Capítulo 9 Lleno de ira

De la nada, una carcajada estruendosa resonó en el lugar: "¡Ja, ja, ja! Ahora no podrás negar lo que hiciste porque te tengo grabado. ¿Tienes algo que decir en tu defensa?".

En el vestíbulo aparecieron los primos, Bob y Eric, el primero de ellos tenía un celular en su mano, con el cual estaba grabando directamente a Peter. Luego, pareciendo estar satisfecho con lo que hacía, dijo: "¿Crees que eres el único que graba vídeos a escondidas? No esperabas que esto sucediera, ¿no es así? Ahora me gustaría saber cómo te las arreglas para salir de esta".

En ese momento, Eric exclamó furioso: "¡Tal como te dije, si me golpeas, lo pagarás caro! Y ahora que ofendiste a nosotros dos, no tendrás más opción que ir directamente a la cárcel para que aprendas la lección. De hecho, para sumar más cosas a tu castigo, tampoco dejaré en paz a estas dos mujeres que están relacionadas contigo. No me bastará con echarlas de Silverland Group, sino que también buscaré a algunas personas para que las violen en grupo y las hagan sufrir por el resto de sus vidas. ¡Ese es el precio que debes pagar por haberme ofendido!".

En ese instante, era totalmente evidente que el odio que sentía este hombre hacia el guardia de seguridad era mucho mayor que el de su primo. Aquello se debía a que, aunque él era el superior, había sido golpeado por el subordinado, en el primer día de trabajo de Peter. El superior había sido golpeado tanto y tan fuerte que tuvieron que sacarlo en una camilla. Eso, definitivamente, se había convertido en un momento inolvidable para él, ya que la escena fue vista por innumerables personas.

Él podía imaginar que la noticia se difundiría por toda la empresa como dinamita, convirtiéndolo en el objeto de todas las burlas.

Al ver a los dos hombres, los ojos de Peter se entrecerraron, por supuesto, notó inmediatamente que todo fue planeado por ellos. El objetivo final era vengarse de él.

El comportamiento del hombre calvo era, sin dudas, patético y ridículo, puesto que fue utilizado por los otros dos, sin siquiera saberlo.

"¡Qué imbéciles! No se puede negar que son realmente primos, el parecido de su estupidez y crueldad es inmenso e imposible de pasar por alto. Si debo ir a la cárcel, entonces, ¡antes debo golpearlos por todas las personas a las que han intimidado!", explicó el guardia, burlándose y, luego, corrió hacia ellos como un tornado.

Él pensaba que todos tenían un límite y que nadie debería sobrepasarlo; cuando tal principio era violentado, estos reaccionarían con una fuerza inimaginable.

Sin importar cuánto lo amenazaran, o incluso lo lastimaran, aquellos dos hombres, él lo dejaría pasar. Sin embargo, lo que no les permitiría era que fuesen lo suficientemente audaces como para atacar a Shelly y a Lisa. Y no solo eso, sino que además pronunciaron palabras desvergonzadas e hicieron unas horribles amenazas. ¡Maldita sea!

Al ver a Peter acercare a ellos corriendo, los ojos de Eric se llenaron de miedo, de manera inconsciente, se escondió detrás de su primo.

Por otro lado, Bob reaccionó totalmente diferente. Él realmente había estado deseando golpear a aquel hombre, por lo que, al verlo acercarse, se emocionó y se preparó. Antes no tuvo la oportunidad de golpearlo, así que sentía que era un regalo del cielo para él poder pelear en ese momento.

Este último no era tan cobarde como su primo, pues, él antes era un soldado estrella de las fuerzas especiales, por ello, sus habilidades de lucha eran mucho más superiores.

"¡Muere, imbécil!", rugió Bob, lanzando un golpe cual profesional y ocasionando una ráfaga de viento hacia Peter.

El golpe fue tan duro que parecía tener realmente una inmensa fuerza en él.

Sin embargo, Peter simplemente puso los ojos en blanco, al tiempo que levantaba su mano en el aire para dejarla allí con la forma de una pata de águila, así, fue capaz de sostener la mano del otro y empujarlo hacia adelante como si nada.

