueda de empleo img
Capítulo 24 Pensé que ya no teníamos ninguna conexión img
Capítulo 25 ¿Qué somos exactamente el uno para el otro img
Capítulo 26 ¿Por qué no simplemente despedirla img
Capítulo 27 Realmente te veo como un amiga img
Capítulo 28 Reencuentro con Vera img
Capítulo 29 El trato img
Capítulo 30 Negociación img
Capítulo 31 Ella estuvo de acuerdo img
Capítulo 32 Tienes que disculparte img
Capítulo 33 Cambiando las tornas img
Capítulo 34 No perder el tiempo con ella img
Capítulo 35 Reembólsale los cafés img
Capítulo 36 Ella se veía exhausta img
Capítulo 37 Pelea img
Capítulo 38 Un titular de tendencia img
Capítulo 39 ¿Cuándo empezaron a verse img
Capítulo 40 Cena para tres img
Capítulo 41 Él realmente la quiere img
Capítulo 42 Borracha img
Capítulo 43 Pelea img
Capítulo 44 Los planes de Vera img
Capítulo 45 Secuestrada img
Capítulo 46 No dejaré pasar esto img
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Capítulo 4 Un entendimiento tácito entre ellos

"Eres la mejor en este departamento. Si no le das seguimiento al caso, ¿crees que las buenas para nada de tus compañeras podrán hacerlo?", dijo Jaydee con exasperación y en un tono agudo.

Luego, sin esperar respuesta, giró sobre sus talones y se fue.

Natalie apretó los documentos con fuerza, mientras la inquietud comenzaba a invadirla, pues Connor estaba ahí para tratar asuntos de negocios con Vera, lo que significaba que también estaría en la reunión, y ella no estaba lista para enfrentarlo todavía.

Por eso, instintivamente volteó a ver a Kaitlin y, con una expresión suplicante, le pidió: "¿Podrías presentar tú en mi lugar? Has hecho esto muchas más veces; yo todavía sigo aprendiendo. Si todo sale bien, la cena corre por mi cuenta...".

"¡Ni hablar!", respondió su compañera, con un tono impregnado de burla, cerrando la carpeta. "Alguien como yo jamás podría igualar tu brillantez. Además, ni en sueños me atrevería a robarte el protagonismo. Nosotras, las chicas locales y comunes, no tenemos oportunidad frente a quienes han perfeccionado el arte de abrirse camino hacia la cima".

Acto seguido, le lanzó a Natalie una mirada fría, antes de unirse a otro grupo, con quien entabló una animada conversación; sus palabras habían estado cargadas de recelo.

Desde que comenzaron a trabajar en la empresa, las dos mujeres nunca se habían llevado bien.

Kaitlin siempre tenía la necesidad de presumir sus habilidades y se comportaba con un aire de superioridad. Por eso, miraba por encima del hombro a Natalie, la forastera que había crecido en un orfanato tras perder a sus padres.

Para empeorar las cosas, en términos académicos, de competencia e incluso de apariencia, no le llegaba a su rival ni a los talones. Entre el personal, Natalie era la única que realmente destacaba.

Estaba claro que los elogios públicos de Jaynie habían tocado una fibra sensible en los demás.

Con un suspiro silencioso, Natalie apretó los documentos y se dirigió a la sala de juntas. Apenas llegó, tocó suavemente la puerta.

"Adelante".

La joven entró y enseguida su mirada se posó en Connor, quien estaba concentrado en los papeles frente a él. Por su parte, Vera estaba cómodamente sentada en el reposabrazos de la silla del hombre, sosteniendo un pequeño plato de mousse de chocolate, dándole de comer en la boca mientras le hablaba sobre los documentos.

La familiaridad entre ellos era inconfundible: la facilidad en el trato, las miradas compartidas, la comprensión tácita que fluía entre ambos.

No solo se trataba de cercanía física, sino de algo más profundo: una conexión auténtica.

Natalie inhaló profundamente y se preparó para romper el momento perfecto. "Señorita Dawson, los archivos están listos", anunció.

Vera no se movió; se limitó a señalar el asiento frente a ella. "Toma asiento. El señor Bailey llegará en breve".

Luego, agarró otra cucharada de mousse y se la ofreció a Connor.

En esa ocasión, los dedos del hombre rozaron la mano de la mujer para apartarla suavemente. El movimiento fue natural y lleno de intención.

"Es suficiente", murmuró él.

Natalie sintió la casual intimidad entre ellos como un cuchillazo en el corazón y su pecho se tensó.

Instantes después, un impulso se encendió en ella: rechazar la carga que le estaban imponiendo.

"Señorita Dawson, en realidad solo vine para presentar mi renun...".

Antes de que pudiera terminar, la puerta se abrió de golpe. Caleb Bailey entró con un aire de confianza y dijo con una voz resonante: "Señorita Dawson, un placer estar aquí. ¡Gracias por la invitación!".

Tras eso, sus ojos se posaron en Connor y, por un breve segundo, su expresión se endureció. "Señor Hughes, ¿a qué debemos el honor de su visita?".

Caleb luego se concentró en la disposición de los asientos y se percató de que Vera seguía casualmente sentada en el reposabrazos de la silla de Connor, sin inmutarse ante su abrupta entrada. La intimidad entre ellos era evidente.

Vera, con una sonrisa tranquila, dejó el plato a un lado, se enderezó y explicó: "No estoy particularmente versada en estos asuntos, así que Connor tuvo la amabilidad de acompañarme. Espero que eso no sea un inconveniente, señor Bailey".

Caleb no era ingenuo; entendió de inmediato lo que pasaba. Forzándose a sonreír, respondió: "¡Para nada! Es un privilegio contar con la perspectiva del señor Hughes. Un verdadero privilegio".

Aunque su expresión seguía siendo amistosa, no pudo ocultar su tensión subyacente, mientras expresaba: "Señorita Dawson, dado lo cercana que es al señor Hughes, un aviso previo nos habría evitado inconvenientes".

            
            

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