Capítulo 4 Novia Fugitiva

La vergüenza para Miriam era enorme acordarse de esa noche la quería olvidar de su memoria y de su cuerpo pero ahí estaba el hombre que supuestamente había estado con ella. La verdad no se acordaba de él. Cuando huyo de ese cuarto Miriam no quiso ver con quien había perdido la virginidad era muy escandaloso.

Se había guardado para Arturo, para ofrecer algo además de dinero en su casamiento, jamás imagino que ella perdería de esa manera lo más preciado. Bebió un poco de café lo necesitaba.

_ ¿Estás seguro que eres él?_ era una pregunta estúpida ella lo sabía

_ No te acuerdas

_ No. Esa noche estaba demasiado ebria y en la mañana no quise mirarte

_ Ya veo

_¿ Qué buscas conmigo? _ lo miro expectante no entendía que hacia en Paris

_ quiero que te cases conmigo y seas mi mujer ante la ley, hare satisfacer todas tus necesidades.

_ pero no nos conocemos no entiendo _ Miriam estaba estupefacta pensando que el hombre estaba completamente loco

_ Estaré en Paris un tiempo, será suficiente para que me conozcas además soy tu hombre, tu primer hombre así es que es mejor que te quedes conmigo.

Después de esa conversación el se fue dejándola completamente asombrada Miriam no esperaba que ese hombre volviera a aparecer en su vida y con esas intenciones. Mas confundida de lo que estaba con lo que era su vida se fue a dormir mañana seria otro día y tenía clases.

A la mañana siguiente Miriam estaba tomando su desayuno que consistía en unas tostadas con palta y un café, era imprescindible por la mañana para ella cuando recibió una llamada de teléfono de su padre.

_ Hola Miriam, ¿Cómo estás cariño?

_ Muy bien papá preparándome para ir a la universidad y tu ¿Cómo has estado?

_ He estado bien dentro de lo que se puede con todo lo que paso, te extraño ¿Cuándo regresas?_ se podía escuchar la voz de nostalgia

_ En dos meses más terminan los estudios en Paris?

_ Genial te estaremos esperando tu puesto en la empresa también lo está

_ Esta bien papá tengo que cortar se me esta haciendo tarde

_ Nos vemos Miriam cuídate mucho. Te queremos

_ yo también adiós.

En la sala sus compañeros estaban expectante hoy vendría un nuevo profesor en reemplazo del anterior de finanza tubo que dejar el puesto por razones personales que no se mencionaron. Cuando entro el profesor al aula todos y todas se quedaron con la boca abierta por lo atractivo que atrajo las miradas de hombres y mujeres sobre todo de una que no lo podía creer pero luego bajo la mirada ella deseaba hacerse bien pequeña para que ni la mirara.

_ Buenos días mi nombre es Edward Mu, seré su profesor de finanzas por este tiempo en remplazo del profesor Lua.

Las mujeres asintieron y murmuraban, Miriam decidió esconder su cara en el libro de finanzas para no mirar y no vieran su rostro sonrojado. Si ella hubiera levantado la vista, sus ojos hubieran visto la sonrisa complacida de Edward. Ella era tan linda. Pensó Edward.

Al comenzar la clase toda la atención estaba en la proyección ella, no estaba ahí por relaciones románticas su prioridad eran los estudios.

_ Miriam, tienes un bolígrafo_ susurro unos de sus compañero que se encontraba atrás de ella

_¿Qué esta pasando? ¿Por qué interrumpes a tu compañera?_ Edward pregunto molesto y celoso

_ Solo quería un bolígrafo maestro_ respondió el alumno de Edward, asustado

_ Toma aquí tienes no la molestes más.

Miriam lo miraba atónita por su comportamiento tan irregular pero lo dejo pasar tenía que hacer un análisis y entregarlo en la misma clase. El maestro no la dejaba compartir con ninguno de sus compañeros, a penas se acercaba a uno intervenía al punto que comenzaba a exasperar a Miriam.

Para ella la clase se había convertido en una pequeña batalla de lucha para hacer cuanta paciencia por día tener con ese hombre irritante, antes de que dijera algo para detenerla salió corriendo de la sala.

Mientras ella corría por su vida al otro campo de la universidad un hombre estaba furioso en el aula, viendo como su mujer huía como si la vida se le fuera en eso.

Edward estuvo buscando a Miriam por todo el campo parecía una fiera salvaje y herida pero no la pudo encontrar, lo que el no sabía era que ella se estaba escondiendo de él eficientemente cuando lo veía cerca huía al lado contrario. Ella nunca antes se sintió tan acosada por alguien. Fue tanta su paranoia que se registro en una habitación en un hotel, el tipo ya conocía donde vivía.

En su habitación del hotel se estaba saliendo de la ducha cuando escucho sonar su celular, era un número desconocido por curiosidad contesto la llamada pero luego deseo no haberlo hecho.

_¿Donde estás?_ responde

Con el gran miedo que ella tenía corto la llamada y se metió debajo de las sabanas, sabia que era algo irracional pero por el tono de su voz era bastante terrorífico.

Pronto cayo en un profundo sueño sin darse cuenta que la ciudad de Paris estaba siendo saqueada por cierto hombre buscando hasta en los lugares menos insospechados una futura novia fugitiva.