Tal acción desestabilizó a Bob, ocasionando que se dejara llevar fácilmente. Era la primera vez en toda su vida que la sorpresa se esparcía en sus ojos.

Él no tenía ni la más mínima idea de que aquel guardia podría ser capaz de agarrar su enorme puño de esa manera tan sencilla. Simplemente, no lo podía creer, acababa de lanzar un golpe tan fuerte, sin embargo, no fue capaz de derribar al hombre.

Peter, por otro lado, no le dio tiempo a su atacante ni para reaccionar, ya que, en el preciso momento en que empujó al hombre hacia adelante, él levantó su rodilla y golpeó el abdomen del otro con fuerza.

Al instante, se escuchó un fuerte ruido seco y, antes de que alguien pudiese reaccionar, Bob se encontraba tirado en el piso, con su sangre fluyendo a borbotones.

Luego, sin darle la oportunidad para intentar levantarse, Peter lo pateó una vez más, tratándolo tal como a un perro.

"Tal parece que tu condición física no está bien del todo. Eres incompetente para ser un jefe de seguridad. ¿Cómo conseguiste tal puesto con tu mala condición de salud y tus pésimas habilidades de lucha?".

Al pronunciar aquellas palabras, la voz de Peter estaba llena de sarcasmo.

Tras escucharlo, la cara del otro se tornó completamente roja, puesto que, sentía miedo y vergüenza al mismo tiempo. ¡Jamás se había imaginado que aquel hombre podía ser capaz de pisotearlo!

Transcurrió solo una ronda, pero él ya había perdido la pelea por completo.

Mientras tanto, el idiota de Eric estaba escondido atrás, totalmente asustado, al presenciar tal escena, su mente se quedó completamente en blanco.

Él pensaba que su primo era muy fuerte, sin embargo, el guardia lo había vencido con nada más que un golpe. ¡Peter era realmente fuerte!

El miedo de Eric era tanto, que apenas podía mantenerse en pie. Pensar que había ofendido a un hombre tan horrible lo hizo temblar de terror, de hecho, estuvo a punto de desmayarse.

Peter, por otro lado, no tenía ninguna prisa en hablar, por lo que pisó y torturó a Bob durante un tiempo y, al notar que el miedo del otro había llegado ya a un punto crítico, lo miró con frialdad.

"¡Ponte de rodillas! ¡Ya!", gritó él.

¡Plaf!

Al escuchar la voz del guardia de seguridad, este ya estaba lo suficientemente aterrorizado, por lo que cayó de rodillas al piso, sin pensarlo dos veces.

Él creía que el hombre lucía totalmente temible, en especial con esa fría mirada, la cual parecía no tener emoción alguna. No tenía dudas de que este se lanzaría sobre él en cualquier momento y lo haría pedazos.

El miedo lo consumía hasta los huesos, además, estaba tan pálido que no se atrevía a moverse o siquiera a respirar fuerte.

"¿Recuerdas lo que dijiste hace un momento? Dijiste que las despedirías y harías que las violaran en grupo, ¿no es así?", al preguntar eso, la voz de Peter era fría y sin emociones. Cada palabra que pronunció se deslizó como un fragmento afilado de hielo.

"¡No, no dije eso! ¡Juro que no lo dije!", respondió el hombre, sacudiendo rápidamente su cabeza en manera de negación, con el cuerpo tembloroso. El miedo era tanto que pensaba que ese guardia era en realidad un demonio, él no tenía la valentía suficiente como para soportar su ira.

"Ah, ¿no? ¿Quieres decir que realmente no dijiste esas cosas horribles?", inquirió Peter, entrecerrando los ojos de manera escalofriante, luego levantó la mano y abofeteó a Eric varias veces: "¿Quieres decir que mis oídos no están funcionando bien? ¿O es que estoy envejeciendo y escuché mal? ¿O ahora estoy sordo? ¿Estoy delirando?".

"¡No, no quise decir eso! ¡Juro que esa no fue mi intención! ¡Por favor, no! Estuve mal. Admito que sí... Sí fue eso lo que dije...", pronunció Eric, sintiendo cómo su cerebro retumbaba ante cada bofetada, y su visión se nublaba. Prefería desmayarse antes que enfrentarse con ese demonio. Entonces, estando al borde de las lágrimas, tuvo que cambiar rápidamente su respuesta.

