Maldición Alemana
img img Maldición Alemana img Capítulo 4 Pequeñas mentiras piadosas.
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Capítulo 6 Silenciame. img
Capítulo 7 No humano img
Capítulo 8 Miranda Peraex. img
Capítulo 9 ¡No es una cita! img
Capítulo 10 Una familia curiosa. img
Capítulo 11 El lacre de los Schwarz. img
Capítulo 12 Dulces sueños, Arzaylea. img
Capítulo 13 Atrapame. img
Capítulo 14 Un regalo inusual img
Capítulo 15 La cena. img
Capítulo 16 Un pésimo guardaespaldas. img
Capítulo 17 Nadie está a salvo. img
Capítulo 18 Fuego img
Capítulo 19 Sin humanidad img
Capítulo 20 Efímero. img
Capítulo 21 Efímero img
Capítulo 22 Engañoso y mortal silencio. img
Capítulo 23 Secretos img
Capítulo 24 El festival img
Capítulo 25 Visiones img
Capítulo 26 Háblame en alemán img
Capítulo 27 Recuerda img
Capítulo 28 Dolor img
Capítulo 29 El tiempo soluciona todo, menos un alma rota. img
Capítulo 30 Justicia por Brown. img
Capítulo 31 Yéndose al demonio. img
Capítulo 32 Buenas y malas opciones img
Capítulo 33 Veneno img
Capítulo 34 Lágrimas saladas img
Capítulo 35 Amor-odio img
Capítulo 36 Una conexión. img
Capítulo 37 Lo que realmente sucedió en Deeplake img
Capítulo 38 El poder de una familia unida. img
Capítulo 39 Una llamada realmente inesperada img
Capítulo 40 Métodos de alimentación img
Capítulo 41 Señales img
Capítulo 42 Acuerdos img
Capítulo 43 Lo que la desesperación hace img
Capítulo 44 Cacería img
Capítulo 45 Escucha mi voz img
Capítulo 46 No todo es como parece img
Capítulo 47 ¿Te acuerdas de mi img
Capítulo 48 Tortura img
Capítulo 49 Bienvenida a casa, Arzaylea. img
Capítulo 50 Serpiente alemana img
Capítulo 51 Una gran sorpresa img
Capítulo 52 Te quiero ¿Tú me quieres img
Capítulo 53 Bourbon img
Capítulo 54 Una agria despedida img
Capítulo 55 La magia de Queensland img
Capítulo 56 Un último adiós img
Capítulo 57 Presentimientos img
Capítulo 58 Hogar dulce hogar. img
Capítulo 59 SEGUNDA TEMPORADA, Bienvenida a casa. img
Capítulo 60 El juego img
Capítulo 61 Despierta img
Capítulo 62 ¡Corre! img
Capítulo 63 Miedo img
Capítulo 64 Azazel img
Capítulo 65 ¿Quién eres Recuérdalo. img
Capítulo 66 Canción de cuna. img
Capítulo 67 Consejos de madre a padre. img
Capítulo 68 Pequeña bestia img
Capítulo 69 Promesas img
Capítulo 70 La muerte nos quiere visitar. img
Capítulo 71 Conversaciones mínimamente normales img
Capítulo 72 Conversaciones mínimamente normales (Parte 2) img
Capítulo 72 Mal Mentiroso o buena Observadora img
Capítulo 73 Conversaciones mínimamente normales (Parte 3) img
Capítulo 73 Te quiero img
Capítulo 74 Dulce hogar img
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Capítulo 4 Pequeñas mentiras piadosas.

CAPÍTULO 3

Pequeñas mentiras piadosas.

Teniendo la cinta entre mis labios me inclino para pegar todos los dibujos hechos en el día de hoy por los niños. Sobre la silla en puntitas de pie me estiro para alcanzar más altura, tantos dibujos habían cubierto la pared por completo y los dibujos debían estar en la parte más alta de las paredes que estaban un poco vacías.

Tomo otro dibujo y me vuelvo a inclinar para pegarlo sin embargo escucho una voz.

-Arzaylea, no han venido a recoger a Kerstin. -Danna abre paso junto a la pequeña quien parecía estar aburrida. -He llamado al número de teléfono y nadie lo ha cogido. ¿Qué hacemos?

Mire mi reloj. Quince minutos de retraso.

-Ve a casa, Danna. Yo me quedaré esperando.

-Gracias. -Me da una mirada sincera antes de girarse e irse. Sabía que tenía un marido y dos hijas hermosas esperándola.

