Te espero, mi amor
img img Te espero, mi amor img Capítulo 5 Acoso sexual
5
Capítulo 7 No necesito este asqueroso trabajo img
Capítulo 8 Tú fuiste quien se me insinuó img
Capítulo 9 Ya había decidido renunciar img
Capítulo 10 ¿En verdad sientes algo por Natalie img
Capítulo 11 ¿Cómo se encuentra Phoebe img
Capítulo 12 ¿Cuál es exactamente tu objetivo img
Capítulo 13 Un trato bastante beneficioso img
Capítulo 14 Una mujer debe tener dignidad img
Capítulo 15 ¿Podría ser que tuviera sentimientos por ella img
Capítulo 16 Celos img
Capítulo 17 Embarazada img
Capítulo 18 ¿De quién era el hijo img
Capítulo 19 Un comportamiento extraño img
Capítulo 20 Cortaré lazos con él img
Capítulo 21 Y si lo saben, ¿qué img
Capítulo 22 La disculpa de Caleb img
Capítulo 23 Búsqueda de empleo img
Capítulo 24 Pensé que ya no teníamos ninguna conexión img
Capítulo 25 ¿Qué somos exactamente el uno para el otro img
Capítulo 26 ¿Por qué no simplemente despedirla img
Capítulo 27 Realmente te veo como un amiga img
Capítulo 28 Reencuentro con Vera img
Capítulo 29 El trato img
Capítulo 30 Negociación img
Capítulo 31 Ella estuvo de acuerdo img
Capítulo 32 Tienes que disculparte img
Capítulo 33 Cambiando las tornas img
Capítulo 34 No perder el tiempo con ella img
Capítulo 35 Reembólsale los cafés img
Capítulo 36 Ella se veía exhausta img
Capítulo 37 Pelea img
Capítulo 38 Un titular de tendencia img
Capítulo 39 ¿Cuándo empezaron a verse img
Capítulo 40 Cena para tres img
Capítulo 41 Él realmente la quiere img
Capítulo 42 Borracha img
Capítulo 43 Pelea img
Capítulo 44 Los planes de Vera img
Capítulo 45 Secuestrada img
Capítulo 46 No dejaré pasar esto img
img
  /  1
img

Capítulo 5 Acoso sexual

Vera curvó sus labios en una suave sonrisa mientras miraba a Connor, con una expresión cálida y acogedora.

"Tuve desacuerdos con Connor en el pasado, lo que creó cierta distancia entre nosotros. Pero nada de eso importa ya, pues siempre supe que ocupaba un lugar en su corazón".

Al escuchar eso, Natalie sintió un profundo dolor en el pecho. Se dio cuenta de que ella no era más que un personaje secundario en un romance de cuento de hadas.

"Señor Bailey, en esta ocasión me gustaría presentarle a una de las integrantes más dedicadas de nuestro equipo, Natalie Simpson", dijo Vera, señalando hacia la aludida. "Normalmente, ella trabaja tras bambalinas, así que puede que no haya tenido la oportunidad de verla antes".

Natalie apretó los labios, reprimió las emociones que se arremolinaban en su interior y se levantó con compostura para saludar a Caleb.

"¡Oh, vaya, señorita Dawson, no sabía que su empresa tenía una empleada tan destacada! ¿Por qué nunca me la presentó antes?", comentó Caleb con una sonrisa ladeada.

Sus ojos se habían abierto de par en par al contemplar a la chica y no perdió tiempo en rodear la mesa de la sala de juntas para acercarse a ella.

Su mirada era descaradamente lasciva, lo que provocó una ola de incomodidad en Natalie. Sin embargo, ella era consciente de la importancia de ese hombre como cliente, así que le extendió la mano y lo saludó con reticencia.

"Gracias por sus amables palabras, señor Bailey".

Caleb le agarró los dedos con entusiasmo; su toque se prolongó más de lo debido.

"Ah, señorita Dawson, ciertamente tiene buen ojo para la belleza. ¡Qué porte y qué gracia tiene esta dama! Incluso supera a las bailarinas exóticas más refinadas que he conocido en los círculos más exclusivos".

Esas palabras fueron tan inapropiadas que él incluso se ganó la mirada de desaprobación de Vera, quien señaló con firmeza: "Señor Bailey, este es un entorno profesional. Espero que muestre el mismo nivel de respeto hacia mi equipo que en cualquier otro ambiente de negocios".

Natalie, incómoda con la atención no deseada, se zafó discretamente del agarre del hombre. Luego sugirió en un tono frío: "Quizás deberíamos volver a la agenda, señor Bailey...".

"Por supuesto, el trabajo es lo primero. Pero tal vez podamos continuar esta conversación más tarde y en un lugar más... relajado", respondió Caleb, tras superar su vacilación y dar un paso atrás.

Connor cerró la carpeta de golpe y la dejó caer sobre la mesa con un ruido sordo. Cortó con su intensa mirada la atmósfera, antes de decir: "¿Empezamos?".

El otro hombre se sobresaltó y contestó con una sonrisa incómoda: "Por supuesto, empecemos. Señor Hughes, me disculpo por haberme pasado de la raya".