"¿Estás seguro de que lo dijiste?", cuestionó el joven, levantando su mano y abofeteándolo varias veces más. "¿Cómo puedes ser capaz de decir ese tipo de cosas tan crueles? ¡Te mataré, hijo de puta!".

Sin importar lo que dijera, estaba mal. De cualquier manera, lo golpearía. En ese momento, sintió que preferiría morir antes que soportar tal tortura. ¿La maldita respuesta era sí o no?

Peter le dio una buena paliza antes de detenerse de repente, entonces, señaló a Bob, que se encontraba a sus pies, y le ordenó a Eric: "¡Ahora es tu turno de golpearlo!".

"¿Cómo te atreves?", exclamó Bob, furioso, "Peter Wang, ¡qué astuto eres! Pero, nosotros somos primos, ¡no lograrás meter cizaña de esta manera!".

"¿Realmente soy astuto? Bueno, vamos a intentarlo a ver si funciona", manifestó el joven, sonriendo de manera perspicaz, luego miró a Eric para preguntarle: "¿Lo vas a golpear o no? De rehusarte, serás tú quien termine siendo miserable, así que, haz tu decisión de una vez por todas, señor, porque mi paciencia es limitada".

Aquella amenaza tan terrible funcionó, puesto que el pobre hombre apretó los puños, diciendo: "¡Claro, por supuesto que lo golpearé!". Luego, apretó su mandíbula con fuerza y se abalanzó sobre su primo. En realidad, no tenía otra opción. Aquel golpe hizo que Bob chillara de dolor.

"¡Cómo te atreves a hacer una cosa así! ¿Cómo te atreves a pegarme?". El agredido estaba furioso: "¡Eres un hijo de perra! Ni siquiera tuviste la valentía para contraatacar. ¡Tú prefieres asesinar a tu propio primo! He cuidado de ti todos estos años y te atreviste a golpearme. ¡Eres un hombre tan desalmado, que muerdes la mano que te da de comer!".

Gritó Bob enfadado, tirando a su primo al piso. Y entonces, ambos empezaron a luchar salvajemente.

"¿Cómo puedes culparme cuando viste claramente que me vi obligado a hacer esto? Además, no te pegué tan fuerte, lo hice sin esforzarme en absoluto. ¿Cómo pudiste tú devolverme el golpe con tanta potencia? ¿Acaso estás intentando vengarte de mí? ¡Te voy a matar, bastardo!".

"¡Eres un traidor! Te mataré ahora mismo".

Inicialmente, los dos primos solo se quejaron mutuamente, pero poco a poco, empezaron una disputa. Sin embargo, cuando la discusión se tornó más severa, se convirtió en una gran pelea. Se golpeaban cada vez más, por consiguiente, ya estaban heridos y sin aliento. De igual forma, aún estaban tan molestos que no podían dejar de batallar ni por un instante, ellos continuaban atacándose mutuamente.

Por otra parte, Shelly y Lisa estaban tan atónitas que no podían emitir sonido alguno, nunca les pasó por la mente que las cosas saldrían de esa manera, tampoco imaginaron que esos dos tipos malvados serían derrotados con tanta facilidad, y que después de un rato, todavía se estuvieran matando entre sí.

Justo en ese instante, ingresó furioso al lugar el hombre calvo que Peter había echado por la puerta. Estaba tratando de saldar cuentas con su agresor cuando descubrió a los dos primos peleando. Realmente estaba sorprendido, porque no tenía idea de lo que estaba sucediendo.

Mientras seguía aturdido, Peter lo agarró repentinamente y lo arrojó contra los otros dos que se golpeaban. Todo pasó tan imprevistamente que nadie tuvo tiempo para reaccionar, particularmente, Bob y Eric, quienes habían sido malogrados por el guardia de seguridad, además, también habían estado luchando entre ellos mismos durante un largo rato, por lo que ya estaban lesionados y aporreados. En ese momento, el nuevo empleado aprovechó la oportunidad para lanzar al tipo calvo hacia la batalla, cosa que seguramente empeoraría la situación. Los primos, cegados por su ira, ni siquiera pensaron en cómo había pasado aquello, y mucho menos en quién era el culpable. Solo querían desahogar su furia, así que agarraron al sujeto y comenzaron a golpearlo.

