Padre Por Sorpresa
img img Padre Por Sorpresa img Capítulo 10 Un hombre terco
10
Capítulo 31 Di todo lo que sabe img
Capítulo 32 Aguanta img
Capítulo 33 Sin necesidad de una cita a ciegas img
Capítulo 34 Come más img
Capítulo 35 Déjame ir img
Capítulo 36 Calidez img
Capítulo 37 No puedes dejar a papá solo img
Capítulo 38 Ella no puede huir img
Capítulo 39 Atrapada img
Capítulo 40 Dolor desgarrador img
Capítulo 41 Somnoliento img
Capítulo 42 ¿Qué hay de la niña img
Capítulo 43 Quién le debía a quién img
Capítulo 44 ¿Acaso no me conoces img
Capítulo 45 Los niños buenos no mienten img
Capítulo 46 La solicitud de Bobby img
Capítulo 47 Un júbilo secreto img
Capítulo 48 Deja de bromear img
Capítulo 49 El amor crecerá con el paso del tiempo img
Capítulo 50 ¿Dónde has estado img
Capítulo 51 Las mujeres siempre sufren pérdidas img
Capítulo 52 Hablemos más tarde img
Capítulo 53 Un niño travieso img
Capítulo 54 Te extraño mucho img
Capítulo 55 Léeme una historia img
Capítulo 56 ¿Qué están haciendo img
Capítulo 57 Diferente img
Capítulo 58 Fannie, la reina del drama img
Capítulo 59 ¿Por qué no te agrada mamá img
Capítulo 60 Invitaciones para la fiesta de cumpleaños img
Capítulo 61 Narcisista img
Capítulo 62 Un interés efímero img
Capítulo 63 La espera img
Capítulo 64 Proteger a mi mami img
Capítulo 65 Un secreto img
Capítulo 66 No dejes que te intimide nuevamente img
Capítulo 67 Se niega a ceder img
Capítulo 68 Nadia es mi hija img
Capítulo 69 Una mujer que aprecia su vida img
Capítulo 70 Doris necesita ayuda img
Capítulo 71 Ya no eres tan joven img
Capítulo 72 La tormenta img
Capítulo 73 Como un chico inexperto img
Capítulo 74 No seas tonto img
Capítulo 75 Dificultades diversas img
Capítulo 76 Celos img
Capítulo 77 Ella es mi mamá img
Capítulo 78 No está interesada en él img
Capítulo 79 ¡Cómo le podían gustar ese tipo de mujeres! img
Capítulo 80 Sé proactivo img
Capítulo 81 Cálmate img
Capítulo 82 La fiesta de cumpleaños img
Capítulo 83 Deja de actuar img
Capítulo 84 ¿Qué pasa contigo últimamente img
Capítulo 85 No tengo mucha experiencia img
Capítulo 86 Tú eres mi mujer img
Capítulo 87 No es suficiente img
Capítulo 88 Tal vez lo amo img
Capítulo 89 La verdad img
Capítulo 90 No es digno de su belleza img
Capítulo 91 Tener una buena conversación img
Capítulo 92 Hombres malos img
Capítulo 93 Los hombres siempre se entusiasman con una novedad img
Capítulo 94 Déjame examinarte img
Capítulo 95 La ausencia hace crecer el cariño img
Capítulo 96 Llámame como quieras img
Capítulo 97 Maldad img
Capítulo 98 No son más que unas insignificantes acciones img
Capítulo 99 Muchas gracias img
Capítulo 100 No hay problema img
img
  /  8
img

Capítulo 10 Un hombre terco

"¡Charles!", gritó Nancy enojada, nunca había conocido a un hombre tan terco.

El hombre la miró salvajemente, mostrando en su expresión que no cedería y

su porfía irritó tremendamente a la joven, quien en respuesta sacudió los brazos y corrió hacia la puerta.

Él no la dejó ir, por el contrario, tiró de su brazo con más fuerza.

