Capítulo 4 Garrett

Desde hace dos semanas que no sé nada de Georgia, me cansé de llamarla y de dejarle como veinte mensajes. Pero así y todo no recibo noticias de ella, quizá se arrepintió de lo que pasó y por eso no quiere ni verme.

Pero según Karen, Megan me está esquivando por algo que debe decirme, claro está, que por más que intenté sobornar a Karen con comida o más alcohol para averiguar qué sucede. No funcionó, lo único que conseguí fue una frase que no entendí, algo como: "Espero que el bebé salga con sus genes y no con los tuyos" No entendí qué quiso decir, solo agregó que hable con Megan, pero su amiga ¿De qué bebé está hablando?

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-¿Puedes prestarme atención? -dice Hannah sacándome de mis pensamientos, mientras mueve la mano desesperada frente a mi rostro.

-¿Terminaste? -pregunto, demostrando cero atención a su charla de cómo casi dejó calva a una chica que se abalanzó sobre su novio, después del concierto.

-¿Sigues pensando en ella? -pregunta con un tono demostrando que está celosa, mientras se cruza de brazos, logrando que sus pechos sobresalgan un poco de su camiseta.

A veces pienso que me está coqueteando, pero después recuerdo que es la novia de mi mejor amigo y se me pasa.

-No es tu asunto -contesto, mientras bato el batido de frutilla con el sorbete, para luego darle un sorbo.

-Si me importa porque esa... -se queda en silencio y mi mirada vuelve a ella, intentando intimidarla para que no insulte a Megan. - Esa poca cosa -agrega desafiándome.

-No puedo creer como Alex está contigo -le digo mientras me mira ofendida.- Tú eres poca cosa al lado de Georgia -agrego mientras dejo unos billetes sobre la mesa, para luego desaparecer del lugar.

Esta escena me hizo acordar a lo que hizo hace unos meses cuando...

-Quiero presentarte a alguien -dijo Alex mientras busca a esa persona con la mirada.

-¿Tú? -pregunté cuando veo que toma de la mano a Hannah, la mejor amiga de mi hermana

-¿Se conocen? -preguntó Alex mirándonos como si se tratase de un juego de ping pong o algo así.

-Es la mejor amiga de Karina -respondo no muy tranquilo por Hannah.

-Espero que te comportes Garrettsito -comentó enredándose un mechón de cabello en el dedo.

-Deja de decirme así -contesté enojado, antes de que Alex saliera con sus estúpidas bromas.

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Desde entonces Hannah, ha mostrado ese comportamiento, le dan escenas de celos si me ve con alguien o no, como en ese estúpido recuerdo.

Pero... volviendo a lo que dijo sobre Georgia, ella no es quien para decir tal cosa sobre ella. No la conoce y tampoco lo hará, yo le encargaré de eso.

Sé que Hannah es como una víbora, te descuidas un segundo y ya te envenena, pero no con un líquido como lo hacen, en este caso, la novia de Alex usa otra técnica: Coquetear y ropa provocativa. Y sí, lamentablemente funciona, Alex está atrapado por ella, pero yo no puedo hacer nada, es decir; más que decirle que no le conviene estar con ella, no puedo hacer más que eso. Porque es como hablar con un perro, le dices que no haga pozos allí, pero va y los hace.

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Después de estar unas largas horas pensando qué me tendrá que decir Megan, decidí buscar su dirección, sé que la tengo anotada en alguna parte, pero... ¿En dónde?

-¡Bingo! -grito de felicidad, después de encontrar un pedazo de hoja en una vieja libreta, que dice; Calle Brown 2705, rejas negras.

Solo espero que no todas las casas tengan rejas negras, espero que no.

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Me costó encontrar la casa, porque... sí todas tienen rejas negras ¿No podían pintarla de otro color? No se les ocurrió parece.

Me estaba por rendir hasta que veo a Martina jugando con las muñecas en el jardín de la casa.

-¡Garrett! -grita Martina, la hermana de Megan, después de haber estacionado el auto fuera del garaje, mientras me abre el portón.

-¡Peque! -digo con la misma euforia que ella, para luego alzarla y hacerla girar en el aire y agrego-; ¿Qué haces aquí sola enana? -pregunto después de dejarla en el suelo, asegurándome que no esté mareada.

-Georgia está con un humor de perros y antes de que me muerda prefiero estar aquí -responde levantando los hombros, antes de entrar a la casa.

-Marti ¿dónde... -dice Georgia saliendo de la cocina, pero al verme se queda muda.

-¡Sorpresa! -grita Marti, mientras sale corriendo al living para seguir jugando con sus muñecas.

Valla sorpresa se llevó Georgia después de dos semanas sin vernos, la verdad no sé qué será lo que culta. Su mal humor no es nada nuevo, es decir siempre suele tener ese trato hacia a mí.

-¿Qué haces tú aquí? -pregunta cruzada de brazos, antes de correr su pelo castaño y ondulado hacia un costado llamando mi atención.

-Hola, Garrett ¿Cómo estás? Bien ¿Y tú? -pregunto y me auto respondo.

-Te hice una pregunta -dice intentando no levantar el tono de voz, mientras ve que su pequeña hermana, no nos está prestando atención.

-No respondes mis llamadas así que no me quedó otra opción que venir a verte -contesto mientras me siento en una de las sillas que están en el comedor.

-Ya me viste, estoy perfecta, puedes irte -apunta la punta, mientras yo la miro divertido.

Una hora me tomó llegar aquí, no pienso irme, al menos que me saque a escobazos no me iré.

-Karen me dijo que me estás esquivando porque debes decirme algo muy importante -comento y Georgia se pone pálida de repente.- ¿Sucede algo Geo? -pregunto mientras ella sigue pálida y parada frente a mí.

-No me vuelvas a llamar Geo -responde apretando los dientes.- Y si lo importante era que...-se queda unos segundos pensando, mientras mira el suelo.

-Era que...-le insisto y su mirada se centra en mí.

-Quiero un chocolate negro, de mi marca favorita -dice rápidamente para casi salir corriendo a la cocina.

-¿Desde cuándo comes chocolate negro? -pregunto desde mi asiento.

-¡No te incumbe! -grita sin acercarse al comedor.

¿Qué escondes Georgia?

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