Capítulo 3 3

Kakashi se puso rígido casi imperceptiblemente, aunque no tanto como para que Genma no lo notara y supo que sonaba a la defensiva cuando respondió:

- Ya no soy su sensei.

Genma sonrió, habiendo notado la parte 'ellos' de esa oración.

- A quién te refieres exactamente? Estaba hablando de Naruto.

Atrapado, Kakashi solo gruñó e hizo un gesto de más sake haciendo todo lo posible por ignorar la risa de Genma.

Fue alrededor de la segunda vez que casi se cae de la silla cuando Sakura comenzó a sospechar que estaba borracha.

Realmente no fue su culpa. Ino y Tenten no fueron las únicas que necesitaron animarse después de los recuerdos que trajo el discurso del Hokage, por lo que se unieron al resto de los shinobi que una vez compitieron juntos durante el examen Chunnin muy memorable y procedieron a alentarlos para beber grandes cantidades de sake. Actualmente, todos actuaban bajo la regla del "Pequeño Hombre Verde" de Naruto, donde cada vez que iban a tomar una copa tenían que sacar de sus tazas a un pequeño hombre verde imaginario. Si se olvidaban, tenían que beber dos veces. Todos y cada uno de ellos pensaban que era una regla ridícula y todos jugaban de todos modos.

Y luego estaba Kakashi. Si él no era un motivo para beber, Sakura no sabía lo que era. Había insistido en no mirar demasiado de cerca la forma en que su amistad había florecido durante el último año y hasta ahora había tenido éxito. Claro, de vez en cuando se encontraba notándolo más a menudo, notando cuán bonitos eran sus ojos realmente o cuán grandioso se veía su trasero, pero eso fue solo una reacción natural al estar cerca del sexo opuesto, verdad? un ninja siempre tuvo grandes culos, era prácticamente un requisito del comercio. Pero las palabras de Ino habían hecho que Sakura pensara y fueron precisamente esos pensamientos y su necesidad de evitarlos, lo que hizo que Sakura "accidentalmente" olvidara la Regla del Pequeño Hombre Verde más veces de lo aconsejable.

Sin embargo, estaba comenzando a arrepentirse de su decisión de beber tanto, especialmente cuando las cosas empezaban a verse tan... idas.

- CERDA- dijo en voz alta, empujando el hombro de Ino-. Estoy borracha, necesito aire. Ven afuera conmigo.

Ino se rió mientras ambas se pusieron de pie, cogidas del brazo de una manera que debería haberlas hecho a ambas más estables pero en cambio parecía hacerlas a ambas dos veces más inestables. Afortunadamente, no estaban lejos de la entrada y en muy poco tiempo habían salido al aire fresco de la noche. Dando un paso al costado de la puerta, ambas se apoyaron contra el frente del establecimiento.

- Frente- suspiró Ino.

- Qué, cerda?

- Sai es muuuy genial.

Sakura contuvo un gemido. Amaba a su mejor amiga, pero Ino tenía la tendencia a ponerse realmente triste cuando estaba borracha.

- Sí, sí, lo sé. Estás enamorada, vas a tener muchos bebés... Lo entiendo- dijo con un suspiro.

Ino se inclinó hacia la cara de Sakura, haciendo un puchero.

- No seas una mujer amargada, Frente.

- No soy amargada.

- Estás sola y amargada porque has elegido serlo.

- NO ESTOY SOLA Y AMARGADA!

- Y no tiene por qué permanecer así.

- No esto de nuevo, volvamos a hablar de Sai- resopló Sakura.

- No sé cómo me tomó tanto tiempo darme cuenta. Es tan obvio. Solo necesitas llevar a Kakashi a casa y...

- OH, MIRA QUIEN ES!- Sakura prácticamente bramó sobre lo que Ino había estado a punto de decir cuando Kakashi asomó la cabeza por la puerta.

- Están aquí afuera- llamó Kakashi sobre su hombro y luego caminó hacia ellas seguido por Sai-. Damas, ambas parecen estar... disfrutando de la noche- dijo Kakashi y Sakura estaba segura de que estaba sonriendo debajo de la máscara.

Ino felizmente, aunque descuidadamente, se arrojó a los brazos de Sai cuando Sakura entrecerró los ojos hacia Kakashi.

- Cállate- dijo, tratando de no parecer avergonzada cuando susurró sus palabras un poco-. Probablemente estés tan borracho como yo.

- Pero nunca lo sabrás porque puedo manejar mi licor- dijo con los pliegues de sus ojos patentados, encogiéndose ligeramente cuando ella le dio una palmada en el brazo.

- Llévame a casa y acuéstame- Ino susurró al oído de Sai.

Solo que su susurro era fácilmente escuchado por todos a su alrededor. Sakura se sonrojó y Kakashi se rió por lo bajo.

Sai solo sonrió serenamente.

- Parece que es hora de que nos vayamos- dijo con calma, asintiendo con la cabeza a los dos-. Asumo que te asegurarás de que llegue a casa a salvo?- le preguntó a Kakashi.

Sakura frunció el ceño sin apreciar que se hablara de ella como si fuera una niña, pero Kakashi solo asintió y saludó con la mano, observando a Sai pasar un brazo alrededor de la cintura de Ino y llevarla en dirección a la casa que compartían.

Sakura se quedó mirando a la feliz pareja por un momento, luego suspiró y se volvió hacia Kakashi que ahora la miraba en silencio.

- Supongo que debería volver y decir adiós a todos- dijo de mala gana, sin realmente disfrutar de tener que volver a entrar.

- Todos están demasiado borrachos como para recordar siquiera si dijiste adiós- respondió Kakashi con desdén-. Vamos- dijo girando sobre sus talones y bajando la calle sin esperar a ver si ella lo seguía.

