Capítulo 4 Una chica dulce

Hoy conocí a Zoe la mesera que envió el restaurante Luna de verano para atender el banquete que solicitaron para la agrupación, es una niña muy dulce y no me reconoció, es raro ya que hay muchas fans y casi todos saben los nombres y conocen nuestros rostros.

Fue agradable ver que ella se fijó en Leonel la persona y no en el vocalista de una banda famosa.

Me divirtió que ella me confundiera con un simple chico de utilería.

Pero al menos con ella podré ser yo mismo.

Aun me cuestiono si habrá alguien que se fije en mi como persona y no en la fama de ser vocalista de una agrupación musical.

La invite a salir después del concierto, ella aceptó alegremente, realmente pienso que es diferente a las chicas que he conocido y con las que he salido.

Durante el concierto todas las canciones las dediqué a ella diciendo "este concierto es para una niña linda que he conocido que ha robado mis pensamientos" todos los fans gritaron emocionados pues al cantar canciones románticas todos tenían una historia que los hace identificarse con las canciones.

Así pasaron 3 horas hasta que el concierto terminó. Salí corriendo del escenario a los camerinos y volví a ponerme mi ropa normal, Charly llegó detrás de mí, el me observo y me dijo que tenía una sonrisa radiante, enseguida mencionó...

"se debe a la linda mesera con la que platicabas hace unas horas".

Eres insoportable... Le dije a Charly.

Cómo mi primo me conocía mejor que nadie y sabía bien cuando estaba interesado en alguien, así que me dejó ir. " Anda ve por la chica" dijo en un tono resignado.

Después fui a verla, en el comedor no había nadie y se notaba que ya había hecho el aseo.

Escuché un ruido en la cocina, al llegar ya vi a esa linda chica que tenía unos audífonos puestos ella cantaba y bailaba mientras limpiaba la cocina.

Fue un gran espectáculo verla, me recargué en el marco de la entrada y la observé en silencio por mucho tiempo, ella no se dio cuenta de que estaba ahí.

Un extraño sentimiento llegó a mi corazón, era la primera vez que conocía a una chica tan genuina y única.

Después de un rato ella se sorprendió al verme parado en la entrada de la cocina.

Me preguntó si llevaba mucho tiempo ahí, negué con la cabeza, no quería que ella se avergonzará si le decía que la vi cantando y bailando.

De pronto ella tomó la comida sobrante y la puso en platos térmicos desechables.