El secreto de la esposa abandonada
img img El secreto de la esposa abandonada img Capítulo 6 No tengas miedo, estoy aquí
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Capítulo 7 Ilusión img
Capítulo 8 Alguien completamente diferente img
Capítulo 9 ¡Sin duda era su Alexis! img
Capítulo 10 ¿Conoce a alguien que se vea como yo img
Capítulo 11 Lastimándola delante de todos img
Capítulo 12 Al menos está lejos de esa gente repugnante img
Capítulo 13 Quiere avergonzar a Susana img
Capítulo 14 El arte de Susana de hacerse la víctima img
Capítulo 15 ¿Qué te pasa img
Capítulo 16 No vuelvas a llamarme img
Capítulo 17 Cortar el último hilo que los unía img
Capítulo 18 No se fugó con un hombre img
Capítulo 19 Un invitado inesperado img
Capítulo 20 Mi presencia aquí no tiene nada que ver contigo img
Capítulo 21 ¿No has causado ya suficientes problemas img
Capítulo 22 ¿Y si el destino permitiera un milagro img
Capítulo 23 ¿Podría ser él en realidad su Alexis img
Capítulo 24 Estamos divorciados img
Capítulo 25 Otro típico melodrama provocado por los celos img
Capítulo 26 Deja de vigilar a Florrie img
Capítulo 27 Amante img
Capítulo 28 Ya deberías divorciarte de ella img
Capítulo 29 Son ellos quienes te hicieron daño img
Capítulo 30 No le hagas perder más tiempo a Florrie img
Capítulo 31 ¿Por qué aparecería con una identidad diferente img
Capítulo 32 No tienes idea de lo extraordinaria que era img
Capítulo 33 ¿De verdad sigue siendo capaz de operar con seguridad img
Capítulo 34 Alexander tiene la culpa img
Capítulo 35 ¿Podría Alec realmente ser Alexis img
Capítulo 36 ¿Necesita algo, señorita Barnes img
Capítulo 37 Depender de los demás no lleva a ninguna parte img
Capítulo 38 Lamento decirte esto img
Capítulo 39 ¿Alec esperaba encontrarse por casualidad con Florrie img
Capítulo 40 Sus asuntos ya no son de mi incumbencia img
Capítulo 41 No tienes que seguir persiguiéndolo img
Capítulo 42 La misma alergia img
Capítulo 43 Otra Similitud img
Capítulo 44 ¿Alec estaba molesto con ella img
Capítulo 45 La imagen íntima img
Capítulo 46 La ira de Alexander img
Capítulo 47 ¿Tu afecto por mí fue solo una actuación img
Capítulo 48 El amor no se puede forzar img
Capítulo 49 ¿Crees que Florrie sospecha algo de lo nuestro img
Capítulo 50 Se arrepentirá de esto img
Capítulo 51 ¡Alexis podría seguir vivo! img
Capítulo 52 ¿Por qué te casaste con otro entonces img
Capítulo 53 Tu matrimonio no tiene nada que ver conmigo img
Capítulo 54 Tenemos un grave problema img
Capítulo 55 ¿De verdad soy tu hija biológica img
Capítulo 56 Absolutamente inquietante img
Capítulo 57 No es de tu incumbencia img
Capítulo 58 No me interesan las mujeres casadas img
Capítulo 59 Podría ser Alexis img
Capítulo 60 El título de señora Jenkins siempre será tuyo img
Capítulo 61 Deberes conyugales img
Capítulo 62 ¡Te denunciaré por violación! img
Capítulo 63 Volvamos a Izadena img
Capítulo 64 ¿Qué hicieron allí dentro img
Capítulo 65 Alec está a punto de volver a Izadena img
Capítulo 66 Una decisión en la puerta de embarque img
Capítulo 67 ¿Extrañaba demasiado a Alexis img
Capítulo 68 Viviendo uno al lado del otro img
Capítulo 69 Una oportunidad de oro img
Capítulo 70 Una súplica calculada img
Capítulo 71 Su apoyo nunca estuvo en duda img
Capítulo 72 ¿Cómo pudo ser tan atrevida img
Capítulo 73 La luz de mi habitación no funciona img
Capítulo 74 Suzanne demostró ser una completa inútil img
Capítulo 75 ¿Estaba realmente tan desesperada img
Capítulo 76 Tu dinero no significa nada para mí img
Capítulo 77 ¿Eres mi Alexis o no img
Capítulo 78 Necesito que mantengas la distancia img
Capítulo 79 Todo fue en vano img
Capítulo 80 Hace mucho tiempo estuvo involucrada con el señor Spencer img
Capítulo 81 No podía volver a ablandarse img
Capítulo 82 Distraído por sus gestos img
Capítulo 83 ¿Así es como me pagas img
Capítulo 84 Hora de enfrentar la realidad img
Capítulo 85 Investiga a ese hombre inmediatamente img
Capítulo 86 Me llamó descarada img
Capítulo 87 Como mi amante img
Capítulo 88 Florrie, no seas ingrata img
Capítulo 89 Divórciate de Florrie cuanto antes img
Capítulo 90 Por fin terminó img
Capítulo 91 Suzanne podría causarle problemas a Florrie img
Capítulo 92 Solo tienes que presentarte y deslumbrarlos a todos img
Capítulo 93 El escenario te espera img
Capítulo 94 ¿Quién demonios eres img
Capítulo 95 No eres más que la basura que tiré img
Capítulo 96 La forma en que mira a Florrie indica lo contrario img
Capítulo 97 Al final, él no parecía tan inaccesible img
Capítulo 98 Pasaré toda mi vida amándote img
Capítulo 99 Hacerla recordar a quién pertenecía img
Capítulo 100 ¿Acaso Florrie no se casó con Alexander por amor img
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Capítulo 6 No tengas miedo, estoy aquí