Nancy era una chica delgada y él, un hombre corpulento, por lo que ella fue arrastrada a sus brazos.

De repente, la puerta se abrió y apareció Jessie, "Lo siento, yo no vi nada. ¡Ustedes dos continúen, por favor!", dijo con una sonrisa difícil de descifrar.

La joven se sonrojó de inmediato y luchó para soltarse, pero Charles la abrazó con más fuerza, como para avergonzarla deliberadamente.

"Doctora Jessie, ¡no es lo que usted piensa!", Nancy quería explicar, pero sus palabras sonaban como si estuviera tratando de encubrir algo.

"No, yo no pienso nada; no te preocupes, ya te dije que no vi nada, ¿o no?". Jessie miró al hombre amablemente, pero

despreciaba a la otra desde lo más profundo de su corazón;

no era de extrañar que Hobart fuera tan amable con la nueva médica, porque resultaba ser que se aferró a Charles para recibir su apoyo.

"Sí, muy bien. Otra cosa, doctora, ¿podría decirle al director Hobart que Nancy será la médica privada de Bobby durante los días que esté en el hospital? Y en lo que concierne a los otros pacientes, ¡quedan en sus manos!", dijo el hombre cortésmente, pero con un tono duro y frío.

"Oh... ja, ja, ja", rio ella. "De acuerdo...", al sentir que Charles la observaba intensamente, Jessie se asustó y no se atrevió a decir nada más; se dio la vuelta y se fue a toda prisa, sintiéndose molesta de haber presenciado esa escena y deseando ser ella en los brazos de ese hombre en vez de aquella joven.

Todas las chicas de la ciudad soñaban con estar con él y ella era no era la excepción, pero desgraciadamente Nancy fue la afortunada en conseguirlo.

"¡Charles, te juro que Dios te envió a castigarme!", dijo la chica, que ya no sabía qué hacer con ese hombre. Se dio la vuelta y se dirigió hacia la cama de Bobby.

"Entonces, de ahora en adelante, tienes que ser una buena chica", dijo el otro, encogiéndose de hombros.

Al día siguiente, Bobby se despertó.

Cuando vio a Nancy, sus grandes ojos se iluminaron y dijo:

"¡Mami, sabía que te vería!". Estiró su manito para acariciar la cara de la joven y

su cálido tacto hizo que el corazón de ella se ablandara.

"Bobby, ya no puedes resfriarte, ¿entiendes?", le dijo mientras le limpiaba la nariz.

Frunciendo el ceño, el pequeño dijo melancólico: "Resfriándome es la única forma en que puedo verte. ¿Sino, qué hago?".

"Bobo...", le respondió ella sin saber qué decir en realidad.

"Mientras no te resfríes, te prometo que puedes verla cuando quieras", dijo Charles, y al escucharlo, los ojos del niño se tornaron brillantes como las estrellas.

Nancy estaba completamente confundida. '¿Qué diablos querían de ella?

¿Es que acaso estaba pagando una deuda de sus vidas pasadas?

¿Sería posible que alguna vez encontrara a alguien con quien pasar el resto de su vida?'.

"Mami, yo te agrado, ¿verdad?", le preguntó el pequeño, inclinando la cabeza.

'¿Cómo podría decirle que no?', además, a ella realmente le gustaba ese niñito; si tan solo pudiera dejar de llamarla "mami"... le gustaría aún más.

"Oh... Claro que sí...", le contestó con una sonrisa.

"Mami, me dio hambre, quiero comer algo", dijo el pequeño estirando sus suaves y tiernos bracitos.

"¿Qué te gustaría comer?", ella preguntó.

"Comeré lo que sea que me hayas traído, mami".

Charles no daba crédito a sus oídos, Bobby era muy mañoso y comía poco aunque el menú fuera variado, pero sí quería comer lo que esta mujer le trajera. 'Es muy Insólito.

¿Tanto la quería?', se preguntó él.