- Hmph!- Sakura miró la parte posterior de la cabeza de Kakashi con un ceño irritado y luego comenzó a trotar para alcanzarlo, haciendo un mohín cuando dijo-. Eres un caballero realmente asqueroso.

Pero luego se echó a reír, una risa baja, maravillosamente masculina, que le provocó un agradable escalofrío por la columna vertebral y ella olvidó por qué estaba haciendo pucheros.

Honestamente, Kakashi estaba un poco borracho. No tanto como para caerse de cara o vomitar entre los arbustos, sino lo suficiente como para que todo pareciera un poco confuso. Más que suficiente para permitirle estar constantemente distraído por la mujer que caminaba a su lado.

Caminaron sin decir nada, el silencio amigable solo roto por Sakura tarareando una canción en voz baja. Kakashi no podía estar seguro de cuál, probablemente algo que había escuchado en el bar, aunque era difícil de decir ya que parecía estar tarareando. Al escuchar su horrible intento de llevar una melodía, una repentina oleada de afecto surgió en él, lo que a su vez lo hizo sentir un hilo de pánico. Si su zumbido sordo era suficiente para hacerlo sentir de esa manera, realmente estaba en problemas.

- En problemas con qué?- Sakura murmuró mirándolo y Kakashi contuvo una maldición cuando se dio cuenta de que había estado pensando en voz alta.

- Alcohol.. Resaca... Mañana... Voy a tener una- agregó rápidamente.

- Ah- fue todo lo que dijo Sakura y ambos miraron hacia adelante mientras doblaban la calle que conducía a su casa.

El aire fresco de la noche le estaba haciendo bien a Sakura, pero incluso cuando comenzó a sentirse un poco más sobria, su mente estaba acelerada. Ino tenía razón acerca de que Kakashi estaba interesado en ella? Había tenido mucho éxito en no inspeccionar la relación entre ellos demasiado de cerca, pero la evidencia comenzaba a acumularse y era difícil de ignorar.

Había una forma en que él se había metido lentamente en su vida, empujándola a cuidarse y comprobando personalmente para asegurarse de que lo hiciera. La forma en que recordaba sus pedidos favoritos para llevar en sus restaurantes favoritos. La forma en que lo pagó sin que se lo pidieran, esa era la evidencia más evidente de todas, considerando lo notoriamente tacaño que era incluso se había dado cuenta de que él había comenzado a abrirle puertas.

Cuando llegaron al camino de su casa, ella tropezó ligeramente al subirla y él se apresuró a agarrarla por el brazo para sostenerla. Mirándolo, ella dijo con cierta aspereza:

- Sabes, no soy una pequeña flor delicada, no tienes que hacer eso.

Él no movió su mano, sus dedos calientes en el interior de su codo.

- Lo sé- dijo en voz baja y su respiración se detuvo ante la intensa mirada en sus ojos.

Sakura no sabía qué emociones pasaban por su rostro en ese momento, pero dentro de su cabeza, su mente pasó de estar asombrada directamente a la confianza. Su mano libre voló para golpear a Kakashi en el pecho. Mirándolo, ella dijo acusadoramente:

- Te gusto.

Sus ojos se abrieron y una risa corta e incrédula escapó de sus labios.

- Qué.. tienes doce años?- dijo incrédulo, riendo.

Esa cálida y rara risa, la que la deslumbrante mente de Sakura tradujo al hombre . Él se recuperó de su asombro rápidamente y ella pensó que podría haber estado sonriendo debajo de su máscara cuando él dijo con arrogancia:

- Además, estoy bastante seguro de que eres tú a quien le gusto.

Sakura resopló sacudiéndose el pelo, sintiendo como si estuviera de vuelta en tierra firme ahora que se estaban tomando el pelo.

- Eso es ridículo y no pienses que voy a dejar que te salgas con la tuya cambiando de tema. El sujeto eres tú y cómo te gusto- dijo.

Y paso lo que nunca ella imagino, Kakashi se quitó la máscara y todo pensamiento racional cesó.

Parecía suceder rápida y lentamente. Él deslizó su mano de su brazo y extendió la mano, cuando ella se dio cuenta de lo que estaba haciendo, sus labios se separaron en estado de shock. Deslizó el material negro debajo de la barbilla, pero ella apenas tuvo tiempo de mirarlo a la cara antes de que cayera en la sombra porque él se inclinaba hacia ella. Dejando caer la mano, pasó los dedos a través de los suaves mechones rosados que enmarcaban su rostro hasta que ahuecó la parte posterior de su cabeza.

El aliento de Sakura se quedó atrapado en su garganta cuando la mano de Kakashi suavemente, pero insistentemente, inclinó su rostro hacia él, sus ojos fuertemente tapados mientras miraban los de ella. Lento, casi dolorosamente lento, cerró el último tramo de distancia entre ellos y sus respiraciones se mezclaron cuando Sakura sintió el calor irradiando de su cuerpo. Sus cálidos y suaves labios apenas rozaron los de ella y si Sakura hubiera estado en su sano juicio, podría haberse avergonzado por el pequeño y silencioso gemido que se le escapó.

Kakashi se echó hacia atrás, con los ojos en los suyos, y dijo:

- Tal vez.

Luego sonrió y Sakura tenía suficiente capacidad cerebral solo para formar un pensamiento:

Tiene hoyuelos...

Antes de que desapareciera en una nube de humo.

Sakura parpadeó como un búho por un momento, completamente aturdida, antes de darse cuenta de que el bastardo burlón no planeaba regresar. Furiosa, ella gritó,

- Kakashi!

Podría haber jurado que escuchó esa risa exasperantemente deliciosa resonando en la distancia.