Capítulo 4 El recuerdo de una vida pasada

No fue el primero ni el último en salir, pero sí, el único que tuvo un cambio de color de ojos momentáneo, mientras caminaba veía el camino borroso.

-Oye nenita no piensas quédate–Le gritaron desde atrás.

El ignoro a la persona por completo y dió pasos más largos.

"Sal de aquí, ya" Camino y doblo en la esquina, se había metido en un cayeron sin salida. Se agachó y se sentó, todo su cuerpo temblaba y le dolía la cabeza.

Algunas imágenes aparecieron de nuevo

-Hijo, la razón por la que venimos aquí es simple, esté pequeño lugar tiene el poder de convertir a alguien en la nada. Una caída y sólo encontraremos polvo.–Su padre explicaba mientras observaban el precipicio de sólo 30 metros.

-¿Porqué lo dices? ¿No lo puedes asegurar?

-¿Entonces que es esto?–Su padre tomo una piedra y la dejo caer, está solo se deslizó 5 metros y desapareció.

- Increíble, me voy, tengo que seguir practicando, llegaré tardé–Se dió la vuelta y corrió, se perdió en medio del bosque y se escuchaba el sonido de las aves.

Mientras caminaba, escucho el pisar de la hierba, se detuvo y vió a un conejo blanco.

-Asi que estoy en la parte qué divide a los dos clanes, un lugar que nadie debe pisar, ya que si alguien cruza la línea puede pasar algo grave–Susurro y se acercó, el pequeño conejo estaba herido y el lo curo en cuestión de segundos.

Lo cargo en sus brazos y camino unos cuantos pasos más.

-¿Quién está ahí? No se me acerque.–La voz de una chica.

-No se en donde estoy, solo quiero que me diga en donde se encuentra el Este, el bosque es muy obscuro, estoy perdido.

-Es el lugar opuesto en el que está, es hacia tras.–Dijo la chica y el bajo al conejillo.

-Lo tengo, es hacia atrás, me iré.–El enderezó la espalda, se giro y volvió al lado Este.

'¿Qué fue eso? Acaso fue el recuerdo de una vida pasada'

Se levantó del suelo y camino de regreso a su casa. Todo estaba solitario y solo se encontraba a unas cuantas personas en el camino.

Una chica, de cabello negro y largo, con piel muy blanca, como el del papel, se topo con el.

-Perdón, lo siento, no sentí que venía alguien. ¿Se encuentra bien..?

-Si, no hay problema–El paso de largo y se fue, ¿Quien querría estar hablando con alguien raro. Se marchó sin despedirse.

Mientras que la mujer se quedaba allí, esperando una respuesta más extensa. No notó que el se había ido.

El llegó a su departamento y las voces de sus vecinos se escuchaban aún dentro de al casa. se sentó y chasqueo los dedos, inmediatamente una comida aparecio en la mesa y una televisión.

Inmediatamente se pudieron ver las noticias

"En estos días se esperan grandes cantidades de calor y para el día de mañana se esperan grandes cantidades de agua, por favor si van a salir no se olviden de llevar un paraguas y de manejar con mucha precaución"–Informo un reportero.

-Mucha calor.... Pobre de los humanos, lo bueno de pertenecer a ésto.. por qué yo ni auto tengo y mucho menos se manejar.–Tomo un vaso de agua y espero que ocurriera algo, pero nada. Se paró solo para darse cuenta que ya eran a las 6 de la tarde. Salió de casa y fue a jugar con una patineta.

La pequeña brisa soplaba y el se detuvo en el puente, escucho a alguien acercarse y decirle.

-Oye, no te dí las gracias antes, gracias por salvarme–Dijo el anciano observando el mar y poniéndose a su lado.

-Todos los humanos hacemos algo por el prójimo, no es para tanto, además, a pocas personas se les ocurre ponerse en medio de la carretera.–Pronuncio Keythian mientras sacaba sus manos por las barandillas.

-Es la primera vez que digo un "gracias...." Nunca antes dije esa palabra, antes... Estaba cegado al igual que todos, por el poder, que me olvidé de las cosas importantes.–El señor Cheng dejo escuchar su voz triste.

Keythian lo miro de reojo, no sabía que responder sin que el se ofendiera. Y la voz que le hablaba de vez en cuando, no parecía funcionar por el momento.

-Las personas también se olvidan de esos detalles, me tengo que ir, no creo que sea bueno el que un joven ande afuera a estás horas–Keythian se alejo del gran Cheng y dió unos cuantos pasos.

-¿Lo dices por qué te has mezclado en el mundo humano? ¿Cuántas vidas has tenido ,pequeño? ¿Cuál es tu nombre?

-Tomelo como quiera, la verdad, no sé cuántas vidas, mi nombre Keythian y a diferencia de usted yo sí se quién es usted. Me iré, se me hace tarde

-Alto ahí–Dijo el señor Cheng esperando que el se detuviera.

-Intente detenerme–Keythian sonrió levemente y se fue.

-Tu... Niño insolente, ¿Cómo te atreves? Planeas matar al último que queda de los Cheng–Le grito y Keythian se detuvo.

"Es el abuelo Cheng, vamos, el no creyó en mí cuando dije ser inocente"

-¿Y usted a un niño indefenso?–Keythian no se giro y se quedó parado en el mismo lugar.

-¿Qué edad tienes?–Pregunto el gran Cheng. Se acercó lentamente a el y espero su respuesta.

-17 años, apunto de cumplir 18–Respondio mientras calculaba el poder del señor Cheng.

-¿Y cuál es tu nombre?–Volvio a preguntar.

-Keythian, ahora sí, me voy, mí madre me espera–Keythian rodio al señor Cheng para poder irse.

El gran Cheng se quedó parado, mientras asimilaba lo que el chico acababa de decir.

Volvió a su villa.

-Sabes si hay un chico con el nombre de Keythian en nuestro clan.

-No, nunca he escuchado ese nombre, algunos jóvenes que pertenecen al clan son huérfanos, talvez es uno de ellos.¿Por qué la pregunta?–Dijo su subordinado.

"Ese niño mentiroso, me mintió, dijo que su madre lo esperaba, me quieren matar de un coraje."

–Nada, me pareció escuchar ese nombre, por cierto, ¿Los niños huérfanos pertenecientes al clan también reciben entrenamiento?

-No. Ninguno se ha unido, la mayoría de ellos hacen lo que quieren.

-Mañana, tan pronto como salga el sol, quiero a todos esos jóvenes entrenando, talvez hay uno que nos pueda sorprender...

-Entiendo. Daré el aviso inmediatamente–Su subordinado salió y fue a todas las casas, incluyendo a la Keythian.

Después de recibir el aviso el se acostó. "Viejo si quieres torturárme también te daré una lección, mira que hacerme despertar temprano"