Natalie, aliviada, exhaló silenciosamente, mientras miraba de reojo a Connor. No obstante, descubrió que él había apartado la cabeza y estaba completamente concentrado en Vera, quien le exponía los detalles clave del negocio.

Por un breve momento, había creído que él la estaba defendiendo, pero tras eso se dio cuenta de que estaba pecando de ingenua.

La discusión avanzó rápidamente, ya que la mayoría de los detalles ya estaban afinados. El único obstáculo durante la negociación había sido la actitud poco profesional de Caleb, que desapareció rápidamente por la presencia de Connor.

Aunque Natalie luchaba por concentrarse y ocasionalmente tropezó con términos técnicos, eso no evitó que lograra concretar el acuerdo.

"Señor Hughes, es un honor trabajar con usted. Escucharlo es más instructivo que años de experiencia en el campo", comentó Caleb, aprovechando la rara oportunidad de hablar con alguien de ese calibre. De hecho, estaba tan ansioso por ganarse su aprobación que no escatimó en esfuerzos.

Connor frunció el ceño y estaba a punto de responder, pero Vera se inclinó juguetonamente sobre él y le mostró su celular.

"Mira, mis amigos insisten en llevarnos a cenar... ¡No debí haberles mencionado nada!", comentó ella, captando de inmediato la atención del hombre.

Natalie, sentada cerca de ellos, observó lo íntimos y cercanos que eran.

La respuesta de Connor no fue clara, pero pronto Vera lo jalaba del brazo y pronunciaba con un puchero juguetón: "¡Vamos! Tienes que acompañarme; ¡todos se reunieron solo por ti!".

En ese momento, no había rastro de su habitual elegancia compuesta. Había sido reemplazada por un encanto seductor, dejando atrás por completo su aire de gracia inalcanzable.

La subordinada, inquieta por la escena frente a ella, bajó la mirada instintivamente, reacia a presenciar la cercanía entre ellos.

"Natalie, por favor, encárgate del señor Bailey y termina con las formalidades restantes. Necesito ausentarme un rato", indicó la superiora con ligereza, antes de marcharse.

La susodicha simplemente asintió casualmente, sin prestar demasiada atención a las palabras de su jefa. Instantes después, sintió una intensa mirada sobre ella, pero al levantar la vista, solo vio a Connor y Vera alejándose.

La joven suspiró y se dio la vuelta, solo para chocar con Caleb, quien estaba demasiado cerca. Sobresaltada, dio un paso atrás instintivamente, pero antes de que pudiera alejarse más, él la agarró fuertemente de la cintura.

"¡Señor Bailey, le sugiero que cuide su comportamiento! Estamos en una sala de juntas", soltó Natalie con frialdad.

Sus palabras no lograron disuadir a Caleb, quien parecía entretenido por su resistencia. Luego, bajó su mano hasta un lugar que no tenía derecho a tocar.

"¿Y qué? Este lugar es a prueba de sonido, así que nadie nos interrumpirá. ¿No te parece el lugar perfecto para compartir un momento de privacidad?", murmuró él, inclinándose sobre ella y golpeándole con su aliento la piel; sus intenciones estaban claras.

Justo cuando sus labios se acercaban a la clavícula de Natalie, ella inhaló profundamente para calmarse y luego le metió un certero rodillazo en la entrepierna.

"¡Argh!", aulló Caleb de dolor, soltándola de inmediato y encorvándose hacia el frente. Natalie se zafó de su agarre de inmediato.

"¿Te atreves a golpearme, mocosa insolente?", escupió el hombre, agarrándose la entrepierna. "¿Te estás haciendo la inocente? ¿No te dejó tu jefa aquí solo para mí? Déjame decirte algo: con tu actitud, tu empresa puede despedirse de este acuerdo...".

Natalie no terminó de escucharlo, pues la voz de su agresor pasó a un segundo plano para ella, mientras su mente daba vueltas.

¿Sería posible que Vera hubiera inventado una excusa para irse, solo para abandonarla con ese notorio mujeriego?

¿Y Connor lo sabía? O, peor aún, ¿lo había aprobado?

En ese instante, una mezcla aplastante de vergüenza y desamor la invadió, y los ojos le escocieron por las lágrimas. Nunca había sido lo suficientemente ingenua como para esperar que Connor realmente la amara, pero el que él la tratara con tanto descuido la hirió profundamente.

Estaba tan perdida en su miseria que ni siquiera notó el regreso de Vera y Connor en la sala, hasta que la vibrante voz de su jefa rompió el silencio.

"Natalie, ¿está listo el contrato? Yo...", empezó, pero se detuvo a media frase al ver la escena frente a ella.

Caleb estaba encorvado, gimiendo de dolor y sujetándose la entrepierna. Por su parte, Natalie permanecía rígida, sosteniendo un cenicero; además, tenía los ojos rojos, pero en ellos ardía el desafío.

Lentamente, esta alternó su atónita mirada entre Vera y Connor.

"Señorita Dawson, ¿a esto se refería con 'cerrar' el contrato?".

            
            

COPYRIGHT(©) 2022