Capítulo 5 Un doloroso despertar

Luego, lentamente beso sus mejillas, bajo al cuello y término en sus pechos, acto seguido volvió a besar sus labios mientras que le rasgaba su ropa, a continuación, la llevó al asiento trasero del coche mientras se quitaba la camisa y se desabrochaba el cinturón.

Finalmente, sus cuerpos se entrelazaron y el ambiente se llenó de gemidos y sonidos de pasión. Al amanecer cuando por fin habían terminado. Él, la abrazó fuerte y permitió que Camila se durmiera en sus brazos, después de mirarla por un largo tiempo la acomodo lentamente en el asiento trasero y se preparó para manejar.

Mientras manejaba, realizó varias llamadas para garantizar que el incidente de la noche anterior estuviera solucionado, y más importante aún, era garantizar que los sucesos no fueran de conocimiento del público, ya que esto afectaría gravemente la reputación del Farmes Group.

Más adelante, estacionó el coche en un parqueadero exclusivo de un hotel cinco estrellas, luego volteó a ver a Camila que aún estaba profunda en la parte trasera del vehículo y pensó, – Qué mujer tan hermosa. – luego sacudió un poco la cabeza para despejar estos pensamientos.

Posteriormente, se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del auto, caminó lentamente hacia la puerta del asiento trasero, la abrió y cargó a Camila con mucho cuidado para no despertarla, caminó hacia el ascensor y oprimió el botón del último piso.

Al abrirse la puerta del ascensor, se dirigió a la única puerta que había en el amplio pasillo, la cual estaba custodiada por dos hombres altos y fornidos, vestidos con trajes negros.

Al ver a su jefe, los hombres lo saludaron con respeto y abrieron la puerta rápidamente, después de asegurarse de que Nicolás había ingresado cerraron y se miraron para transmitir su asombro ya que era la primera vez que lo veían llevar a una mujer a su suite.

Dentro de la habitación Nicolás acostó a Camila en la cama, le quitó la chaqueta que la cubría y contempló su cuerpo desnudo y pensó.

– tiene un cuerpo perfecto, una piel hermosa y medidas perfectas, es increíble. – De repente sintió que su cuerpo se ponía rígido y una parte muy específica de su cuerpo reaccionó.

Para calmarse, cerro sus ojos y respiró profundo en varias ocasiones, después abrió los ojos y volvió a observarla. Detalló las marcas de amor que había dejado en todo su cuerpo y automáticamente recordó lo que había hecho la noche anterior y lo maravilloso que se había sentido al poseer a una mujer tan bella.

Con el fin de evitar caer nuevamente en la tentación, cogió una manta y la cubrió hasta el cuello, e inmediatamente se fue al baño para darse una ducha de agua helada y calmar su fuego interno, acto seguido se dirigió al vestíbulo y se preparó para ir a trabajar.

Luego, llamo a Mario para que le llevará un juego de ropa para mujer al Hotel House Black, seguidamente llamo a servicio al cuarto y ordeno el desayuno para dos.

Después de esperar unos minutos, el timbre de la puerta sonó, cuando abrió la puerta vio a un camarero con un carrito de comida, permitió que el personal del hotel ingresará a la suite y acomodara todos los platos en la mesa, cuando el desayuno estaba servido, permitió que el personal saliera de la habitación y se acomodó para desayunar.

Posteriormente se sentó en la sala de estar para revisar las noticias financieras y tomar una taza de café. Cuando ya estaba terminando su rutina diaria volvió a sonar el timbre; esta vez era Mario quien llevaba varias bolsas en las manos.

Le permitió que ingresará a la sala de estar y dejara las bolsas en la mesa de centro, luego le dijo a Mario que lo esperará en la sala, mientras el recogía los paquetes y caminaba al dormitorio para dejar todo listo, para que cuando Camila se despertará estuviera muy cómoda.

Tan pronto como organizo las bolsas en el sofá de la habitación, busco un bolígrafo y una nota adhesiva en el cajón de la mesita de noche, luego escribió y pego la nota en la lámpara de la mesita. Acto seguido caminó hacia la salida de la habitación.

Cuando se encontró con Mario, vio que él estaba mirando por todos lados con unos ojos curiosos, se quedo parado donde estaba por unos minutos antes de preguntarle, "Mario, que estas buscando".