Ya la riña entre los primos se había convertido completamente en una pelea de tres. Había tantos impactos que se escuchaban los gritos en todo el lugar, uno tras otro. En ese punto, la escena parecía absurda.

Peter ya había sacado su celular y había grabado todo, como si estuviera filmando un éxito de taquillero. Al ser un gran vencedor, disfrutaba la estupidez de aquellos sujetos atrevidos.

"Buen día, ¿911? Hay varias personas peleando en mi lugar de trabajo, y en realidad, la situación se está tornando muy violenta, todos están cubiertos de sangre. Espero que puedan enviar un equipo médico, porque es urgente. De verdad tienen que apurarse, ya que si no llegan a tiempo, ellos podrían desangrarse". Peter observó por un rato la miserable escena de los tres tipos peleándose, hasta que sintió que su ira se había disipado. Posteriormente, dejó de filmar y llamó al 911 para pedir ayuda. De hecho, lo que acababa de pronunciar al teléfono, había dejado a la persona que atendió sin habla.

En silencio, el operador se interrogó a sí mismo. Le parecía muy raro que el que hizo la llamaba no contactara a la policía cuando se dio cuenta de la pelea, y que incluso, llamara al 911 con un comportamiento tan tranquilo. A pesar de esa confusión, el centro médico tomó el reporte muy en serio y decidieron ir a rescatar a los lesionados.

Diez minutos más tarde, la tripulación de la ambulancia se apresuró y se llevó a los tres sujetos, los cuales estaban muy débiles.

El lugar que había estado inundado de ruido gracias a los gritos de dolor, se calmó de repente, y entonces, Peter se sintió mucho más relajado.

"Siento mucho haber causado todos estos problemas. Acabas de ser abofeteada por ese sujeto, ¿te duele todavía?", interrogó con angustia, mientras observaba a las dos chicas.

"Estamos bien, muchas gracias", Shelly se asustó cuando lo vio golpeando a los tres tipos malvados, sin embargo, se sintió aliviada al notar su mirada preocupada. En ese momento, se percató de que el nuevo guardia de seguridad era un buen hombre.

"Muchas gracias, Peter", agradeció Lisa de inmediato, aunque su expresión estaba un poco apagada.

Notando que ella parecía tener algo más para decir, el otro preguntó: "¿Qué sucede, Lisa? Si necesitas que les dé su merecido otra vez, iré al hospital y los golpearé nuevamente". Mientras decía aquello, fingió irse tras ellos.

Verdaderamente, lamentaba haberles causado problemas a esas dos jóvenes, porque si no hubiese sido por su culpa, todo ese caos no habría pasado.

"No, tranquilo, en serio me encuentro bien", contestó la chica, agarrando a Peter nerviosamente. Después de lo que acababa de ver y escuchar, creía que él haría lo que decía, y que iría al hospital de inmediato.

Por otra parte, Shelly estaba tan asustada que tomó al hombre por el otro brazo, pues, tenía miedo de que realmente lo hiciera. Ya los tres tipos estaban moribundos, así que, si los golpeaba otra vez, realmente podrían fallecer. Por supuesto, las personas despreciables se lo merecían, pero no había necesidad de que un buen tipo como Peter cometiera un crimen por ellos.

Ambas mujeres estaban tan agradecidas con el nuevo empleado que no querían ponerlo en riesgo.

"Ahora que ustedes se encuentran bien, puedo estar tranquilo. Las invito a almorzar para que se calmen", agregó. El ex soldado se sintió mucho mejor al escuchar que todo estaba bien con ellas.

"Bueno, está bien".

Dijeron las dos, estando de acuerdo. Aparentemente, habían tomado una decisión, así que fueron directamente a la recepción para recoger sus pertenencias.

Al observarlas, Peter cuestionó: "¿Qué hacen? ¿Por qué están recogido todas sus cosas?".