Kerstin camina hacia mí y me bajo de la silla, guardo los dibujos junto a la cinta en el escritorio. Miré a la niña

- ¿Tú madre tiene trabajo? -Pregunté, fingiendo desinterés.

-No. Pero tenía cosas que hacer por la mudanza, mi padre la está ayudando.

-Así que alguno de tus hermanos debía venir hoy. -Concluí

-Todos mis hermanos. Ellos son plaga, o aparecen todos o no aparece nadie. Y en caso de que uno esté solo debe avisar -Se encoge de hombros-Deben estar por llegar. Derek jamás se olvida de mi.

-¿Los otros sí?

-No. Pero Derek es el responsable.

-¿Y los demás?

Okay, si, estaba siendo demasiado curiosa.

-Becker es el violento, Derek es el líder, Edwin el paciente, Kool el rarito, Muller no habla.

Conocía a Becker, Derek y Edwin. Muller debió ser el que detuvo a que Becker no se enoje aún más conmigo por llamar a Derek "rarito de mierda", ya que no había hablado.

-¿Y tu quien serias?

-Inteligente manipuladora. -Me sonríe con calidez.

La miré unos segundos antes de volver a ponerme a guardar cada cosa en su lugar, ella parecía haberlo dicho en serio y por un momento dudé de las capacidades que tendrá una niña de su edad para serlo, sin embargo, ella era distinta, era una Schwarz. Se criaba junto a los hermanos extraños.

-No creo que vengan por mi. Ser impuntuales no es lo suyo

-¿Qué recomiendas hacer?

-Llévame a casa. Sé donde vivimos y a mi madre no le molestara.

-Eso rompe una de las normas. -Me cruce de brazos, en reproche.

-Ya, pero es un pueblo chico y estas cosas pasan por alto. Aparte de que no querrás estar todo el día esperando en esta sala a por mis hermanos.

-De acuerdo. Espérame.

Camino hacia los casilleros, y cojo mi bolso rápidamente me sacó el delantal y lo guardo allí, busco mis llaves y las llaves del edificio.

Luego de llevar a Kerstin conmigo, cerrar todo con llave y chequear en la planilla informativa la dirección comienzo a caminar hacia su casa.

Kerstin no dice nada, solo se limitó a caminar delante mío mientras mira con detenimiento todo el lugar. Dude de aquello. Miraba como si nunca hubiera caminado por aquí, y la idea de que quizás ella se movía mediante el auto de sus padres era posible.

Al llegar, noto como se trataba de grandes, altas y oscuras rejas, todas pintadas de negro con detalles en dorado, tenía forjado una "S" muy elegante y sofisticado.

-Identificación. -Suena desde el timbre, donde había una cámara por lo que distingo que podían también verme.

-¡Soy yo, tonto, abre la reja! -Kerstin grita.

-Identificación. -Repite.

-¡Tengo tres años apenas sé hablar, abre la puerta!

-Identificación

-¡Que soy yo, pesado! ¡Kerstin Schwarz!

La puerta tarda uno segundos, sin embargo, se abre lentamente. Kerstin camina decididamente por el gran patio con césped perfectamente cortado o artificial. Yo, indecisa, camino detrás de ella.

Llega a la puerta y vuelve a tocar timbre. La casa estaba perfectamente decorada con tonos blancos. Tenía celosía sofisticada y extraña en los ventanales con balcón. En las esquinas espléndidas vasijas antiguas, también blancas. Toda la casa de color blanco que matizan la salida y la puesta de sol.

La puerta de roble blanco se abre y entonces puedo ver a uno de los hermanos Schwarz. Puedo notar que el que abre la puerta fue Kool. Sus ojos completamente negros me miraron de arriba abajo, y luego miró a su hermana.

- ¿No estabas en tu habitación, tú? -Preguntó completamente confundido.

-Ahora voy al preescolar. -Rodea los ojos cansada.

Ella dice algo en otro idioma, alemán quizá y yo la miro curiosa. Kool me mira y frunce sus cejas. Vuelve a mirar a Kerstin.

- ¿Y tu chofer?

¿Chofer?

-Lo he visto afuera del preescolar, pero me niego a que él me lleve. Ya lo he dicho. Vi oscuridad en sus ojos.

¿¡Qué!? Dios. La han venido a buscar, pero por caprichosa a mentido y la tuve que traer yo, si que tenia razón al decir que era una inteligente manipuladora.

-Es solo un viejo amargado, Kerstin.

-Como tú, y todos sabemos cada cosa que has hecho, Kool. -Cansada gira a verme y sonríe- ¿Quieres té?

