Capítulo 3 Volver a sonreir

Cunado llegue. Ami asiento me fijé que en frente ya estaba un chico joven que inmediatamente llamo mi atención y como estaba de buen ánimo le sonrei . Creo que fue una manera demaciado infantil, situación que me hizo sentir un poco avergonzada ya que sentí mis mejillas un poco calientes y que de seguro estaban ruborizadas.

Tomé asiento acomode mi bolso cruzado y me dispuse a abrochar mi cinturón.

Fue ese momento en el que el chico con el que me encontré en la entrada llegó y tomo asiento junto al chico que ya estaba amén mi frente, me sonrió y me dijo: Nos volvemos a encontrar!

Yo un poco avergonzada por el insistente anterior simplemente sonreí y le dije: si, que casualidad!.

Aunque en mis pensamientos internos pedía que me presenté al chico sentado a su lado, ya que realmente su mirada fría e indiferente llamo mi atención porque en el momento que sonreí ví un brillo fugaz de dulzura, o quizá solo fue mi suposicion, sin embargo salí de mis pensamientos internos cuando una voz se dirigió hacia mi.

Y como te llamas ? Me preguntó .

Lo mire a los ojos y con mi mano derecha me presenté para darle un apretón de manos le dije: soy Sofía un gusto y cuál es tu nombre?

Me respondió con alegría soy Andrés y este aquí es mi amigo Galo.

Me caes bien Andrés por hacer mis deseos realidad me dije a mi misma , solo sonreí y también le di mi mano a aquel dueño de unos ojos cafés que emanaban misterio, frialdad quizá solo eran unos ojitos que habían sufrido tanto o más que yo.

Soy Sofía un gusto conocerte Galo, le di el mejor ángulo de mi sonrisa.

PPV GALO

Yo sentado ya en mi asiento espere a que llegara Andrés, no sé porque es que tarda tanto , pero en fin , ya estaba listo para viajar hasta que ví una chica que se acercaba supongo estaba buscando su asiento, pero vaya coincidencia que le tocó justo en frente al mío, lo que me pareció bastante increíble es que sonría con tanta facilidad sin siquiera conocerme me sonrió y se la veía dulce, hace mucho tiempo no veía Sonrisa que inspirará sonreír.

Sin embargo solo la mire con indiferencia fingida.

Hasta cunado no se porque pero Andrés y ella ya habían coincidido y sin darme cuenta ahí está yo apretando su mano cuando me dijo:: soy Sofia un gusto conocerte! El apretón de manos no fue algo suave ni tampoco fuerte, lo que si volvió a brillar era su sonrisa esa radiante sonrisa que nuevamente hizo que tuviera ese impulso de volver a sonreir.

Pues si señores aquí estoy yo un hombre que congelo su corazón y todo signo de afecto o amor hace algún tiempo sonriendo como niño a esta niña que me sonreía como si fuese un bebé dándole un dulce.

Cómo podía una desconocida emanar un aura tan cálida dulce tierna a la vez ?

Fueron segundos en los que nos presentamos pero bastó para sentir que la conocía y querer conocerla más.

Tenía miedo de abrir mi corazón a alguien., Pero ella era diferente con una sencilla pero valiosa sonrisa me descongelo, derrumbó mis barreras impuestas de protección.