"Porque nos despidieron, ese hombre era nuestro jefe, el director Kang. Y cuando él regrese, no podremos librarnos de esto, pero no importa. Así estemos despedidas, aún podemos buscar empleo en otras compañías. Soy una mujer muy inteligente, además soy hermosa y talentosa, por eso estoy segura de que puedo conseguir otro trabajo muy pronto".

Respondió Shelly con un suspiro, aunque rápidamente recuperó su confianza. Ella realmente creía en sus propias habilidades, también pensaba que siempre había otra salida. Unos instantes después, la chica consoló a la otra, quien estaba junto a ella deprimida: "Lisa, no te preocupes. Aún somos jóvenes, por lo tanto, todavía tenemos mucho tiempo para aprender y encontrar cosas nuevas, tenemos un futuro brillante por delante".

Al escuchar aquellas palabras, la joven se animó y asintió. Podía sentir que su triste estado de ánimo por perder su trabajo había mejorado mucho y que todo estaría bien.

"¿Las despidieron a las dos?", interrogó Peter, sorprendido. Realmente no lo podía creer. "Eso es imposible, No considero que necesiten guardar sus pertenencias o irse, hablaré con la directora ejecutiva de nuestra compañía ya mismo, y ciertamente, estará de acuerdo en que ninguna de ustedes debería ser despedida por eso. Les prometo que mientras yo trabaje aquí, no se quedarán sin empleo. Confíen en mí".

Mientras hablaba, el joven se dirigía hacia el elevador para llegar al piso donde estaba Bella. Si las echaban porque él había golpeado a alguien, viviría con la culpa para siempre.

"Espera un minuto", pronunció Shelly, para detenerlo y preguntar: "Peter, ¿acaso no te despidieron a ti también?".

Ella creía que lo habían echado, pues, lo habían llamado a la oficina de la directora, lo que significaba que tuvo que haber cometido un error imperdonable. De hecho, de acuerdo con su experiencia previa, cualquier persona que fuese llamada a la oficina por aquella mujer, sería regañada y terminaría siendo despedida miserablemente.

"¿Yo, despedido? ¿Por qué crees eso?". El hombre estaba un poco molesto. Tras ver las expresiones en los rostros de Shelly y Lisa, se dio cuenta de que ambas habían pensado exactamente lo mismo. Estaba perplejo, pues, parecía como si les hubiese agradado que lo echaran.

"Es muy extraño que no haya pasado eso, ¿por qué no te despidieron? Es muy raro", murmuró Shelly, lo que hizo que el otro estuviera más confundido y un poco a la defensiva.

De repente, Peter levantó su mirada, se enderezó, se peinó con la mano derecha y actuó con confianza. "Tiene sentido que no haya sucedido", se jactó, "Porque soy atractivo, fuerte y por eso pertenezco a una buena compañía. No hay forma de que me despidan".

Obviamente, Shelly no podía creerlo, así que dibujó una mueca en su rostro, totalmente escéptica ante las palabras narcisistas del chico. Tenía la sensación de que podría haber algún romance entre el guardia y la directora ejecutiva: "Peter, por favor contéstame con sinceridad, ¿acaso ya conocías a la señora Song? ¿Son amantes?".

"Te voy a decir un secreto, pero no debes decírselo a nadie. Bella se enamoró de mí, y nos amamos tanto que ella no dirá que no a nada de lo que yo le pida, además, podría renunciar a todo por mí y perdonar todos mis errores. De manera que, puedes tomar en serio mi palabra de que no te van a echar. De hecho, iré y conseguiré que lo acepte inmediatamente".

El guardia de seguridad tuvo que alardear para consolar a las otras dos. Era consciente de que si Bella sabía lo que él estaba diciendo, definitivamente sería su final. Se comportaba como si lo que había dicho fuera verdad, pero en su corazón sentía lástima por la jefa, sin embargo, no pensó que aquellas palabras importarían, porque ella no lo escucharía. Pero claramente estaba equivocado.

"¿Tú estás seguro de que estás diciendo la verdad?". Justo cuando el hombre terminó de jactarse, una voz resonó detrás de él, y obviamente, pertenecía a Bella.