-¿Y eso es...? -pregunte confundida ya que no sabía que rayos era "School world".
-Es una Universidad muy famosa en Europa, específicamente Francia.
Mire su cara y entendí de inmediato que no solo había hecho -¿Te aceptaron la entrevista verdad?-pregunte
Maya asintió –Sí, así es, me acaban de escribir confirmándome la respuesta de los directores, al parecer les encanto mi entrevista, asique quieren que parta en un mes.
-Espera ¿En un mes?-pregunte algo sorprendida y al mismo tiempo triste.
Maya asintió-Sí, creo que...debería empezar a preparar todo ¿no crees? -tomo su tenedor y siguió con su almuerzo, yo en cambio me quede sin poder moverme, la alegría que tenía hasta hacen unos minutos se había ido tan fácil junto con mis ganas de comer << ¿Maya?>>una voz en mi cabeza comenzó a resonar como un eco.
Unas horas después salimos de aquel restaurante-Ahh...-Maya se estiro extendiendo sus brazos en el aire. -Quede repleta...
Escuchar su comentario me hizo sonreír ya que era como ver una bebe feliz. Me fije en el tiempo y note que ya estaba anocheciendo asique nos apresuramos al auto; terminamos de hacer un par de compras más y en 1 hora ya habíamos llegado a casa, entramos y ordenamos todo lo que habíamos comprado en el día de hoy.
Mi prometido estaba en un viaje con unos inversores asique le había pedido a Maya que se quedara conmigo mientras él no estaba, pedimos pizza y nos pusimos a ver películas Románticas, minutos después llego nuestro domicilio y de una comenzamos a comer.
Al parecer Maya estaba muy bien concentrada en su pizza pero yo... no tenía mucho apetito, a decir verdad desde que Maya me conto lo de su universidad me había costado tato asimilarlo, realmente no quería que Maya se fuera, ya habíamos estado separadas por mucho tiempo, si Maya se iba tendríamos que separarnos otra vez y yo no quería tener que alejarme de ella una vez más.
-¿Maya? -Maya me dio su atención -¿De verdad tienes que ir? ¿No puedes estudiar aquí en corea?, además te está yendo muy bien a la Universidad a la asistes, tienes buenos amigos y todos te aman.
Maya me miro y con ella entendió mi estado de ánimo, realmente no sé cómo lo hace, pero solo basto unos segundos para que su mirada cambiara a una dulce y gentil, percibí en ella paciencia y al mismo tiempo dolor, dejo su trozo de pizza aun lado y suspiro, agacho su cabeza y segundos después me volvió a mirar. -¿Sabes?, exactamente no sé si realmente deba ir, como tampoco sé si irme a Francia sea lo que yo quiera hacer, parece chiste pero a estas alturas no sé lo que realmente quiero.-ella hizo una pausa y yo fruncí mi ceño sin entender a lo que se refería.-Pero quedándome en Corea tampoco lo sabré, porque así lo siento. Aquí me siento estancada y me siento sola, lo sé, literalmente sola no porque te tengo a ti, pero por dentro me siento así asique supongo que ya es hora de que yo tome una decisión por mí, y me aventure a lo y desconocido tal vez... así encontrar aquello que me llene por dentro.
Pasaron las horas y Maya se fue a dormir, yo en cambio me quede sentada en mi sofá, a esa hora ya todo estaba oscuro, lo único encendido era la luz de la sala de estar, aquel silencio para mí era muy desafiante, comenzaban recuerdos no agradables y sobre todo tormentosos, las personas profesionales dicen que eso ocurre cuando la gente no perdona y no cierra ciclos, la verdad... a veces quisiera tan solo olvidar y perdonar, pero incluso hasta lo más fácil me resulta tan difícil...
Mientras pensaba me fije en una marco puesto sobre mi biblioteca, me levante y lo tome, era la foto de Maya y mía juntas, era básicamente nuestro primer día de clases, ese día estaba tan emocionada por ver a mis mejores amigas en la escuela que incluso olvide un valiosísimo detalle, un detalle que...si tan solo lo hubiera prestado atención desde un principio, tal vez las cosas no hubiesen ocurrido de esta forma.
10 años atrás:
-¡Lía levántate es tu primer día de clases!-grito la madre de lía desde su cocina preparando el desayuno, mientras el sonido de la ducha de uno de los baños se abrió dejando caer chorros grandes de agua tibia.
Minutos después la niña en la ducha salió y se dirigió a su habitación, se viste y se peina con una cola y un lazo color rosado que sostenía su liso y corto cabello. Sale de la habitación y su madre le grita desde el comedor. -¡Maya, hija levanta a tu hermana! -Maya se asomó por las escaleras y responde. -¡Si mama!
Entro a la habitación de su hermana que no estaba nada lejos a la suya, abrió la puerta y encendió la luz. -¡Hey! Despierta, que no ves que hay que ir a la escuela.-le dice desde la puerta.
Lía protesta. -Hmmm no molestes, que no vez que quiero dormir... -se tapa con sus sabanas de color azul pastel.
-¡¿Maya, Lía esta despierta?!-le grita su madre asomándose a las escaleras para subir el primer piso.-Maya sale de la habitación.-¡He... si ma, ya casi!.-le dijo y se asoma adentro de la habitación, observa a la niña de 8 años cubierta de pies a cabezas con su sabanas infantil, suelta una risa juguetona y cierra la puerta con mucho cuidado.
-Ya veras, aprenderás a levantarte por las buenas pequeña mocosa