TE PROHÍBO AMARME HUMANA
img img TE PROHÍBO AMARME HUMANA img Capítulo 2 2. PÁNICO
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Capítulo 6 6. LA LUNA VINO A SU ENCUENTRO img
Capítulo 7 MEJOR AMIGA: ANTONIETA img
Capítulo 8 PESADILLA, QUE SE VUELVE FELICIDAD img
Capítulo 9 CAZADA POR EL LOBO img
Capítulo 10 MOTIVO DEL VIAJE  DE ISIS img
Capítulo 11 NUEVO ENCUENTRO img
Capítulo 12 UN GRAN ERROR img
Capítulo 13 REUNIÓN Y DUDAS img
Capítulo 14 LA PETICIÓN DEL ALFA img
Capítulo 15 LAS CUEVAS MILAGROSAS img
Capítulo 16 ¿SUEÑO O VIDAS PASADAS img
Capítulo 17 JACKING: MI OTRA MITAD img
Capítulo 18 BATALLA INTERIOR img
Capítulo 19 PERDIDA EN EL LIMBO img
Capítulo 20 DILEMA img
Capítulo 21 SEGUNDO DESPERTAR DE ISIS img
Capítulo 22 ENCONTRANDO UNA SOLUCIÓN img
Capítulo 23 UNA BUENA NOTICIA img
Capítulo 24 REVELACIONES Y CERTEZAS img
Capítulo 25 OBJETIVO LOGRADO img
Capítulo 26 EN BUSCA DE LA MITAD DE BENNU img
Capítulo 27 MANADA LUNA NUEVA img
Capítulo 28 MITADES VERDADERAS img
Capítulo 29 NEFTIS img
Capítulo 30 HISTORIA DE NETFIS img
Capítulo 31 FATAL ENCUENTRO img
Capítulo 32 VISITA INESPERADA img
Capítulo 33 BENNU img
Capítulo 34 EL LOBO BEN img
Capítulo 35 LA HUMANA ISIS img
Capítulo 36 EL ALFA SUPREMO. img
Capítulo 37 FORMACIÓN DEL ALFA SUPREMO img
Capítulo 38 EL PODER DEL ALFA SUPREMO img
Capítulo 39 TODOS A SALVO img
Capítulo 40 EL ALFA AMAT img
Capítulo 41 LA TRAMPA DEL ALFA NICOLÁS img
Capítulo 42 EL ALFA NICOLÁS img
Capítulo 43 UN EXTRAÑO ATAQUE img
Capítulo 44 UN CASTIGO NO MERECIDO img
Capítulo 45 EL RECHAZO A LA HUMANA ISIS img
Capítulo 46 LA CRUDA REALIDAD img
Capítulo 47 NUEVOS PODERES img
Capítulo 48 ELEVANDO LOS PODERES img
Capítulo 49 CONOCIENDO A CABALIDAD LOS PODERES img
Capítulo 50 PESADILLA QUE NUNCA TERMINA img
Capítulo 51 ERES MÍO, SOLAMENTE MÍO img
Capítulo 52 EL ALFA JACKING img
Capítulo 53 ISIS, DESPERTAR DESPUÉS DE LA TORTURA img
Capítulo 54 EL FESTIVAL DE LAS FLORES img
Capítulo 55 RECHAZADA E IGNORADA img
Capítulo 56 PERSEGUIDA POR VAMPIROS img
Capítulo 57 LA HISTORIA DE MAT img
Capítulo 58 QUIÉN ES SU LUNA img
Capítulo 59 EN CELO img
Capítulo 60 PROYECCIÓN ASTRAL img
Capítulo 61 EL CELTA BENNU img
Capítulo 62 LA SOLUCIÓN img
Capítulo 63 EL DELTA HORACIO img
Capítulo 64 ISIS img
Capítulo 65 EL PROBLEMA DE NETFIS img
Capítulo 66 NOTICIAS INESPERADAS img
Capítulo 67 EL PESO DE LA CULPA img
Capítulo 68 ¿QUIÉN ES LA HUMANA ISIS img
Capítulo 69 LA VERDAD OCULTA img
Capítulo 70 DAKARAI Y SU PEQUEÑO HIJO BRUJO img
Capítulo 71 LOS HECHICEROS DE LUZ img
Capítulo 72 LA PRUEBA DE LUZ img
Capítulo 73 REGRESO A LA CASA img
Capítulo 74 LA PREOCUPACIÓN POR MI LUNA img
Capítulo 75 ¿QUÉ LE HICISTE A TU LUNA img
Capítulo 76 LLEGANDO A AUSTRALIA img
Capítulo 77 LOS CHICOS img
Capítulo 78 LA HERMANA DEL ALFA img
Capítulo 79 AL FIN LLEGARON img
Capítulo 80 LA DESPEDIDA Y EL REENCUENTRO img
Capítulo 81 ALEGRÍA DE NETFIS img
Capítulo 82 LA BODA img
Capítulo 83 LAS MITADES Y LOS ENCUENTROS img
Capítulo 84 UNIONES INESPERADAS img
Capítulo 85 EL PADRE  DE ISIS img
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Capítulo 2 2. PÁNICO

Comencé a gritar desesperadamente, despertando a mis padres y a todos en el campamento. Un trabajador acudió en mi ayuda, atacando al lobo que me llevaba. El lobo empezó a correr más rápido. Sentí un fuerte golpe en mi cabeza y vi aparecer una luz blanca antes de caer inconsciente.

Cuando desperté, estaba en un vuelo a Francia con mis padres. Tuvieron que realizarme varias operaciones para reparar mis tendones y músculos desgarrados. Afortunadamente todo salió muy bien, para asombro de los médicos, y mi recuperación fue notablemente rápida. Al final, sólo me quedó una pequeña cicatriz en la pierna, que fue ocultada ingeniosamente por hermosos tatuajes.