"¿Qué tal bollos al vapor?", le preguntó ella, porque eran su merienda favorita.

A Nancy le encantaban y creía firmemente que a todos le encantaban igual.

"¡Genial!", aceptó Bobby sin dudarlo.

"¿Qué hay de ti? ¿Necesitas que te traiga algo para comer?", ella le preguntó a Charles en mal tono.

"¡Sí, claro!", respondió él.

Nancy extendió la mano.

"¿Qué?", preguntó el hombre, sin entender su gesto.

"Yo pago la comida de Bobby, pero no la tuya", desde su regreso, había gastado casi todo el tiempo con ellos, no iba a gastar también su dinero.

"No tengo efectivo, solo tarjetas", decía eso Charles mientras sacaba su negra billetera de cuero.

Nancy suspiró con irritación, "Guárdalo, ¡ya me lo devuelves más tarde!".

"De todo lo que has dicho hoy, y eso que es bastante, esa frase es la única sensata. ¡Me gusta!", guardó la billetera y sonrió.

La joven estaba extremadamente molesta, pero se dio cuenta de que era su propia culpa, '¡Qué rabia!', pensó.

Charles, por el contrario, se sentía encantado al ver la expresión de enojo en el rostro de ella.

El padre y el hijo estaban felices porque Nancy se encargaba de todo, pero ella solo deseaba darle el alta al pequeño para recuperar su pacífica vida e ir a trabajar.

De hecho, Bobby se recuperó al día siguiente, pero el pequeño bribón tenía planes propios.

Así es que, de vez en cuando, tosía, para que Nancy le buscara un vaso de agua y le lavara la fruta.

Los dos hombres se miraban en sonriente complicidad.

Charles no estaba para nada preocupado, ya que podía trabajar desde cualquier parte y en lo que concernía a los clientes, dejó a su asistente a cargo.

Por la mañana, cuando Nancy estaba terminando de lavarle la cara a Bobby, la llamó Doris.

"Chica, ¡realmente eres muy astuta! ¡No nos hemos visto en unos pocos días y ya saliste con Charles! ¡Bien hecho!", su tono rebosaba de celos y de sarcasmo.

"Doris, más vale que cuides tus palabras. ¿Desde cuándo me convertí en una mujer superficial?", contestó la otra mientras dirigía su mirada hacia el hombre, que se afeitaba relajadamente.

"Venga, ya sabes que él es muy codiciado, encima ustedes salen en las redes sociales, no hay razón para que finjas", insistió Doris con una sonrisa cínica y continuó: "Para serte franca, nunca me esperé que ese niño fuera hijo de la familia Fu. Tienes un excelente gusto, si cuidas bien al pequeño, puedes quedarte con el grande".

"¡Déjate de estupideces!", respondió Nancy enojada.

"Bueno, bueno, no te pongas así, es algo muy bueno; excelente, diría yo. Deberías aprovechar la oportunidad y hacer todo lo posible para convertirte en parte del clan Fu, así podrás vivir cómodamente por el resto de tu vida, y yo podría aprovecharme algo de ti igual, jajaja...", rio la amiga. La voz de Doris era estridente como un petardo, así que temerosa de que Charles la escuchara, Nancy colgó tan pronto como pudo.

Luego se puso a revisar las noticias en su teléfono, y se ofuscó aún más.

"¿Por qué estas personas se inventan barbaridades sobre mí?", comentó en voz alta. En una de las noticias se leía: "...doctora famosa apareció en el hospital municipal...". '¿De dónde demonios había aparecido todo eso?', se preguntó. "El hijo ilegítimo de la doctora Nancy ha sido descubierto", leyó. "¿Qué?", exclamó con furia. Mientras más leía, más se alteraba. "¿De qué diantres están hablando? ¡Todo esto es basura!...".

Charles le quitó el teléfono de la mano y comenzó a leer, entrecerrando los ojos con un gesto analítico.

"¿Te importa que digan eso?", preguntó.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022