Capítulo 5 5. Situaciones.

Bostezo acomodándome en la silla, mientras leo el guion de las películas. No me malentiendan, no bostezo por aburrida. Bostezo por cansada.

¿Qué necesidad tienen de hacerme venir a las 5am?

Aunque tuvieron la amabilidad de tener café en el set. Al menos. Me acomodo de nuevo buscando una posición no incómoda cosa que parece imposible en esta maldita silla.

Tom Holland pasa por el frente mío y me mira extrañado.

- ¿Acaso tienes ganas de ir al baño? - pregunta queriendo reír y frunzo el ceño.

- ¡Claro que no! Por ahora... - comento negando varias veces - Esta cosa es incómoda - subo la vista para ver que no hay nadie. Bufo y vuelvo a leer dando sorbos a mi café.

Si supieran que día es hoy, me gritarían por haber dejado que me despertaran en la madrugada.

- Me agrada que te hayas dignado a aparecer en un rodaje, ____, pero... ¿qué demonios haces en mi silla? - la voz de Robert llega a mis oídos y ruedo los ojos sin dejar de leer.

- No tiene tu nombre, Rob - mascullo leyendo y pasando la página. Siento una mano en mi espalda y estoy a punto de llenar de arañazos en la cara a esa persona, justo antes de notar que la mano es de Robert -. ¿Qué te crees que haces? - empuja ligeramente mi espalda para adelante separándola del respaldo de la silla.

- Date la vuelta y lee lo que dice la silla que, según tú, no tiene mi nombre - comenta y frunzo el ceño girándome para ver el respaldo de la silla y sonrío inocente.

- Tiene tu apellido, en realidad... - comento mirando el "Downey Jr.".

- Salte de mí silla - dramatiza y ruedo los ojos para volver a leer enroscando mis piernas en las patas de la silla.

- Oblígame - le saco la lengua y vuelvo a leer, pero justo antes de que pueda dar un sorbo a mi café es aventado al piso -. Robert, no seas caprichoso y ahora ve a traerme café.

- ¿Y porque debería? - pregunta alzando ambas cejas.

- ¿Acaso olvidas que día es hoy, Downey? - achino los ojos frunciendo el ceño.

- No, ¿que...? - sus ojos se abren de par en par en sorpresa y frunzo más el ceño bajándome de la silla - ¡No lo olvidé! ¡Lo juro! - exclama alzando las manos copiando a Mr. P, abro la boca indignada.

- ¡Eres un maldito! ¡Si hasta Facebook te lo recuerda! - exclamo cerrando y enrollando el guion en mi mano.

- ¡No lo olvidé! - exclama de nuevo mirándome alarmado y arqueo una ceja para darle suavemente con el guion enrollado en el hombro.

- No mientas, Downey - achino los ojos frunciendo más el ceño.

- No lo hago, es más, iré a buscar tu regalo que lo deje en la sala de maquillaje - comenta y sale corriendo. Pf, ¿con amigos como estos para que quiero más?

Y no me trajo mi preciado café.

Desenrollo el guion para volver a sentarme leyendo de nuevo.

Como extraño ver House por Netflix sentada girando en mi bella silla de mí no oficina. Qué tiempos aquellos.

- ¿Qué se siente estar en el proceso mientras trabajas? - pregunta uno de los Russo pasando junto a mí.

Me quejo dramática.

- Cállate Coody masculina uno - mascullo leyendo el guion.

- ¿Coody?

- Si, Coody, ahora ve con tu hermano el otro Coody masculino a dirigir este lugar mientras yo hago mi trabajo - sin dejar de leer hago una seña para que se aleje.

Justo cuando cierta maquillista pasa frente a mí.

- ¡Mar! - llamo mirándola, sonriendo cuando ella se gira a mi - ¿Robert Downey Jr. dejó algún paquete en la sala de maquillaje? - pregunto divertida.

- Jumm... no, nada - niega y asiento -. Y feliz cumpleaños, ____...

No sé si alegrarme porque ella lo haya recordado u ofenderme porque mi supuesto mejor amigo no lo haya hecho.

