La Receta de Louis
img img La Receta de Louis img Capítulo 5 CAPITULO 5: La Mujer de las Gardenias
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Capítulo 6 CAPITULO 6: ¿Celos img
Capítulo 7 CAPITULO 7: La gota que derramo el vaso img
Capítulo 8 CAPITULO 8: Una vez mas por favor img
Capítulo 9 CAPITULO 9: Sueño hecho realidad img
Capítulo 10 CAPITULO 10: Noche de estrellas img
Capítulo 11 CAPITULO 11: Alegría & Decepción img
Capítulo 12 CAPITULO 12: Corazón roto img
Capítulo 13 CAPITULO 13: No te vayas img
Capítulo 14 CAPITULO 14: Jardín de Girasoles img
Capítulo 15 CAPITULO 15: ¿Aun te amo img
Capítulo 16 CAPITULO 16: Mi Amigo img
Capítulo 17 CAPITULO 17: Quedate a mi Lado img
Capítulo 18 CAPITULO 18: Compromiso img
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Capítulo 5 CAPITULO 5: La Mujer de las Gardenias

Al dia siguiente, había estado de nuevo en mi mundo del aire, pensando en cómo la relación entre Louis y yo habia cambiado gracias a las clases de cocina.

Para empezar, estaba completa y perdidamente enamorada de él, y lo empeoré todo acercándome más. Y luego esta él, complicaba aun mas las cosas invitándome a cenar. Además estaba segura que si salia con el, tendría muchos problemas.

El pasó a recogerme a las cinco. Por lo cual estaba hecha un manojo de nervios, obviamente teníamos que ir antes al salón de la cocina para practicar antes de que se nos hiciera tarde para ver a la "mujer del ramo de gardenias". Al subir al auto, pude percibir la fragancia del ramo de gardenias asi que voltee a verlas, eran hermosas, estaban tal y como las habia visto en la mañana. Louis condujo hacia las afueras de la ciudad. Hasta que llegamos a nuestro destino.

- Bien Megan ¿Que haremos hoy?

- Estaba pensando en.....algo mas dificil...¿Que tal croquetas con atún?

- El hecho de que usaras la palabra "croquetas" no me suena bueno.

- Es solo un nombre - le sonrei.

Llegamos a la cocina e inmediatamente desempacamos las cosas. Me sentía a gusto, aunque en algunos momentos, me resultaba difícil estar cerca de Louis.

- Lo primero que debes hacer...es cocinar cuatros papas.

- Suena sencillo.

- Busca un tazon donde podamos cocer las papas.

- De acuerdo.

El busco un tazón en la alacena y lo lleno con agua. Lo colocó en la estufa e introdujo las cuatro papas. Buscaba los cerillos.

- Louis, estan en el estante a la izquierda.

- Si, disculpa.

No queria perder la paciencia, sabia que Louis no sabia de estas cosas, asi que no le exigi demasiado.

- Ahora esperaremos a que se cosan las papas.

- Bien. Quiero que me des los platillos y postres que haremos, no quiero ser tan inútil cuando vengas.

Me sentí un poco mal por ello.

- No te preocupes, yo estoy aqui para enseñarte.

- Lo sé, pero es vergonzoso - dijo en un tono preocupado.

- No te sientas mal, sólo piensa que los hombres no estan hechos para esto.

- Bien.

25 minutos despues, salieron las papas.

- Que bien, huelen delicioso

- Si, pásame por favor un trapo para retirar el tazon de la estufa.

- Entendido.

- Ahora lo que haremos es pelarlas y las dejaremos en otro recipiente.

- ¡Auh! - chillo Louis al tomar una papa caliente con su mano.

- ¿Que estas haciendo? Debes esperar a que estén frías.

De pronto comenzó a reírse. No pude evitar esbozar una sonrisa, aunque intente mantenerme seria.

- ¿Que sucede Louis?

- Megan, no se si reír, llorar o gritar. Te he dicho mil veces que no soy bueno en esto, soy patético. No se como puedes lidiar con todo esto - dijo inclinandose en el refrigerador. Estaba por rendirse. Su cara era un poema, se veia tan humano.

Ahora la que reia era yo.

- ¿Y ahora a ti que te pasa?

- Nada, es solo que, me das gracia. Eres tan...tan otra persona cuando ríes que es agradable tu compañía.

- Osea que no te agradaba antes - dijo tratando de parecer ofendido.

- ¡Al principio! Pero ahora no....

- ¿Asi? ¿Como te parezco ahora? - se acerco a mi para hacerme cosquillas.

- Jajajajajaja Louis no jajajajaja, para jajajajajaja

- Dime, dime.

- Bien, bien te lo diré - paro de hacerme cosquillas - pareces alguien totalmente diferente, pero ahora eres mucho mas agradable.

- Me alegra - al principio me lo dijo con una sonrisa, pero luego volvió su rostro serio - Debemos continuar.

¿Agradable? ¿En serio Megan..? Ahora va a pensar que te gusta.

- ¿Y ese cambio repentino?

- Me di cuenta que puedo hacerlo...solo necesito tu ayuda.

- Aja.

