El matrimonio falso que destruyó el verdadero amor
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Capítulo 3

Coralie había caído en coma debido a una reacción alérgica al alcohol, y cuando despertó, ya era la noche del siguiente día.

Dana estaba junto a su cama, con los ojos rojos e hinchados. Había encontrado a Coralie inconsciente afuera del baño el día anterior y la había llevado al hospital justo a tiempo, sin saber qué hubiera pasado en otro caso.

"¿Cómo te sientes ahora, Coralie? La culpa de todo esto la tiene mi hermano. Sabía que eras alérgica al alcohol y aun así te presionó para que bebieras, y ahora no puedo encontrarlo por ninguna parte. No hay manera de que pueda contactarlo", dijo Dana, conteniendo su furia.

Coralie le ofreció una sonrisa reconfortante. Sabía que en aquel momento, Dana era la única que realmente se preocupaba por ella.

"Está bien, probablemente esté ocupado".

Justo cuando terminó de hablar, Kellan apareció en la puerta de la habitación del hospital.

"Cariño, lamento llegar tarde. No tenía idea de que estabas hospitalizada", dijo, con los ojos llenos de culpa mientras tomaba la mano de Coralie.

Ella reunió todas sus fuerzas para retirar su mano, ya que incluso el más mínimo toque suyo la hacía sentir náuseas.

"Kellan, me has defraudado mucho".

Las lágrimas rodaban por sus mejillas a pesar de su determinación de que no volvería a llorar por él.

Kellan miró su mano, confundido. Coralie nunca antes había rechazado que él la tocara.

La noche anterior, había rechazado su beso y en aquel momento no quería tomar su mano. ¿Había descubierto algo?

"Cariño, realmente sé que estuve mal. No debería haberte presionado para que bebieras, pero al menos el médico dijo que estás bien".

Coralie pensó cínicamente para sí misma. Solo Kellan sabía si era en realidad por su reputación o por Perla.

Justo entonces, él recibió un mensaje en su teléfono, y su expresión se tornó seria después de leerlo.

"Cariño, ¿Jamison dijo que renunciaste a tu trabajo? ¿Por qué?".

Siempre había amado la fotografía, y él había intentado mucho para convencerla de ser ama de casa a tiempo completo, pero ella siempre se había negado. ¿Por qué de repente renunciaría por su cuenta?

"No es nada, solo sentí que era hora de dejar de trabajar".

Kellan le revolvió el cabello cariñosamente. "Si no quieres trabajar, entonces no lo hagas. Yo me ocuparé de todo".

Era el tipo de charla dulce que la mayoría de las mujeres anhelaban escuchar, pero Coralie no sentía calidez de ningún tipo.

Dana tuvo que irse a sus clases, así que instruyó a Kellan para que acompañara a Coralie en su chequeo.

Sin embargo, antes de que ella entrara en la sala de exámenes, escuchó el teléfono del hombre volver a sonar, y él respondió con una sonrisa.

No necesitaba ser maga para saber que seguramente era Perla.

"Kellan, tengo hambre, pero no sé cómo pedir comida a domicilio aquí, y además, esa comida no es buena para el bebé. ¿Puedes venir y cocinar para mí?".

Kellan aceptó con una sonrisa, mientras miraba a Coralie.

"Cariño, sigue con tu chequeo. En un rato te llevaré la cena".

Sin esperar su respuesta, se apresuró a salir. Mirando su figura alejarse, Coralie bajó la cabeza y sonrió con amargura. Se dio cuenta de que en aquel momento, solo podía confiar en ella misma.

Los resultados de las pruebas no mostraron problemas graves, y el médico le informó que podría ser dada de alta al día siguiente.

A medida que la noche avanzaba, A medida que la noche avanzaba, seguía sin recibir la cena que Kellan le prometió, pero sí recibió una solicitud de amistad de un desconocido: era Perla.

"Coralie, soy una persona directa. No daré rodeos. Kellan es el padre de mi hijo. Creo que es mejor que te alejes de él lo antes posible".

Envió un video de Kellan en la sección de bebés de una tienda, seleccionando cuidadosamente los artículos y consultando a Perla con frecuencia. Parecía la imagen de una pareja amorosa.

También había una foto de Kellan, el cual presionaba su rostro contra el vientre de Perla. Los ojos de Coralie ardían, pero las lágrimas no cayeron.

"Ya te habrás dado cuenta de que solo eres un reemplazo. Kellan nunca te amó. Si te vas por tu cuenta, quizás aún puedas conservar algo de dignidad".

Coralie se rió amargamente para sus adentros. ¿Quedaba alguna dignidad en esa relación?

"No te preocupes, me iré, pero no lo haré por ti".

Era por ella misma.

Después de enviar el mensaje, bloqueó a Perla.

No quería escuchar nada más sobre Kellan de boca suya. Eso solo profundizaría su dolor.

            
            

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