-Te arruinaste la vida -dice mi madre, como si fuera la peor vergüenza del mundo.
-¡¿Me arruiné la vida?! -grité como toda histérica. -¡Tenías dieciséis años cuando estabas embarazada de mí! -grité levantándome del sofá.
-¡Te callas! -gritó mi madre, volviéndome a sentar de la cachetada que me dio.
-Lidia no -frenó mi padre agarrándole el brazo, antes de que me volviera a golpear.
-Tienes que darlo en adopción -sugirió Marcos sosteniendo a la víctima, digo a mi madre.
-Tú no eres quien, para opinar, no eres parte de la familia -respondí, pero mi madre de la nada, se siente mejor.
-Él es parte de la familia, no como ese don nadie con el que te acostaste -atacó aun siendo sostenida por Marcos.
-No lo conocen, no pueden juzgarlo, además defienden a Marcos, como si fuera el único idiota que existe, me engaño con tu preciada ahijada y aun así lo quieren. -contesté, refiriéndome a la ahijada de mi madre.
-No la metas en esto, ya te pidió perdón, deja de ser tan resentida, por el amor de dios -contestó y yo solté una carcajada.
-Los encontré enrollándose ¿y tú quieres que no sea resentida? Se nota que nunca te has enamorado realmente, si papá te engañara lo perdonas y ya ¿no? -pregunté cruzada de brazos, pero automáticamente ese rostro desafiante acaba de abandonar su cara.
-Se calman, voy a llamar al médico de la familia, para que termine con este problema -dijo mi padre sacando del bolsillo del pantalón, el celular.
-No pienso ni abortar, ni dar en adopción -respondí decidida, logrando que el celular que estaba en las manos de mi padre, se estrelle contra el suelo.
-Haces eso, o te vas de casa -contestó mi madre cruzada de brazos.
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Como siempre suelo enfrentarme a mis padres, me fui de casa. Volví hoy, y no, no pienso hacer esa monstruosidad, regresé porque no me llevé demasiada ropa a lo de Karen y vine por más aprovechando que están trabajando, y de paso cuido a mi hermana.
Aún sigo debatiendo si le digo que será papá o no. ¿Qué dicen, lo hago sufrir un poco?
-¿Me dirás que te sucede? -pregunta Garrett apareciendo en el living, después de haber cerrado la puerta.
-¡Madre mía! -contesto revoleando el plumero por el aire a causa del susto que me llevé.
-Auch -se queja y ahí me doy cuenta de que no voló muy lejos, fue directo a la cabeza de Garrett -Soy lindo, pero tampoco para tanto, como para que me golpees con ese plumero.
-No eres Channing Tatum -respondo sacándole el plumero de la mano, para volver a mi papel de cenicienta.
-Channi ¿Quién? -pregunta confundido mientras me sigue a la cocina, como si fuera un pato.
-Magic Mike, Querido John -respondo, pero es imposible que le entre información en ese pequeño cerebro de ardilla. -Olvídalo Garrett -agrego rendida, sacando una jarra con agua de la nevera.
-Dentro de poco me pareceré a Maluma Baby -contesta en un intento fallido de imitar su voz y gracias a eso lo acabo de escupir.
-Oh Georgia, ¿En serio? ¿Qué te hice para que me pagues así? -pregunta intentando secarse con el repasador que se encuentra sobre la mesada.
-Un hijo -toso escapando al jardín.
-¿Qué has dicho? -pregunta, mientras me pego en la frente.
-Eres más lento que una tortuga -contesto al observarlo apoyado en el marco de la puerta.
-Estás muy rara Georgia, comes chocolate negro cuando no te gusta y ahora dices dichos -responde acercándose a mí.- ¿Me dirás que te ocurre? -pregunta mientras nuestros alientos se mezclan.
-¡Georgia! ¡Georgia me caigo! -grita desde el balcón.
-¡Martina! -grito cuando la veo que está colgada de la baranda.
-¡Ayuda! -grita desesperada y más lo estoy yo porque le tengo vértigo a las alturas, genial.
-¿Dónde está la escalera? -me dice Garrett mientras le indico el pequeño galpón
∞
Por suerte, Garrett pudo bajarla sana y salva, prometí que no les diría a mis padres, solo si ella prometía que no se volvería a colgar de allí, solo para que Katie, su muñeca no se suicidara.
Aún no puedo creer que haya hecho eso con tan solo seis años, es todo una doble de riesgo, lista para trabajar en cines.
Y cambiando de tema, antes de que mis padres volvieran decidí irme como a eso, de las cinco de la tarde no quería que me encuentren aquí y, tampoco quería verles las caras.
Por suerte, Garrett dejo de ser una garrapata como si yo fuera su refugio y se fue, solo porque iría a entrenar y yo ahora aquí, en casa de Karen rogando que el bebé sea niña y no niño solo porque quiero evitar que tenga los genes de su padre.
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Después de unas cuantas horas de meditar, bajé al living para merendar con Karen, estoy aburrida y no tengo ganas de ver una serie, prefiero molestarla ella.
-Espero que no pienses en esperar que se te note el vientre para decirle que estás embarazada, será un idiota, pero es su padre -contesta sacándome de mis pensamientos, cortando el chocolate que Garrett me compró, en realidad no tenía antojos solo no quería contarle de la existencia del bebé.
-Y yo espero poder darle la noticia yo, y no que se entere por terceros -comento, mientras ella se atraganta con el chocolate amargo.
-Ups, igual no te preocupes no entendió ni una palabra. -contesta enfada después de darle un sorbo al té, mientras suelto una carcajada.
Es decir, no me sorprende de él o sea ¿Qué esperan de Garrett O'brien? Es más lento que una tortuga.
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