Florrie le dedicó a Adalyn una sonrisa amable y le dijo con delicadeza: "No te preocupes por mí. Vuelve a tu trabajo".

Adalyn tenía intención de seguir discutiendo, pero la determinación en los ojos de Florrie la silenció. En lugar de eso, salió corriendo, regresó con un pequeño tubo de pomada y se lo puso en la mano. "Si alguna vez necesitas algo, no dudes en pedírmelo", dijo con sincera preocupación.

Las palabras tomaron a la muchacha por sorpresa, y se le hizo un nudo en el pecho mientras los ojos se le llenaban de lágrimas contenidas.

Solo llevaban trabajando juntas poco tiempo, pero Adalyn le había mostrado una calidez que nunca conoció en casa.

Pasó años cuidando de Alexander con esmerada devoción, y él nunca le había mostrado ni el más mínimo reconocimiento por su esfuerzo.

Con silenciosa gratitud, Florrie le dio las gracias a Adalyn, recogió los documentos, los ordenó cuidadosamente para entregarlos y los llevó al Departamento de Recursos Humanos.

Su renuncia dejó atónito al director del departamento. Pero al recordar la escena que se había desarrollado antes, se tragó cualquier pregunta y tramitó el papeleo. "La política de la empresa exige que primero complete el traspaso con la señorita Hewitt. Una vez que haya terminado, podrá marcharse".

Florrie se limitó a asentir.

No tardaría mucho y nada podía retrasar su decisión de irse.

Cuando terminó la última tarea, regresó a la mansión.

Alexander seguía sin aparecer, pero ya no importaba si volvía a casa o no.

El lugar estaba en silencio. Subió las escaleras y comenzó a meter sus pertenencias en una maleta.

No había mucho que llevarse: su pasaporte, los documentos importantes y los recuerdos que Alexis había dejado atrás. Nada más parecía merecer la pena.

En el fondo de la caja fuerte había un viejo álbum, que sacó con cuidado.

Las páginas contaban la historia de los días compartidos con Alexis, los lugares por los que vagaron juntos y el futuro que ella creyó alguna vez sería suyo. Pero el destino había truncado ese sueño.

Había usado el vestido destinado a una novia, pero el hombre que la esperaba en el altar no era Alexis.

Las últimas páginas contenían unas cuantas fotos de ella y Alexander juntos.

Aunque los hermanos tenían rasgos similares y Alexander vivía con el corazón de Alexis latiendo en su pecho, todo lo demás sobre él, sus ojos, sus modales, su indiferencia, le recordaba que nunca la amaría.

