Capítulo 4 El único tratamiento

Un olor a menta fresca inundó sus fosas nasales, y al pegar el cuerpo más al pecho de la persona que la sostenía, se sintió mucho mejor, pero la excitación en su cuerpo aumentaba constantemente a medida que su cuerpo se frotaba en el pecho del hombre que la estaba cargando.

Su cuerpo se sentía extraño, puesto que un torrente de calor se apoderaba de ella y no la dejaba pensar con claridad, con la idea de aliviar la agitación, con un brazo rodeo el cuello del hombre al tiempo que con la mano libre delineaba sus prominentes pectorales.

Por otro lado, Nicolás intentaba concentrarse en llevar a la chica en sus brazos al coche, luego investigar que paso y verificar cuál era su estado real, mientras tanto las personas que los rodeaban estaban extrañados por la actitud de su Jefe.

Si mal no recordaban, Nicolás tenía una fuerte aversión a que las personas lo tocarán, en especial las mujeres, pero no solo estaba dejando que esta chica le acariciara el pecho, sino que el voluntariamente la estaba llevando en sus brazos.

Cuando Nicolás vio a Camila en el suelo, con la camisa abierta y su pelo revuelto, pensó que se veía tan lamentable, pero no se podía negar su belleza, su cabello era negro azabache, su piel blanca como la nieve contrastaba con sus labios rojos, haciéndola ver como una hermosa diosa que había bajado del cielo a la tierra.

Sin pensarlo dos veces, se agacho y la cargo en sus brazos, caminó hacia el coche, al tiempo que le daba instrucciones a su asistente para que mirará las cámaras de seguridad del invernadero e investigará que podía haberle pasado a dicha mujer.

Acatando la orden de su jefe, Mario se dirigió al cuarto de control para verificar la información, después de cinco minutos volvió corriendo al coche para informarle a Nicolás, que la chica estaba drogada por la rosa del amor, después de verificar el video solo pudo pensar en la forma tan estúpida en la que la chica se había autodrogado.

Minutos antes, cuando su asistente le informó que había una alerta de seguridad en el invernadero, pensó que era uno de los muchos competidores comerciales, que querían robar los últimos avances genéticos desarrollados por la empresa.

Tomó la chaqueta y las llaves del coche, al mismo tiempo que se comunicaba con su jefe de seguridad para que una docena de hombre lo siguieran de cerca. Se subió a al coche y condujo lo más rápido posible, con el fin de capturar al espía e interrogarlo, pero lo último que espero encontrar, era a una chica drogada y a punto de perder la conciencia, volteó a ver a la chica que tenía en sus brazos y que no dejaba de tocar cada parte de su pecho y murmurar que tenía calor.

Después de pensar un poco, recordó que esta planta la habían cultivado con el propósito de crear un antídoto para la droga llamada; "La droga del amor o LDA". En los últimos seis meses, se había presentado un aumento del cincuenta por ciento en los casos de trasgresión sexual, muertes o suicidios de las mujeres en la ciudad de las Flores.

Por esta razón, el gobierno en colaboración con Farmes Group, desarrollaron un proyecto de investigación cuyo objetivo final era crear un medicamento que eliminará los síntomas ocasionados por la LDA y que las victimas pudieran denunciar al perpetrador.

Este medicamento seria distribuido en todos los bares y restaurantes, para que la gente lo pudiera consumir al momento de sentir los síntomas; como el estudio era reciente, hasta el momento no se había producido ningún avance, adicionalmente como Camila se había drogado directamente de la planta, los síntomas eran mucho más fuertes.

De repente Mario interrumpió los pensamientos de Nicolás diciendo

"Jefe, hasta el momento no hay ningún antídoto, he llamado al investigador en jefe y me dice que solo existe un tratamiento...."

Luego tosió para aliviar la incomodidad, pues de solo pensar en lo que tenía que decir se sonrojaba. Al ver esto Nicolás se imaginó lo que diría, por lo que le dijo muy molesto "Déjate de dar rodeos y ve al grano."

Mario se rascó la nuca, por la incomodidad, y continuo diciendo "Jefe el Doctor Juan dice que el único tratamiento existente es ..... tenerrrr.... Una Noche intima con la Chica."

Nicolás lo miro y pregunto, "Qué acabas de decir."

Mario respiró profundo y continuo "Jefe, el Doctor Juan dice, que hay que tener una noche intima con la Chica, que si no ella morirá, adicionalmente ya busqué en el lugar y no encontré ninguna cartera o teléfono para saber quién es".

"Qué hacemos jefe, .... Es una lástima dejarla morir, es una chica muy bella".

Nicolás lo analizo por varios minutos antes de contestar, "Yo me encargo de la chica, Tú ocúpate de la seguridad del invernadero, qué esta falla no se vuelva a presentar."

Acto seguido acomodo a la chica en el asiento del copiloto del carro y arranco el vehículo a toda velocidad dejando a tras a todos sus subordinados.

Mientras manejaba, solo pensaba, que núnca espero que su primera vez seria con una extraña, de repente recordó a esa adorable chica de vestido rosado que le decía – Nicolás hoy te lanzo mi hechizo, a partir de hoy no puedes tocar a otra chica que no sea yo, y para sellar mi hechizo un beso.- Luego se puso de puntitas y lo beso en la mejilla, desde ese día, no había permitido que ninguna mujer lo tocará hasta hoy.

Siempre pensó que era un juego de niños, pero a medida que pasaba el tiempo, desarrollo una fobia a ser tocado, en especial de las mujeres, cuando una mujer lo rosaba sentía escalofríos y si el contacto llegaba a durar más de treinta segundos, le daban náuseas y tenía que salir corriendo a lavarse.

De repente un segundo pensamiento cruzó su mente, -por que con esta chica no sentí nada de esto, será que ella es-.. pero lo descartó enseguida, ya que la niña que el recordaba se había ido de la ciudad de las Flores hace más de dieciocho años.

Por otra parte, Camila seguía moviéndose incomoda, y murmurando que sentía calor, de repente en uno de sus movimientos, se desabrocho el cinturón de seguridad, le rodeo con sus brazos el cuello y empezó a darle besos en la cara, sin poder hacer nada, Nicolás detuvo el auto a un lado de la carretera, después la cogió de la cintura y la atrajo hacia él.

Con sus grandes palmas, la jaló para que se acomodara en su regazo y quedarán frente a frente, Luego recorrió sus labios con el dedo índice y sin más la besó lenta y apasionadamente.