Capítulo 3 Tu Hombre

Las clases para Miriam se volvieron demasiado interesante y enfocada en eso tenía poco tiempo para pensar en su desastroso romance.

quien iba imaginar que una rica heredera terminaría engañada por su hermana y ex prometido, solo un grupo de valientes personas.

Pero ella era mucho más que eso era fuerte y no iba a caer ante ellos nunca daría ese poder amo a Arturo hasta el día que lo vio cogiendo con su hermana menor después de eso no hubo más amor hasta tuvo las agallas de darle a un desconocido lo que nunca tuvo Arturo a pesar de que lo intento.

Llevaba ella sus carpetas donde tenía sus últimos apuntes para la clase cuando choque con alguien con un simple disculpa siguió su camino sin prestar atención con quién había chocado.

Ella no se dio cuenta de la mirada sonriente y burlesca de la persona con la cual pero al mismo tiempo estaba bastante satisfecho con ella, por lo que había dicho sus hombres ella no tenía contacto alguno con ninguno aunque habían intentado acercarse ella los repelía como si fueran moscas.

Edward Mu había decidido darse unas vacaciones dejando a un interino a cargo el se encargaba de lo que podía en forma online, ahora estaba vigilando y asechando a Miriam en todo momento.

Era de noche cuando Miriam terminaba su último trabajo, se había reunido con sus compañeros para estudiar y prepararse para la presentación de mañana. Como era bastante tarde no pasaba ningún taxi así es que tuvo que caminar para una parada más concurrida.

Pero para llegar a ella tenía que pasar por un parque solitario, había un grupo de chicos en una de las bancas del parque cuando paso pudo escuchar unos silbidos, apuro el paso menos mal que no llevaba zapatos de tacón escucho una voz de tras de ella era un borracho.

_ ¿Dónde vas tan apurada muñeca? _ grito uno de ellos

Pero ella lo ignoro y siguió su camino estaba cerca a llegar para tomar un taxi estacionado lo podía ver en la distancia. Pero fueron más rápido que ella y estaba acorralada por dos tipos que estaban frente de ella y dos atrás no había donde correr.

_ En un principio solo queríamos molestarte pero has llamado nuestra atención_ hablo el mismo tipo anterior.

_ No es mi intención solo quiere irme a casa_ respondió Miriam con indiferencia

Pero ello no la dejarían ir tan fácilmente la agarraron del brazo, y comenzaron a tocarla mientras ella se retorcía para poder librarse de ella cuando escucho el sonido de un auto que se paraba de forma brusca.

_ Suéltala_ una voz grito

Ella miro el a donde se dirigía la voz era un hombre bastante atractivo pero no se acordaba donde lo había visto pero lo hacia familiar.

El la agarro apegándola a su cuerpo, sin dejar de mirar a esos tipos con su mirada más fría. Otro vehículo se paro detrás y salieron unos hombres vestidos de negro.

_ Encárguense de ellos tocaron a mi mujer merecen pagar. _ La voz de Edward en estos momentos era siniestra.

Las palabras de Edward resonaban en la cabeza de Miriam su mujer en que momento ella se había convertido en la mujer de él estaba visiblemente confundida pero estaba atrapada en sus brazos y por una extraña razón se sentía cálida en ellos.

_ Vamos te llevo a casa _ Ordeno Edward por que eso parecía

Antes de que pudiera negarse ya estaba dentro del vehículo un perfecto Alfa Romeo, de color rojo que destacaba del resto.

Miriam estaba tan cansada que no se molesto mucho por ese hombre arrogante, pero por alguna razón se sentía seguro con él así es que se relajo y se quedo dormida.

El sonrió con amargura ella no lo reconocía no sabía quien era él, por su mirada lo decía todo pero también estaba tranquilo por que confiaba en el a tal punto de quedarse dormida en el auto de un desconocido. El Auto se había estacionado en uno de los edificio no estaba sorprendido que viviera tan cómodamente después de todo era heredera de una de las empresas más influyentes del país.

El se bajo del auto y cargo a Miriam en sus brazos notando que estaba demasiado delgada, no quería eso definitivamente tendría que encargarse de su alimentación tenía que colocarla en forma por lo que se acordaba ella tenía buenas formas.

_ Despierta bella durmiente ya llegamos_ hablo suavemente en el oído. Edward

Se fue incorporando dándose cuenta que estaba en los brazos de ese hombre que resultaba bastante familiar aunque lo intentaba no lograba recuperarlo en su memoria.

El la fue bajando despacio hasta que sus pies tocaron el suelo, ella lo que mirando con las mejillas sonrosadas.

_ Muchas gracias por ayudarme hoy_ todo eso lo dijo mirándolo a los ojos.

_ fue un placer ayudarle mi nombre es Edward Mu. _ una hermosa sonrisa se formo en su rostro

_ ¿quiere pasar por una taza de café ?_ lo miro Miriam expectante

_ Claro ¿Por qué no? _ estaba el satisfecho por eso

Ambos entraron al departamento estaba finamente decorado, con cuadros de pintores emergentes, todo era blanco.

_ Me gusta el color blanco_ comentó mientras desaparecía a un lugar del departamento

Minutos después regreso ya Edward había tomado posesión de uno de los asientos del departamento se veía como si fuera dueño del lugar un rey.

_ Al parecer te sientes muy cómodo_ lo dijo con una sonrisa

_ Es agradable tu departamento, ¿No te acuerdas de mi no es así?_ Pregunto mirándola

_ No. Disculpe su cara me parece conocida pero no logro acordarme de donde

_ No me gusta el misterio soy tu hombre, tu primer hombre _ respondió sin un ápice de vergüenza

Continuara...