Terminamos con las papas y por consiguiente vaciamos el atún, la cebolla y cilantro y mezclamos. Louis se encargó de hacer las formas de la mezcla de las papas, y yo me encargue de poner en platos hondos huevo, pan molido y harina. El obviamente se negó a hacer cualquier cosa que tuviera que ver con el huevo, ya que no olvidaba su pasada experiencia. Era increible lo bien que me la pasaba con Louis, el tiempo volaba inmensamente, siempre me pasaba lo mismo, queria estar mas junto a el. Era fantastico el ver que unas lecciones de cocina habian cambiado el ambiente en un instante, me sentí orgullosa de mi misma por haber tomado la decision correcta, de no haberme negado a pasar tiempo con Louis.

- Louis pasaras las croquetas por el pan molido y luego por la harina. Yo pasare las croquetas primero por el huevo y de ahi te las daré, ¿vale?

- Vale.

Tuvo un poco de complicacion con la harina, tanto, que la croqueta se le resbalo de las manos y cayo a la harina y le salpico la cara. Me reí. A veces Louis me causaba risa, en la cocina se veía tan ingenuo. Concluimos con la receta al freir las croquetas, el se comió tres. Mientras yo tan solo una.

- Me salieron deliciosas.

- No cantes victoria. Todavia nos quedan dos recetas mas.

- No me digas - dijo en tono burlon y espantado.

- Si, si te digo

- Que no me digas - en tono resignado.

- ¿Podemos terminar y empezar ya?

- No me digas - dijo de nuevo.

- Si te digo. Ponte de nuevo el mandil y saca el pollo del refrigerador.

- ¿No estas molesta?

- No.

- Bien - dijo inseguro - empecemos.

2 horas despues...

- Tengo que aceptar que estas tomando practica en la cocina con esto, te mereces un 10.

- Si - sonrió engreído - Aunque hoy te pasaste.

- ¿Yo? Solo hice lo que una maestra debe hacer.

- Si, si lo que tu digas. Ahora iremos a visitar a la mujer de las "gardenias" y después te llevare a cenar ¿De acuerdo?

- Bien.

Una parte de mi decía que no fuera con el, simplemente para no herirme. Pero por otro lado deseaba ir, conocer a la misteriosa mujer y decirle a mi corazón que el ya tenia a otra. Se que suena cursi, pero era la realidad.

Estuvimos en el auto más o menos 20 minutos hasta que Louis se detuvo frente a unas puertas negras. Un hombre con uniforme reconoció a Louis, lo saludo y lo dejo pasar.

- ¿Que es eso? - pregunte mientras el auto se adrentaba por un largo camino lleno de arboles - parece el jardín de una mansión.

- Algo asi.

El auto continúo avanzando hasta llegar a un amplio lugar con una hermosa fuente redonda en medio. Mire el letrero del fondo que con letras doradas decia "Residencia de tercera edad".

- No lo entiendo.

El estaciono el auto y me miro con una sonrisa.

- Aquí es donde debemos entregar las gardenias - rodeo el auto y abrió mi puerta - Vamos.

- No pienso ir a ningún sitio hasta que no sepa a quien voy a conocer. Quiero saber porque estamos en una residencia de la tercera edad y porque tienes esa estúpida sonrisa en la cara.

- ¡Perfecto! - exclamó una voz detrás de su espalda. Algo asustada mire de reojo, sin poder creer lo que veía.

Tragame tierra.

- Me encanta ver a una mujer joven con espíritu.

- Abuela - intervino Louis, inclinándose hacia la mujer para darle un beso en la mejilla y dejar el ramo de gardenias en sus manos - ¿Que haces afuera a esta hora?

- Hacia una tarde preciosa y he pensado en salir a recibirte - sonrisa - y me alegra haberlo hecho. Venga, presentame a esta interesante joven.

Louis me miro esbozando una sonrisa.

- Abuela...te presento a Megan.

Deseaba que la tierra me tragara ¿Porque no me había imaginado que las gardenias eran para alguien como su abuela? ¿Y como se había atrevido Louis a dejar que todo el mundo asumiera que las gardenias eran para su lista larga de mujeres?

- Megan - continuó - me gustaría presentarte a mi maravillosa abuela. Olivia Collins.

Tragandome la rabia, y sobre todo la vergüenza. Ofrecí mi mano a la mujer y le di una sonrisa.

- Es un placer conocerla señora Collins.

- Lo mismo digo Megan y por favor llamame Olivia.

- Sera mejor que entremos - dijo Louis ignorando las miradas curiosas de su abuela - Empieza a llover.

Sujetándola del brazo, comenzó a caminar hacia la entrada.

Era la residencia de ancianos mas elegante que había visto en mi vida, mas bien era como un hotel. La habitación de Olivia estaba en el primer piso.

- Sientate Megan - señalo uno de los sofás - Ese sofá que esta junto a la ventana es muy cómodo.

Tome asiento mientras Louis colocaba el ramo de gardenias en un jarrón color rosa.

- Gracias querido - le sonrió con cariño y después añadió un guiño - Y ahora ¿Que tal si nos sirves una copa de vino?

Obediente, Louis se acerco al armario de la esquina y saco tres copas de cristal.

- Debe ser una ocasión especial.

- Ya lo creo que es una ocasión especial. Es la primera vez que traes a tu novia a vistarme.

                         

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