Capítulo 2 Una Oferta Peligrosa

El sol apenas comenzaba a filtrarse entre las cortinas cuando Valeria despertó con una mezcla de agotamiento y preocupación clavada en el pecho. Las horas de insomnio y la angustia por la desaparición de Vanessa no le daban tregua. Cada minuto sin noticias se sentía como una eternidad que la hundía más en un pozo de incertidumbre.

El teléfono sonó justo cuando terminaba de vestirse con ropa cómoda, lista para salir a buscar pistas por la ciudad. Era una llamada inesperada, un número desconocido que parpadeaba en la pantalla. Dudó, pero finalmente contestó.

-¿Valeria? -preguntó una voz masculina, firme y profesional-. Mi nombre es Santiago Ruiz, soy asistente personal del señor Alejandro León, CEO de León Corporativo.

Valeria sintió que el corazón le daba un vuelco. Alejandro León era una de las figuras más influyentes y temidas en el mundo empresarial. Su nombre se repetía en los medios, siempre ligado a poder, negocios y una reputación de hombre implacable. ¿Qué podría querer el asistente de un hombre así con ella?

-¿En qué puedo ayudarle? -respondió, intentando ocultar la mezcla de curiosidad y desconfianza en su voz.

-Sé que esta llamada es inesperada -continuó Santiago-, pero vengo con una propuesta que podría interesarte. Conozco la situación con tu hermana, Vanessa. He escuchado rumores, y honestamente, creo que puedo ofrecerte una oportunidad para que tú y tu familia puedan salir adelante mientras seguimos buscando respuestas.

Valeria frunció el ceño. ¿Qué sabía ese hombre? ¿Cómo podía ayudarle alguien que no conocía nada?

-No entiendo -dijo con cautela-. ¿De qué está hablando?

Santiago respiró profundo, como si midiera cada palabra con cuidado.

-Tu hermana trabajaba en León Corporativo como secretaria personal del señor León. Ella desapareció hace semanas, y eso ha puesto en jaque a la empresa. El señor León ha decidido mantener el puesto ocupado, y busca a alguien que pueda asumir el rol sin levantar sospechas.

-¿Y usted cree que yo podría hacerlo? -la voz de Valeria era casi un susurro.

-No es un simple reemplazo. Es un papel delicado, porque el señor León es un hombre muy exigente y no tolera errores. Pero también he visto que eres capaz y tienes un temple fuerte. Además, tu parecido con Vanessa es... innegable.

El silencio se apoderó de la habitación mientras Valeria procesaba la idea. ¿De verdad estaba considerando hacerse pasar por su hermana? ¿Entrar en un mundo donde cada paso sería observado y donde el CEO conocido como "El Tiburón" no perdonaba fallas?

-¿Qué gano yo con esto? -preguntó finalmente.

-Un empleo estable, una entrada al mundo empresarial que Vanessa dejó inconcluso, y la posibilidad de investigar desde dentro qué ocurrió con ella -respondió Santiago con sinceridad-. Pero sobre todo, una oportunidad para proteger a tu familia.

Valeria miró hacia la ventana, donde los primeros rayos de sol comenzaban a calentar la ciudad. Pensó en su madre, en la incertidumbre que la consumía, y en el vacío que Vanessa había dejado. No era solo una propuesta laboral, era la posibilidad de tomar el control cuando todo parecía desmoronarse.

-Déjame pensarlo -dijo al fin.

-Te estaré esperando en la oficina principal esta tarde. Si decides aceptar, tendrás la oportunidad de cambiar tu vida.

Después de colgar, Valeria se sentó en el borde de la cama, su mente girando en mil direcciones. Podía sentir el peso de una decisión que no solo afectaba su futuro, sino que podría ponerla en peligro. ¿Estaba preparada para fingir ser alguien más? ¿Para enfrentarse a un hombre que, según decían, era implacable y frío?

Pasaron las horas, y mientras Valeria caminaba por la ciudad, las dudas luchaban con una determinación interna que no sabía de dónde venía. Quizá era el amor por su hermana, o quizá era el deseo de encontrar la verdad. Lo único claro era que no podía quedarse de brazos cruzados.

Cuando finalmente llegó a las oficinas de León Corporativo, el edificio se alzaba imponente, un coloso de cristal y acero que reflejaba el cielo azul. En el vestíbulo, fue recibida por Santiago, quien la condujo por pasillos silenciosos y llenos de obras de arte que contaban historias de poder y riqueza.

En la sala de reuniones, Alejandro León la esperaba. Su presencia era imponente, un hombre de mirada penetrante y porte autoritario. Valeria sintió que su corazón latía con fuerza, pero no había espacio para el miedo.

-Valeria -dijo Alejandro con voz firme-. Sé lo que está pasando. Sé que has perdido a tu hermana. Aquí tienes una opción para seguir adelante, para tomar control, pero te advierto algo: esto no es un juego. Mi empresa no perdona errores ni mentiras.

Ella asintió, sin palabras. Sabía que estaba entrando a un mundo donde cada movimiento tendría consecuencias.

-Acepto -respondió con firmeza-. Pero necesito saber la verdad: ¿qué pasó con Vanessa?

Alejandro la miró intensamente, como si decidiera qué revelar.

-Eso lo descubrirás en su momento -respondió-. Pero mientras tanto, tienes una misión: ser la secretaria que Vanessa fue. Bienvenida a León Corporativo, Valeria.

Al salir de la oficina, Valeria sintió una mezcla de miedo y esperanza. Había aceptado la oferta, pero también había abierto una puerta que quizá nunca podría cerrar. En su interior, una voz insistía: encontrar a Vanessa, descubrir la verdad y no perderse a sí misma en el camino.

La niebla de incertidumbre no se había disipado, pero ahora caminaba con ella hacia un futuro incierto, con pasos firmes y decididos.

            
            

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