Sin embargo, desde aquel incidente, tan pronto como escucho el aullido de un lobo, aunque sea en la televisión, mi miedo comienza a abrumar mi razón, y una intensa necesidad de huir se apodera de mí, resultando muy difícil de controlar. Mi miedo es tal que puedo encontrarme corriendo grandes distancias sin siquiera darme cuenta.

Fin de la retrospectiva.

Cuando Isis terminó su relato, Jacking se sintió abrumado por un sentimiento de culpa. La cercanía de su manada era un consuelo para él, pero para Isis, cada aullido era un recordatorio de sus peores pesadillas.

-¡Haz algo!- Mat, su lobo, exigió con un gruñido desesperado dentro de su cabeza.

Jacking sabía que tenía que actuar con rapidez. No podía permitir que el terror consumiera a Isis. En ese momento, un lobo entró por su ventana. Los ojos de Isis se encontraron con los del animal, su mundo reducido a un único punto de puro terror.

El animal, una figura imponente de la naturaleza salvaje, era la encarnación de todas sus pesadillas. El golpe al coche fue como el mazo de un juez, sentenciando su cordura a desaparecer en la oscuridad del bosque.

El corazón de Isis latía con tanta fuerza que temía que pudiera estallar dentro de su pecho. Cada inhalación fue un esfuerzo; cada exhalación, un gemido ahogado. La presión en su pecho era insoportable, como si una fuerza invisible intentara aplastarla desde dentro. Las lágrimas brotaron de sus ojos, mientras todo su cuerpo temblaba como una hoja en una tormenta.

El grito que escapó de sus labios no fue humano; era el sonido visceral del miedo primario, un eco de la vulnerabilidad más profunda del ser. Desesperada, Isis actuó por instinto. Se desabrochó el cinturón y se abalanzó hacia Jacking, buscando refugio en el único ser humano presente. Isis gritaba y gritaba, incapaz de controlarse.

Jacking luchó por mantener el control del vehículo, sus músculos tensos y concentrados en la carretera mientras sentía a Isis encima de él, su grito atravesaba la tranquila noche. Con una frenada brusca, los lobos que perseguían el coche chocaron contra él, aturdidos y vulnerables en el suelo.

A través del espejo retrovisor, Jacking vio a su jefe de seguridad, Bennu, y a los guerreros acercándose rápidamente. Su Beta, Amet, le estaba comunicando mentalmente que habían rescatado a las lobas y capturado a los salvajes. Un suspiro de alivio escapó de sus labios; la crisis había sido contenida.

Pero entonces, la voz de su lobo, Mat, resonó en su cabeza, clara y urgente. La situación era tan caótica como dolorosa. Jackingg, dividido entre su humanidad y su naturaleza lupina, había estado luchando con decisiones que su corazón humano rechazaba pero que su lobo, Mat, anhelaba.

-¡Tú la mataste, humano imbécil!- El reproche de Mat retumbó en su cabeza con la fuerza de una tormenta. -¿Por qué la diosa luna me dio a un humano tan imbécil?
-¡Mat, no te pases, no fue a propósito! -Gritó Jacking furioso porque su lobo lo estaba insultando, algo que jamás le había permitido ni sucedido hasta ahora que apareció la humana, a la cual estaba odiando con todo su ser. -Ya viste que no tuve opción, así que deja de gritar en mi cabeza para que pueda pensar.

El frenado había sido instintivo, una reacción humana para evitar mayores daños, pero había tenido consecuencias no deseadas. Isis yacía inconsciente, un hilo de sangre corría por su frente para formar un pequeño charco rojo en el piso del vehículo. Jacking la tomó en brazos, su corazón humano lleno de remordimiento y miedo.

La sangre se había detenido y la herida en la frente de Isis parecía menos grave de lo que Jacking había temido inicialmente. Aún así, la imagen de ella desmayada y herida lo perseguía. Fue una ocasión que aprovechó su lobo, Mat, para tomar el control de su cuerpo y, con una delicadeza que contrastaba con su carácter salvaje, amamantó a Isis, pasando su lengua por la herida en un instintivo intento de curación.

Jacking se sintió dividido. Por un lado, su lobo, Mat, mostró una preocupación y un cuidado por Isis que no podía negar. Por otro lado, su lado humano estaba plagado de dudas y culpas. La cercanía emocional que Mat sentía hacia Isis era algo que Jacking aún no estaba dispuesto a aceptar.

Con Isis todavía inconsciente en sus brazos, Mat se dirigió a su casa, sin que nadie de la manada lo notara. Una vez a salvo en su habitación, la recostó con cuidado en la cama y se sentó a su lado, vigilante. La noche avanzó en silencio, y mientras Jacking observaba desde las sombras de su propia conciencia, no pudo evitar preguntarse por qué Isis estaba allí.

-Mat, quédate con ella esta noche-, le susurró Jacking a su lobo. -Protege a nuestra... invitada.

-Si algo le pasa a mi Luna, nunca te lo perdonaré-, respondió Mat con una firmeza que sorprendió al propio Jacking. -No me importa que la rechaces, será solo mía, pero no esperes que yo la rechace, no lo haré. He esperado demasiado por nuestra Luna y ahora qué apareció no permitiré que la trates así. Vete, yo me encargo de mi Luna.

Jacking no dijo nada, nunca antes su lobo se le había revelado, esto era un asunto muy serio. Mientras Isis dormía, las preguntas persistían en su mente: ¿Qué había traído a Isis a este lugar? ¿Cómo los había encontrado? ¿Estaba su destino irrevocablemente ligado a la manada... y al de él? ¿Cómo podría hacer que su lobo la rechazara?

            
            

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