Sacó las fotos con ese hombre del álbum antes de guardarlo en su maleta.

Las joyas brillaban dentro de la caja fuerte, pero las dejó todas atrás, aunque en otro tiempo lo hubieran sido todo para ella.

En ese entonces, se convenció a sí misma de que ese hombre podría ocupar el lugar de Alexis, de que podrían construir una vida juntos, así que le entregó su corazón sin dudarlo.

Ahora, esa ilusión había perdido todo su significado.

Rompió sus fotos por la mitad y tiró las mitades rotas a la basura. Después, cerró la caja fuerte y dejó la llave sobre el escritorio del estudio de Alexander.

Algunas cosas nunca fueron suyas, y no debería aferrarse a ellas.

Una vez todo listo, tomó su maleta y salió de la mansión sin mirar atrás.

Afuera, el día era gris y húmedo, con una llovizna suave pero persistente. Por suerte, la hora pico de la tarde había pasado y las calles estaban casi despejadas.

Al poco de empezar a conducir, sintió un repentino mareo y su pecho comenzó a latir de forma irregular.

Cuando el semáforo se puso en rojo, se llevó la mano a la frente y se dio cuenta de que ardía.

El tiempo había refrescado considerablemente en los últimos días, y las noches de insomnio la dejaron vulnerable. Seguramente tenía fiebre.

Sin embargo, agarró el volante y siguió adelante, recordando que debía haber una farmacia cerca.

No creía que la fiebre fuera peligrosa, pero cada kilómetro que recorría hacía que su cuerpo se sintiera más pesado.

El calor y los escalofríos luchaban en su interior, le dolía la garganta debido a una sequedad ardiente, y veía borroso. Consiguió detenerse frente a la farmacia y se obligó a abrir la puerta.

La lluvia y el viento se colaron en el auto, atravesándola y haciéndola temblar con fuerza.

Con el paraguas en la mano, dio unos pasos, pero cada uno le resultaba más difícil que el anterior.

Cuando llegó a la entrada de la tienda, perdió el equilibrio y se desplomó en el suelo.

La lluvia empapó su ropa al instante y, en medio de la confusión y la falta de fuerzas, sintió una sofocante oleada de agua deslizarse por su nariz y boca, robándole el aliento.

Se le nubló la vista, pero distinguió el destello de un Maybach negro que se detenía en la acera, con las luces de emergencia parpadeando bajo la lluvia.

Del lado del chofer, salió una figura alta, con un paraguas ya en la mano, que se movió rápidamente hacia ella.

El aire traía un aroma que ella conocía muy bien y, a través de la neblina, levantó la mirada para verlo arrodillarse, con los dedos firmemente agarrados al mango del paraguas y una cicatriz que le cruzaba el pulgar.

La visión la paralizó, porque esa cicatriz era casi idéntica a la de Alexis, tanto en forma como en ubicación.

El recuerdo volvió a ella al instante: Alexis se la había hecho defendiéndola de un grupo de matones que se negaban a dejarlos en paz.

Ella lloró aterrorizada, convencida de que la herida podría dañar sus nervios y arruinar su futuro como cirujano.

Pero él solo se echó a reír, disipando sus preocupaciones mientras le revolvía el cabello. "Esta es mi medalla al valor por protegerte. Si el precio por conquistar a mi chica es salir herido, lo pagaré".

¿Podía ser realmente una coincidencia?

Sus pensamientos se enredaron, pero de repente sintió el calor de su aliento cerca de su rostro y, sin previo aviso, unos fuertes brazos la atrajeron hacia un pecho firme.

Él apoyó suavemente la frente contra la de ella y le susurró con voz apenas audible: "No tengas miedo, estoy aquí".

Las palabras flotaron a su alrededor, amortiguadas por la confusión de su mente.

Lo único que pudo registrar fue la ternura en su tono.

Sus rasgos se difuminaron, pero aún podía distinguir la marca en la esquina de su ojo: un lunar carmesí, brillante contra su piel.

El corazón le dio un vuelco en el pecho.

¿Podría ser realmente Alexis?

¿Era posible que el hombre que la abrazaba fuera él?

                         

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