Al escuchar la voz de su jefe, Mario se quedó quieto y empezó a temblar, luego dijo "Jefe, Yooo. No, no estoy buscando nada... "

"Solo quería...." Luego se rasco la nuca y continuo, "Solo quería ver, quien es la chica que utilizará la ropa que traje..."

Después de decir eso miro a su jefe que tenia una cara sombría y soltó una carcajada forzada y continúo diciendo "Lo siento jefe, no quise decir lo que dije"

"Solo pensé de más.." acto seguido saco su teléfono y simulo contestar una llamada.

Perplejo Nicolás miro fijamente a su asistente y luego le dijo.

"La pantalla de tu celular esta apagada..." "Déjate de tonterías..."" Vámonos..."

Cuando Camila se despertó intento moverse, pero le dolía cada centímetro de su cuerpo, miro a su alrededor y descubrió que estaba en una habitación de hotel, intento pensar en lo que había pasado el día anterior, recordó lo ocurrido con Santiago, cuando salió corriendo, lo que había visto y vivido en el bosque, el invernadero y la rosa extraña.

Después vinieron a su mente unas escenas de la noche anterior que la hicieron ruborizar, pensó un momento y se maldijo en su mente por tener una curiosidad tan grande, si ella no hubiera entrado a ese invernadero nada de eso hubiera pasado y lo más importante aún seria casta.

Tras parpadear varias veces para evitar llorar, no pudo evitar que sus lágrimas corrieran por sus mejillas al pensar en todo lo que estaba viviendo, y lo injusta que había sido la vida en este momento, en un solo día todos sus planes y felicidad se habían venido abajo, a hora no solo tenía el corazón roto, sino que también tenía que soportar el hecho de haber pasado la noche con un extraño.

Al cabo de un rato, reunió todas sus fuerzas para levantarse de la cama, a la vez que pasaba la mirada por toda la habitación, en busca de algo que pudiera usar para tapar su desnudes, de repente su mirada se posó en unas bolsas de ropa que estaban organizadas en el sofá, caminó lentamente hacia ellas apretando los dientes ya que le dolían mucho las piernas.

Al mirar las bolsas, se dio cuenta que contenían ropa de mujer, pensó por un momento, – Bueno al menos es un hombre considerado, ya que rompió mi ropa, me trajo ropa nueva... Espero que sea nueva, y que sea para mi... sino igual no tengo más opción, no puedo andar desnuda por la calle... bueno ni modos,- luego, suspiro y se fue a ducharse.

Tras lavarse varias veces cada centímetro de su cuerpo, con la intención de borrar las huellas de la noche anterior, y sentirse un poco mejor, se vistió y se sorprendió de que la ropa que había encontrado le encajaba a la perfección y a pesar de que, no era de su estilo, no estaba mal.

Luego ajustó sus emociones y salió del baño dispuesta a enfrentarse al mundo ella sola, y aun que no sabía por dónde empezar, decidió que lo mejor era buscar alguna pista de la identidad del hombre con el que había pasado la noche.

Primero caminó hacia el vestíbulo y vio muchos trajes organizados desde el más oscuro hasta el más claro, habían diferentes tonalidades de negro, gris y azul oscuro, luego vio casi veinte pares de zapatos de hombre de diferentes estilos, caminó hacia uno de los cajones y lo abrió, pero lo que vio la dejo sorprendida, había más de cincuenta relojes de hombre de diferentes estilos, miro alrededor del vestíbulo pero no había nada que la ayudará a identificar quien era el hombre con el que había pasado la noche, luego caminó hacia a la sala pero nada, intento ingresar al estudio pero estaba cerrado, desilusionada caminó de vuelta al dormitorio, cuando estaba a punto de sentarse en la cama para procesar todo lo que había pasado, algo pegado en la lámpara de la mesita de noche llamo su atención, alzo su mano temblorosa para cogerlo ya que por alguna extraña razón se sentía extremadamente nerviosa por saber quién era el hombre con el que había pasado la noche anterior.

De repente se sorprendió al observar lo que estaba escrito en la nota, lo leyó más de cuatro veces, luego cerro los ojos, respiró profundo para calmar sus emociones y volvió a leerlo con los ojos bien abiertos ya que no podía creer lo que decía.