- Gracias, Mar - asiento sonriendo relajada -. Si ves a Downey, lánzale polvo de maquillaje en la cara, que parezca un Cullen por favor.

- De acuerdo - se encoge de hombros para seguir su camino.

- ¡Gracias Foreman! - exclamo soltando una risita.

- ¡Ese no es mi apellido!

- ¡Lo sé! - suelto una carcajada.

*

- ¡____! ¡____! ¡____! ¡____! - suspiro soltando una risita al escuchar la voz de Robert - ¡Adivina que día es hoy!

- Mhmm... Noup, ¿qué día? - pregunto arqueando una ceja entretenida, su cara de ofensa es tan grata para mis ojos. Pero luego alza ambas manos en señal de paz.

- Bueno, bueno, admito que me lo merezco por olvidar el tuyo, pero nadie te cree que no sepas que pasó un día como hoy hace cincuenta y dos años - me guiña un ojo divertido y se aleja. Ruedo los ojos.

Ni crea que le daré un regalo. No me dio a mi uno, no le daré un regalo a él. Aunque tal vez le de uno, así lo hago sentir mal.

Oh, no sé si eso suena estúpido o malvado... o ambos.

Me levanto de mi silla en la cafetería, y sip, el entró corriendo, para salir del lugar tranquila tomando mi teléfono. Paseare un rato para pensar y comprar su regalo.

*

- Yyyyyy... ¿que tienes para mí, preciosa? - pregunta llegando a interceptarme mientras voy caminando hacia el momentáneo apartamento donde me estoy quedando.

- Mhm... vamos a donde sea que te estés quedando y te daré tu regalo - la ceja arqueada con perversión no se hizo desear en su rostro y ruedo los ojos -. No empieces y vámonos...

Y durante todo el camino sabía que estaba conteniendo su comentario, podría apostar mi empleo a que así es.

- ¿Me darías una pista? - pregunta girándose a verme.

- Voy a golp... ¿una pista? - pregunto parpadeando - Claro, lo compré en una farmacia - digo y él se gira a verme mientras vamos llegando al lugar.

Una vez llegamos a la puerta saco una bolsa con un moño y se la extiendo.

- No sé si sea prudente... - comienza abriendo la bolsa y arquea una ceja - ¿Condones? ¿Tu regalo es una buena noche? - ruedo los ojos.

- Solo ve y entra en tu habitación y veras el regalo completo - su ceja se alza más y entra dejando la puerta abierta. Río negando y la cierro para ir a mi departamento.

Mañana me agradecerá, estoy segura.

*

- ¿Y desde cuando te arreglas? - pregunta un Robert incrédulo mirando como termino de hacerme una trenza a lo Katniss Everdeen.

- ¿Desde cuándo no tienes algo mejor que hacer que verme arreglarme? - pregunto arqueando una ceja girándome a verlo.

- ¿Tienes una cita acaso? - arquea una ceja mirándome y lo miro sorprendida - ¡Lo sabía! ¿Quién es el afortunado que tendrá la oportunidad a futuro de tener una candente noche contigo?

- ¿Es en lo único que piensas?

- Pues... a veces - se encoge de hombros -. ¿Pasará por ti, o tienes que irte? - ruedo los ojos mirándolo, pero termino bufando.

- Pasará por mi - digo simplemente.

- Uhhhhh... ¿y me puedo quedar en tu apartamento e invitar a unos amigos?

- ¿Para qué? ¿Fiesta gay? - pregunto divertida y río.

- Para hablar de cómics y Infinity War mientras comemos, ¿qué dices? ¡¡Prometo limpiar antes que regreses - hace un puchero arrodillándose, saco mi teléfono tomándole una foto para subirla a Instagram con un "KNEEEEEEEEEEEEEEL!!".

- Bien, de acuerdo - asiento sonriendo divertida mirándolo -. Pareces el gato con botas.

Me siento junto a él en mi sillón para esperar a que mi cita en cuestión llegue por mí, mientras Robert hace sus llamadas, llamo solo a dos. Genial. Entonces no harán un desastre en mi departamento.

Los minutos comienzan a pasar mientras espero tranquila y saco mi teléfono para ver los comentarios en la foto que subí de Robert, riendo por algunos muy pintorescos.

