Esas personas sabían perfectamente que a Camila no le gustaba Sofía, y al verla estudiando tan tranquilamente, no pudieron resistir la tentación de molestarla.
Se acercaron a su mesa y una de las chicas le arrebató su cuaderno.
"Sofía, tan diligente, qué lástima que no importa cuánto te esfuerces, Camila siempre cantará mejor que tú".
"Camila es un genio, completamente diferente de estas tontas que solo saben estudiar a lo bruto, ella puede ir a la mejor universidad sin siquiera abrir un libro".
Empezaron a lanzarse el cuaderno como si fuera una pelota, riéndose a carcajadas, hasta que finalmente lo tiraron al suelo y uno de ellos lo pisó con saña.
"Camila, controla a tus perros".
La voz de Sofía fue fría y cortante, dejó su bolígrafo sobre la mesa con un golpe seco que silenció las risas por un instante, y subió el tono de voz, asegurándose de que la única persona que importaba la escuchara.
"Si siguen así, me iré a casa ahora mismo y no iré a la audición de mañana, no voy a dejar que nadie me intimide".
Al escuchar esto, todos se rieron a carcajadas, golpeando su mesa.
"Si no vas, no nos importa, ¿a quién le importas?".
"¡Es mejor que fracases, así mi ranking subirá un puesto! ¡No vayas a la audición, por favor!".
Solo la expresión de Camila se congeló en el acto, su rostro palideció.
Si Sofía no iba a la audición, ¿de quién iba a copiar las respuestas?
Inmediatamente, su tono cambió.
"¡Basta ya! Dejen de molestarla".
Se dirigió a sus seguidores con una autoridad repentina.
"Es bueno que Sofía sea diligente, también deben permitir que los estudiantes sin talento se esfuercen un poco".
Luego, se giró hacia ellos con una mirada amenazante.
"Si siguen así, me voy a enojar, ¡quien moleste a Sofía mientras estudia, no podrá venir a la fiesta de celebración que daré después de la audición!".
Estas palabras fueron increíblemente efectivas, el cambio fue instantáneo.
Incluso su libro sucio fue recogido del suelo, limpiado con una mueca de disgusto y puesto de nuevo en su mesa.
Camila, para rematar su actuación, le dio un nuevo libro de ejercicios.
"Toma, para que sigas practicando".
Sofía lo aceptó todo con una sonrisa fría, sin decir una palabra.
Con su advertencia, las siguientes audiciones transcurrieron sin problemas, nadie se atrevió a molestarla más.
Cuando terminó la última prueba, Sofía cerró su bolígrafo y escuchó una ovación ensordecedora afuera.
El cielo estaba teñido de un ardiente atardecer, y el patio de la escuela estaba lleno de periodistas, padres con flores y cámaras.
Sofía salió lentamente del edificio y vio una escena que le oprimió el corazón, a pesar de que ya lo esperaba.
Su hermano, Ricardo, le entregaba un enorme ramo de rosas a Camila, justo en el centro de la multitud.
"Camila, felicidades por terminar las audiciones, dentro de las flores hay un collar de una subasta que te gustó antes, ya lo compré especialmente para ti en el extranjero".
Ricardo sonreía, enamorado y orgulloso.
"Espero que, a partir de esta noche, tengas un verano inolvidable".
La gente a su alrededor soltó un grito de asombro y envidia, todos sacaron sus teléfonos para grabar el momento, y los flashes de los periodistas se dispararon, corriendo para entrevistarlos.
A través de la multitud, los ojos de Ricardo y Camila se encontraron con los de Sofía, pero no hubo ni una pizca de vergüenza o intención de esconderse, al contrario, la miraron con un aire de triunfo y desprecio.
Para ellos, su valor de uso había sido exprimido hasta la última gota.
Ahora, solo esperaban que la maldición del amuleto se cumpliera, que ella se volviera loca y muriera en siete días.
Sofía se dio la vuelta y vio a Mateo a unos metros de distancia, su expresión sombría, como si fuera otra persona.
La ignoró por completo, como si nunca la hubiera conocido.
Cuando Sofía se interpuso accidentalmente en su camino, él la empujó bruscamente.
"Quítate, no estorbes".
Le dijo con una mirada feroz, y se abrió paso entre la multitud para llegar al lado de Camila, para unirse a la celebración de sus traidores.
En esa temporada de árboles de alcanfor, con el aroma de las flores en el aire, Sofía se sintió abandonada por el mundo entero.
Pero al mismo tiempo, sintió como si hubiera recuperado el mundo entero.
Aunque estuviera aislada por todos, mientras su corazón estuviera lleno de un propósito, caminaría sola como si estuviera acompañada por un ejército.
Antes, debido a las audiciones, no tenía tiempo para lidiar con esas personas.
Pero ahora, el juego había terminado.
Era el momento de encargarse de ellos, uno por uno.