Tan pronto como puso un pie fuera, la esfera y la flauta, del lado este emitieron un sonido.
A través de la madera de la mesa en la que estaban, se pudo ver el reflejo de una persona acostada debajo de un árbol, tenía los ojos cerrados y un sello.
Esta imagen no tardó en desaparecer y el sol en cambiar de posición.
-Señor, los nuevos aprendices están aprendiendo a manipular los elementos pero ninguno es tan hábil como su hijo y nieto. No hay uno que sea apto para el puesto.
-Ni siquiera hay uno que contenga la suficiente fuerza, como para poder aguantar el poder de nuestra perla.
-Al parecer no podremos completar la misión en éste ciclo, no hemos visto ninguna señal y no se sabe cuándo el Dios del Sol vuelva a tocar tierra. El único que pudo invocarlo fue su nieto hace ya más de mil años.
-¿Mi nieto? Un niño que hizo que todos estuviéramos así, le advertí que no se enamorará de una mujer perteneciente al clan Lunar y no hizo caso.
Esté es nuestro castigo, el jamás podrá reencarnar y nosotros viviremos así. Mi hijo no pudo hacer la transferencia y fue el último portador. Sólo quiero ser un simple mortal sin la necesidad de tener miedo todo el tiempo.
-Todos en el clan comprendemos su dolor, nosotros también vemos a nuestras familias y experimentamos ya 100 veces el mismo dolor, pero también queremos ser libres, el tiempo en nuestro ciclo se acaba y nadie quiere volver a sentirlo. Por qué no acepta el trato y da la pequeña parte que tiene a los Lee, sólo así se podrá atraer a la tercera perla.
-No lo entiendes, yo, sólo fui un portador, no el creador, el nuevo portador era mi hijo, quién también se enamoró de una mujer del clan Lunar. Sólo que él, después de adquirir la perla volvió en sí.
Mi nieto murió a causa de una mujer de ése clan y eso todos lo saben. Nadie puede enamorarse de una mujer si pertenece a ese clan o correrá el mismo camino y la misma suerte.
-Cierto, pero la segunda familia del clan solar a entrenado muy duro y ellos ofrecen algo que usted no, libertad, sólo le recuerdo que después de esté mes si no encontramos a un nuevo portador.....las consecuencias pueden ser graves-El subordinado del gran Cheng salió, con una pequeña sonrisa de satisfacción, había logrado su objetivo. Poner al viejo Cheng aturdido.
En la escuela.....
-¿Que hay de nuevo nenita?–Un chico estaba molestando a Keythian y le dió un empujón sobre su espalda.–No te vas a defender, marica.–Se puso enfrente de el y trato de darle una palmada en la cara, pero antes de tocarlo sintió una enorme corriente de calor.
-Vasta, no quiero problemas Jarden–Lo paso de largo y siguió avanzando, mientras se ponía su capucha.
Jarden corrió tras el y se le puso en frente-No te tengo miedo, así que ten cuidado al volver a casa, alomejor y no llegas vivo. Alomejor y encuentran tu cuerpo quemado–Sin más esté le escupió en la cara y se dio la vuelta.
Keythian sostuvo su mochila con fuerza y fue al baño a lavarse el rostro y de nuevo esa voz en su cabeza. "Dejalo ir, pronto estaré ahí" Ahora entendía menos...
Tan pronto como llego al aula se percató de que su asiento estaba manchado y rayado.
Cerró sus ojos he hizo un pequeño soplido, al segundo siguiente su asiento quedó como nuevo.
El maestro entró y comenzó a dar su clase... Aunque Keythian no puso atención, el solo miraba las hojas caer del árbol, algo con lo que se sintió familiar.
Unas imágenes se proyectaron inmediatamente.
-Muevete, no creas que por ser el nieto del gran Cheng tendrás mejor trato–Plams, un golpe con un metal de fuego, lo suficiente para sentir demasiado dolor, algo que lo hizo retorcerse y sentir su piel levantarse.
No hablo y siguió practicando con una espada, las hojas caían una a una y todas estaban partidas en 10.
"Ese chico eres y yo soy tú" sus ojos cambiaron de color y al mismo tiempo sonó la campana. Se levantó y salió.