-No. Debo irme, ya. -Finjo una sonrisa triste y retrocedo para irme.

Ella vuelve a hablar, pero mirando a su hermano.

-¿Qué esperas? Acompaña a Arzaylea.

Él le contesta algo en alemán y luego me mira

-Puedo llevarte.

-No. -Niego. -Estoy bien, gracias.

Kerstin vuelve a decir algo en alemán, como si lo estuviese presionando.

-Te llevaré. -Declara. Kerstin entra a la casa y cierra la puerta. Kool camina por mi lado buscando las llaves en su bolsillo, yendo hacia los cuatro autos estacionados.

Okey, ¿cuatro autos? Sé que son todos mayores –a excepción de Kerstin–, pero creo que es innecesario tanto para alguien que prácticamente casi ni se ven en el pueblo.

-¿Hey? -Me llama, sacándome de mis pensamientos. Alce mi vista y note que había abierto la puerta de copiloto, esperando que entrara.

Por fin reacciono y camino hacia él, al subirme él cierra la puerta y rodea el auto para subirse. Una vez dentro, prende la calefacción rápidamente y también el GPS.

-¿Donde?

Luego de decirle la dirección y que lo configure en el GPS prende el motor para ir hacia las rejas.

-Identificación. -Vuelven a pedir antes que las rejas se abran. Kool rodea los ojos

-Tienes que pedir eso a los que quieren entrar, no salir, Petter.

-Identificación. -Vuelve a pedir.

- Soy yo. Kool

-Identificación.

-No la traigo encima, Petter. ¿No me ves que soy yo?

-Identificación.

-Si vuelves a decir...

-Identificación

-¡Que no la traigo!

-Identificación.

-Venga, se que te pagan por pedirla, pero ¿acaso no ves que...?

-No. Identificación.

Kool cierra sus ojos y ladea su cabeza, cansado. Me mira.

Al verlo pude notar que no tenía tatuajes en el cuello como Derek y Edwin, tenía su cuello sin tinta. Sin embargo, se podía ver que tenía un brazo completamente tatuado, incluyendo los dedos, y también tenía dos pequeños tatuajes en su rostro.

Uno en su pómulo, un pequeño anticristo; la cruz dada vuelta. Y otro sobre su ceja que decía "Untote".

Kool vuelve a mirar hacia la reja, rompiendo mi escaneo visual.

-Si no abres la puerta estas despedido.

-Solo me puede despedir uno de los Schwarz.

-¡Soy Kool! ¡Kool Schwarz!

-¿Y cómo se que es eso verdad? Di algo en alemán.

-No sé de dónde contratan a estas personas mis padres. -Susurra completamente indignado. -Du machst mich lächerlich, Petter*

[Me estas avergonzado, Peter.]

Silencio

-Lo siento. Es que aún no me memorizo los nombres.

Y entonces, la reja se abre.

Él comienza a conducir hacia mi casa y yo solo me limito a mirar por ventanilla.

-Dime chica bourbon, ¿Cómo es que las casualidades son tan grandes de que de un día de asustarte junto a tus amiguitos ahora seas la maestra de mi hermana?

Trago en seco, intentando no lucir nerviosa.

-El pueblo es chico.

-Lo sé -Dice. - Creí que serias la típica cría que va a la universidad.

-La he terminado.

- ¿Cuántos años tienes?

-Veinticinco.

-Yo veintinueve. -Gira la cabeza a verme -Vaya, chica Bourbon... Aparentas de dieciséis.

Mis mejillas se incendian y él vuelve a mirar el camino.

Volvemos a mantener el silencio y está vez, él no lo rompe.

El auto se detiene en cuanto el GPS indica haber llegado a nuestro destino y él baja. Rodea el auto y entonces me abre la puerta y extiende su mano para la sujetara al bajar.

Caballero.

«–Los modales hacen al psicópata.» recuerdo decir a Catryn.

-Gracias por traerme

-Ha sido un placer. -Acepta con la cabeza, lentamente.

Camina para ir a su auto, sin embargo, hablo.

-¿Puedo hacerte una pregunta, Kool?

Él se tensa al oír su nombre. Tarda unos segundos en girarse con el ceño fruncido.

-Dime.

-¿Qué significa tu tatuaje? -Señale su cara, -"Untote"

Él sonríe a medias, y abre la puerta del auto para meterse. Me mira.

-Muerto viviente.

No respondo. Él vuelve a sonreírme cordialmente para luego subirse al coche e irse.

            
            

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