Riendo en voz baja para sí mismo, se puso de pie y se dirigió al baño vestido solo con sus calzoncillos negros habituales y abrió la ducha. Mientras esperaba algo atontado a que el agua se calentara, consideró el hecho de que sabía que Sakura probablemente todavía se estaría despertando. Esa misma sonrisa, una que Sakura probablemente habría descrito como "estúpidamente presumida", se extendió sobre su rostro nuevamente y se metió en el vapor humeante con un nuevo sentido de propósito. Había decidido perseguir a Sakura y tuvo que darse prisa; Tenía cosas que hacer.
Después de todo, Sakura no iba a seducirlo.
Sakura se despertó e inmediatamente siseó ante el dolor punzante en su cabeza. No era la peor resaca que había tenido pero eso no la hacía menos miserable. Deslizándose fuera de la cama y apenas logrando evitar caer de cara en el proceso, tropezó hacia la cocina y agarró un vaso yendo al fregadero para llenarlo con agua.
Por qué demonios había pensado que era una buena idea jugar los estúpidos juegos de beber de Naruto? Probablemente no hubiera podido encontrar su propia casa si Kakashi no hubiera ...
Y justo entonces, cuando la imagen del rostro desnudo de Kakashi que se inclinaba hacia ella pasó por su mente, ella buscó el vaso que sostenía, derramando agua sobre el fregadero y la encimera al recordarlo. Kakashi la había besado.
Kakashi la había besado y luego desapareció.
Voy a matarlo...
Sin embargo, la parte tonta e infantil de su cerebro de la que nunca había logrado deshacerse estaba más que feliz de comenzar a diseccionar con entusiasmo el beso. Por un lado, incluso contaba como un beso? Apenas había sentido sus labios. Sus cálidos y suaves labios. La idea hizo que el calor le llegara a las mejillas mientras que simultáneamente se sentía excitada y molesta, porque estaba segura de que no iba a olvidar la forma en que él se había echado atrás después. Pero su cara, su cara ridículamente hermosa y esos hoyuelos ... sintió que su propia cara se ponía más caliente al solo pensarlo.
- No, no, no- se quejó ella con cansancio mientras sacudía la cabeza, un poco avergonzada de estar hablando sola.
Ella no iba a comenzar a pensar así, estaba enojada con él maldita sea y él y su ridículamente buena apariencia podían besarse por todo lo que le importaba.
Maldita sea.
Volviendo a llenar su vaso con agua, se lo llevó a los labios solo para fruncir el ceño cuando escuchó un golpe en la puerta.
- NO!- Gritó, obstinadamente apretando la mandíbula mientras se movía hacia la puerta de la cocina y miraba fijamente la puerta principal.
Solo había una persona que podía ser y no había forma de que ella lo dejara entrar. Dando la espalda resueltamente fue a buscar su tetera de la estufa, solo para escuchar el sonido distintivo de su puerta abriéndose.
Girándose, regresó a la puerta de la cocina y miró mientras Kakashi entraba. Ni siquiera tenía la decencia de parecer culpable.
- Cómo diablos entraste?- ella exigió, momentáneamente considerando arrojarle la tetera.
Levantando perezosamente una ceja plateada, Kakashi se señaló a sí mismo.
- Ninja- dijo lentamente, como si explicara un concepto difícil a un niño muy pequeño.
Sakura le gruñó y él sonrió.
- Sabes, cuando gruñes así mientras tu cabello está desordenado, te ves como un gato enojado- dijo amablemente y esta vez tuvo que esquivar el hervidor vacío, dejando que se deslizara más allá de él y se fuera por puerta abierta. Parpadeando, le dirigió una mirada incrédula.
Olfateando altivamente, Sakura cruzó los brazos sobre su pecho, resistiendo el impulso de tratar de alisarse el cabello.
- No me gustaba esa tetera de todos modos.
Sus ojos se arrugaron sobre su máscara mientras continuaba actuando como si le hubieran arrojado teteras todas las mañanas, lo que sabiendo su propensión a molestar a la gente, no estaba fuera del ámbito de la posibilidad.
- Te traje el desayuno, es bueno para una resaca- dijo alegremente, levantando una bolsa que Sakura reconoció como de un restaurante cuya sopa de miso era para morirse. Una opinión que Kakashi sabía que ella tenía.
Ella lo miró con una mirada puntiaguda.
- Solo estás tratando de ponerme suave- se enfurruñó, ignorando el hecho de que realmente, realmente quería un poco de sopa de miso ahora.
- Sí, lo estoy- dijo todavía sonriendo.
Cuando ella respondió solo resoplando, todavía de pie con los brazos cruzados y el ceño fruncido en su rostro, él entró con confianza en la cocina y puso la bolsa en el mostrador a su lado. Colocando una mano sobre cualquiera de sus hombros e ignorando su expresión atronadora, sugirió:
- Por qué no te das una ducha? Yo ... recuperaré tu tetera y el té estará listo para cuando termines.
Su ceño se estaba desvaneciendo lentamente en un puchero.
- Por qué debería hacer eso?
Poniendo su mano derecha sobre la parte superior de su cabeza, se inclinó ligeramente, todavía radiante hacia ella.
- Porque te hará sentir mejor- le revolvió aún más el pelo y añadió-. Y después te besaré mucho.
La mirada tormentosa desapareció por completo de la cara de Sakura solo para ser reemplazada por una expresión estupefacta mientras luchaba por armar una oración.
- Estás bromeando? Realmente lo hiciste? No puedo creer que tengas el descaro de pensar que puedes ...
- Sí, sí- la interrumpió con las manos sobre sus hombros mientras le daba vuelta prácticamente haciéndola marchar hacia su baño-. Una resaca no es motivo para descuidar la buena higiene y querrás estar en tu mejor momento cuando recibas el beso más asombroso que hayas tenido en tu vida- dijo de manera despreocupada.
- Yo ... tú ... Quién dijo que quiero besarte?- gruñó, aunque su ira sonaba un poco hueca, incluso para sus propios oídos.
- Oh, quieres besarme- dijo Kakashi a sabiendas, dándole un pequeño empujón al baño antes de cerrar la puerta detrás de ella.
Dándose la vuelta, se dirigió a recuperar la tetera sonriendo para sí mismo al escuchar el grito de frustración inarticulado de Sakura a través de la puerta del baño.
Qué demonios estaba pasando?