La gente es bastante original cuando quiere.

- Oye, como que se está tardando, ¿no? - pregunta Robert mientras me mira de reojo y me encojo de hombros.

- Un poco - digo tranquila y él suelta una risita encendiendo el televisor cuando suena la puerta y sonrío levantándome.

Ya era hora.

Abro tranquila para toparme con Mr. H y arqueo una ceja.

Ya quisiera que Chris Hemsworth sea mi cita.

- Buenas noches, Mr. H - digo tranquila y este me sonríe reconociéndome y una cabeza británica se asoma por el hombro de Hemsworth, haciéndome sonreír aún más -. Y buenas noches a Tom Hiddleston también - digo tranquila y suspiro -. Dado que ninguno de ustedes es mi cita, supongo que vienen por Robert - comento tranquila y ambos asienten mientras me hago a un lado -. Adelante entonces - ellos pasan saludándome con la mano. Cierro detrás de ellos para ir a sentarme junto a Robert de nuevo.

- ¿Tenías una cita? - pregunta Hemsworth sentándose en otro sillón al igual que Hiddleston. Me encojo de hombros.

- Hace como cuarenta y cinco minutos - ríe Robert y ruedo los ojos volviendo a tomar mi teléfono.

- ¿Y no vino? - frunce el ceño ligeramente Tom y niego sonriendo de lado.

- Noup, ¿tú ves a otro hombre que no sea un héroe aquí? - arqueo una ceja y él niega - Pues entonces no.

Y seguimos hablado durante un largo tiempo, con Hemsworth y Hiddleston mirándome de reojo de vez en cuando esperando algún tipo de reacción de mi parte.

- ¿En serio estás bien? - pregunta Mr. H mirándome y asiento.

- Pues sí, ¿porque no lo estaría?

- ¿Porque te acaban de plantar, tal vez? - arquea una ceja mirándome.

- Ñeh, tampoco como que sea el fin del mundo - me encojo de hombros de nuevo cuando tocan la puerta de nuevo y miro la hora.

Hora y media.

Me levanto para abrir la puerta y veo a mi excita con una caja de pizza y arqueo una ceja observándolo. Tiene la camisa mal abrochada y esta sonrojado. Ay diosito santo.

- Siento... la tardanza... traje pizza - dice y me extiende la caja de pizza. La tomo sin problemas para abrirla arqueando una ceja ante la pizza en forma de corazón que hay dentro.

- ¿Y la cortaste en esta forma antes o después del sexo con la otra chica, cariño? - pregunto divertida y él abre los ojos de par en par - Oh, vamos, estás demasiado desarreglado, sonrojado y tus músculos algo tensos, obviamente tuviste sexo hace menos de hora, por lo cual me da a entender, que tuviste una cita con alguien, una cosa llevó a la otra, terminaron revolcándose en... el departamento de la chica porque tampoco creo que te vistas así para una cita de noche, entonces cuando estabas disfrutando de tu momento post orgasmo recordaste tu otra cita, pasaste por la pizza y condujiste hacia aquí tan rápido como pudiste... buena suerte la próxima chico... y gracias por la pizza - le guiño un ojo y entro cerrando la puerta de una patada sin darle tiempo a reaccionar.

- Eres mi jodida ídolo - dice Robert riendo y ruedo los ojos para ir con él a la sala donde están los otros dos -. ¡Trajimos pizza!

- Aunque solo es una y no alcanza para todos - río ligeramente y me siento junto a Hiddleston esta vez a lo que Robert frunce el ceño.

- ¿Es porque soy estadounidense? - pregunta dramático y río ligeramente.

- Es porque él es inglés - le saco la lengua y los tres hombres ríen mientras Robert se pone entre Tom y yo empujándonos, haciéndose espacio.

- Pues pondré un muro entre ustedes - dice y besa su mejilla para ver a Tom -. Tus labios tocaron los de Swift, lávatelos con cloro y luego le puedes hablar.

Suelto una carcajada sosteniéndome el estómago. Ay diosito santo de nuevo, Robert me dejará sin aire con sus comentarios.