Nuestros se mueven de un lado al otro, se siguen moviendo, agarro mi cintura y me muevo con la música. Mis amigas bailan con sus respectivos acompañantes, mientras yo bailo con Mateo pues ninguno de los chicos me ha gustado.
Me acerco a la barra de la casa se mi amigo. Comienzo a mirar a los chicos y chicas que nos rodean. Bajo la cabeza y suspiro. Esta era mi rutina del viernes, algo de alcohol bailes locos y luego a mi casa a pasar un domingo metía en algún libro de filosofía o de administración, de lo que fuera me gustaba mucho leer.
Siento unas manos pesadas en mi espalda, estoy abrumada por cierto problemas familiares y aunque no son graves ponen mis nervios de punta cada vez que escucho a mi papá hablar.
- ¿ Qué te sirvo?
Alzó la cabeza y lo miro, lo examinó y niego con la cabeza.
- no deseo, por ahora estoy bien - le respondo.
- Esta bien, ten un poco de cuidado - dice acercándose a mi rostro - esta gente no es de fiar - dice él.
- ¿ Estas seguro? - le pregunto. Él asiente con la cabeza - ¿ Cómo sabes?
- Te he visto en los pasillos de la universidad, eres amable, tienes buenas notas, se ve que tiene futuro.
- ¿ Qué estudias? - le pregunto.
- Ya vez, eres demasiado amigable. Enserio nadie duda eso, pero cuídate ellos no son una buena influencia.
Asiente con la cabeza torpemente. Me voy con dirección a Mateo y escucho la conversación.
- ¿ Mat, ella es fea, no tiene cuerpo, ni tetas, culo ni...
- tiene cerebro, es amable, no se acerca a mi por mi dinero y mucho menos intenta persuadir me de hacer cosas mala, es tranquila y la quiero es mi...
- ¿ Qué dirás de esa fea, me sorprende que aún no te la hallas tirado.
Veo como aprieta su mano. Me acerco a ellos y tomó del hombro a la morena, aunque ya ni me acuerdo de su nombre.
- ¿ Tienes algo más para decir? - le pregunto.
- No.
- Entonces déjame sola con Mateo.
- Es Mat.
- Yo lo como me gusta llamarlo.
Se aleja y me siento a su costado.
- la vida es una mierda.
Sus sonrisa se presenta.
- ¿ Por qué no conoces más personas?
- Por que nadie es digno...
- Sabía que captarías la idea. Pero enserio por qué no sales con más chicos...
- ¿ Ya quieres alejarme de tu vida?
- No, pero a veces me pregunto por qué te empeñas en esperar, por qué no arriesgar.
- Mateo ha salido con demasiadas personas...
- siempre como amigos, jamás te has tirado a nadie o besado a nadie, ya cumplirás veinte años y sigue llorando el recuerdo de un idiota.
- sabes que no lo lloro, pero no sé, no hay un chico ideal.
- Es que no te das ese lujo. Además eres fea tienes razón, que podrías tú atraer a alguien.
Siento como mi autoestima cae al piso en cuestión de segundos, nunca me había fijado en mi cuerpo desde que terminé mi última relación amorosa y de eso tengo años.
- Mateo.
- Ven te cuento un secreto.
Me acerco a él, siento su respiración muy cerca de la mía y veo que sus ojos se han desviado a mis labios.
- Emma, esta edad es para alocarse, divertirse, cometer errores, pero no de los grandes - dice él señalando su estómago. Estoy ebria y solo le sonrió como torpe - Pero lo mejor de tener nuestra edad es que podemos conocer a cualquier persona, equivocarnos mil veces y hacer nuestro corazón más duro.
Sus ojos se iluminan y se dilatan, es como si estuviera en el éxtasis del momento y lo estaba con algo de ayuda pero lo estaba. Tomo su mano y le sonrió.
- ¿ Qué sugieres?
- ¡Te reto! - grita. Todos nos quedan mirando y luego vuelven a lo suyo.
- ¿ Qué reto? Yo soy Emma Stein y no le tengo miedo a nadie ni a nada - gritó. Mis amigos alzan sus vasos. Alzo el mío.
- Descargarte esa App.
Su sonrisa era encantadora con una pizca de maldad en sus ojos.
- Bien... - sonriente triunfante y saca su teléfono, me acerca a él y sonríe.
- esta es nuestra foto, juntos.
Le doy un beso en la mejilla y toma tres fotos.
- Salimos horrible.
- pero salimos juntos - dice él.
- que romántico.
Mito su teléfono y veo que ha echo Match con alguien.
- ¿ Qué es eso?
- Es la app tonta - dice él. Me da un pequeño golpe.
- Bien dame tu teléfono.
- ¿ Qué me darás y cuál era el reto?
Se nota que estamos demasiado ebrio.
- te llevaré a comer a cualquier lugar que desees, si en una hora recibes más de cien like y un chico te habla.
Nos levantamos del asiento y nos dirigimos a la sala de arriba para estar más cómodos y hablar.
- Esta bien, te digo que perderé... Pero que te doy yo a ti.
- ¿ Qué te parece si aceptas salir conmigo nuevamente?
- mmmm, está bien.
Ingreso al playstore y descargo Tinder. Mis manos me tiemblan es como si estuviera haciendo algo malo, hago todo los pasos de la app y no espero ni un minutos y comienza a sonar mi teléfono.
- vamos dos - dice él riéndose y viendo su reloj - y eso que vamos como cinco minutos, que vergüenza.
- Imbécil - le chillo.
- ya ya ya. Veamos pues.
Guardo mi teléfono y comenzamos ha hablar de temas sobre economía, sé que les sonará aburrido pero así somos él y yo, hablamos de cada cosa importante y así como cada estupidez que se nos ocurra. Mateo es sin duda uno de los personajes más importante de mi vida y espero mantener su amistad por las tiempo.
- ya va cumplir la hora - dice emocionado saco mi teléfono.
Dos minutos para cumplir la hora, un minuto.
Mensaje!!!!!!
" hola, cómo estás?"