Capítulo 4 Un parásito

Al caer la tarde, la mayoría de los invitados convocados por la Familia James ya se habían reunido.

El alboroto afuera del Hotel Sunglow atrajo numerosas miradas, dejando a Emalee tanto irritada como avergonzada.

Lamentaba su decisión, no el divorcio en sí, sino el momento que eligió basándose en la sugerencia de Phillip.

El riesgo era considerable. Un paso en falso de Ashton podría arruinar el banquete de cumpleaños de Bobby y empañar la reputación de la estimada Familia James.

Por suerte, los temores de Emalee no se materializaron.

Después del intercambio, Ashton se agachó en silencio para recoger los fragmentos de su reloj de bolsillo roto sin causar más alboroto.

Durante ese momento de calma, Miriam James, la madre de Emalee, irrumpió desde el salón del banquete.

La mujer codiciosa estaba encantada con la noticia del regreso de Phillip del extranjero para volver con Emalee y con su confianza en ayudarlos a asegurar un lucrativo trato con el Grupo Skyline.

Al ser informada de la llegada de Phillip, abandonó su tarea actual y se apresuró hacia él, con el rostro iluminado por la expectativa.

"¡Phillip! ¡Ha pasado una eternidad! ¿Me recuerdas?", lo saludó cálidamente mientras se acercaba.

Phillip, captando el entusiasmo de Miriam, suavizó rápidamente su expresión, reemplazando cualquier sarcasmo con calidez.

"Por supuesto, Miriam. Siempre me has tratado bien. ¿Cómo podría olvidarte?"

Sus palabras gentiles ensancharon la sonrisa de Miriam.

Su intercambio elevó los espíritus de los miembros de la Familia James que los rodeaban, sus rostros iluminados por visiones de un futuro próspero.

Miriam no pudo evitar presumir: "¡Miren todos! Phillip, un distinguido abogado que regresa del extranjero, lleno de talento y promesa, exactamente lo que un yerno de la Familia James debería representar."

Inspirados por las palabras de Miriam, los otros miembros de la familia se acercaron a Phillip, colmándolo de elogios.

En medio de esa escena jubilosa, Ashton permanecía a un lado, su presencia marcadamente fuera de lugar. Observaba en silencio, su expresión reflejando un tumulto de pensamientos y emociones.

Mientras Ashton colocaba el recuerdo de su madre en su bolsillo, sus labios se torcieron en una sonrisa amarga, casi de desprecio.

Miriam notó ese cambio en su semblante, y su expresión pasó de la calidez a la desaprobación.

"¡Tú ahí!", exclamó con brusquedad. "Tristán mencionó que ya firmaste los papeles del divorcio. ¿Por qué sigues aquí?"

Sus palabras lo hirieron profundamente, provocando en Ashton una punzada de dolor, pero mantuvo la compostura.

Inhaló profundamente y explicó: "Sí, los firmé. Pero quería celebrar el cumpleaños de Bobby una vez más. Me ha tratado bien durante estos dos años, y le debo mis respetos."

Miriam se burló de sus palabras, con un tono desdeñoso. "¡Solo estás buscando excusas para seguir rondando a nuestra familia! Basta de tus pretensiones. ¡La Familia James no tiene lugar para un parásito como tú!"

Ashton luchó por mantener la calma, sin querer arruinar la celebración de Bobby. Sin embargo, las duras palabras de Miriam lo enfriaron aún más.

Respondió con paciencia forzada: "Miriam, ¿no crees que estás siendo demasiado dura?"

Miriam replicó con una mueca burlona: "¿Dura? Solo digo lo obvio. ¿Qué has aportado tú? ¿Puedes comprarle una casa a Tristán o asegurar grandes negocios para Emalee como lo hace Phillip? Él lo logra sin esfuerzo. Necesitamos un yerno que contribuya, no un inútil como tú. ¡Es hora de que te vayas y nos ahorres más vergüenza!"

Mientras los comentarios mordaces de Miriam continuaban, Ashton se vio abrumado por la ira y la incredulidad ante la verdadera naturaleza de la familia con la que se había casado.

Su frustración estaba a punto de alcanzar el límite cuando una voz severa resonó desde el salón del banquete.

"Miriam, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué intentas echar a Ashton? ¿Quieres arruinar mi cumpleaños?" La voz autoritaria de Bobby se escuchó por toda la habitación.

Toda la atención se dirigió hacia él mientras Bobby, apoyándose en un bastón, salía del salón del banquete.

Su expresión era severa, y su mirada aguda se fijó en Miriam y los demás.

Miriam, al darse cuenta de que Bobby intervenía, bajó rápidamente la cabeza, muda por el miedo.

Sabía cuánto apreciaba Bobby a Ashton y entendía que disgustarlo ese día podría traer graves consecuencias.

Con Miriam momentáneamente en silencio, Bobby se acercó a Ashton. Su mirada severa se transformó en una sonrisa amable, y sus ojos se suavizaron mientras extendía la mano para darle una palmada en el hombro.

"Me alegra que estés aquí, Ashton. Si hay algo que te preocupe, solo dímelo. Estoy aquí para apoyarte", le aseguró con calidez.